Mueren tres miembros del 'comando Donosti' en un tiroteo con la Guardia Civil en San Sebasti¨¢n

Tres miembros del comando Donosti, apodados Fernando, Mikel y Mart¨ªn -cuya identidad se desconoc¨ªa al cierre de esta edici¨®n-, murieron ayer en el barrio de Morlans, de San Sebasti¨¢n, tras un enfrentamiento que durante cuatro horas mantuvieron con la Guardia Civil y en el que fueron heridos dos agentes. Mar¨ªa Eugenia Mu?agorri, due?a de la casa donde se alojaba el grupo terrorista y presunta colaboradora de ETA, se entreg¨® tres horas despu¨¦s de iniciarse el tiroteo. Al comando desarticulado se le atribuyen 13 asesinatos.

La operaci¨®n antiterrorista, preparada por el teniente coronel Enrique Rodr¨ªguez Galindo y coordinada por el director general de la Guardia Civil, Luis Rold¨¢n, se llev¨® a cabo en tres barrios de la capital guipuzcoana y en Renter¨ªa e Ir¨²n, donde fueron detenidas una decena de personas y ocho m¨¢s se dieron a la fuga.Fuentes del Ministerio de Interior indicaron que la operaci¨®n desplegada en diversos puntos de Guip¨²zcoa estaba preparada desde antes de la una de la madrugada de ayer, momento en que se traslad¨® a San Sebasti¨¢n el director general del instituto armado, Luis Rold¨¢n, para seguir de cerca el desarrollo del dispositivo. Rold¨¢n, que compareci¨® por la tarde ante los medios de comunicaci¨®n, dijo que al comando desarticulado se le atribuyen 14 acciones terroristas con un total de 13 asesinatos. Seg¨²n Rold¨¢n, la operaci¨®n policial estaba prevista para ser llevada a cabo el pr¨®ximo lunes, pero se adelant¨® al tenerse conocimiento de la inminencia de un atentado terrorista, al parecer contra una patrulla policial.

Registros

A las cinco de la madrugada comenzaban los registros en pisos previamente controlados. Tras la detenci¨®n de diversos presuntos colaboradores etarras, la Guardia Civil hall¨® una inusitada respuesta en el ¨²ltimo piso que quedaba por revisar, en el barrio de Morlans.

Hace mes y medio, la Guardia Civil, seg¨²n Rold¨¢n, tuvo las primeras pistas sobre este comando, tras localizar a una persona que presuntamente ten¨ªa relaci¨®n con los liberados de ETA. El domingo, ¨¦ste fue visto con Mar¨ªa Eugenia Mu?agorri, a la que los agentes del Servicio de Informaci¨®n de la Guardia Civil siguieron, llev¨¢ndolos hasta donde se encontraban alojados los liberados (con sueldo) del comando.

Les vecinos del barrio se despertaron con los sonidos de disparos y metralletas. En Morlans viven unas 500 personas. Poco antes de las diez de la ma?ana, m¨¢s de un centenar de guardias ten¨ªan acordonada la ¨²nica calle del barrio y los mont¨ªculos que la circundan. Los guardias, provistos de chalecos antibalas, fueron acerc¨¢ndose poco a poco hasta el n¨²mero 53 de la calle, en el edificio Tolaretxe, de tres plantas. Los tres etarras y la presunta colaboradora del grupo, seg¨²n Luis Rold¨¢n, respondieron con fuego al alto dado por los guardias. A las primeras fuerzas de intervenci¨®n, de los Grupos Antiterroristas Rurales (GAR) de la Guardia Civil, siguieron otros grupos que bajaron por el monte, primero a pie y luego arrastr¨¢ndose por el suelo, mientras otros sub¨ªan a los tejados de los edificios pr¨®ximos.

Herido muy grave

Los guardias Diego Bravo y Jos¨¦ Luis Renco resultaron heridos -Renco se encontraba anoche muy grave-, al ser alcanzados por los disparos efectuados por los etarras.

Cerca de la una de la tarde, la propietaria del piso, Mar¨ªa Eugenia Mu?agorri, sali¨® del edificio con los brazos en alto y se entreg¨® a la polic¨ªa. Mientras tanto, sus compa?eros permanec¨ªan en la parte superior del inmueble, en donde contaban con abundante material para resistir largo tiempo: pistolas, un subfusil y varias granadas. Los ¨²ltimos disparos se pudieron escuchar en torno a las dos de la tarde. Los tres etarras hab¨ªan fallecido. La zona permaneci¨® acordonada hasta las cinco de la tarde, cuando los especialistas en desactivaci¨®n de explosivos de la Guardia Civil hicieron estallar una granada que hab¨ªan lanzado los terroristas y hab¨ªa quedado tirada en la calle. El t¨¦rmino de la operaci¨®n fue acogido entre los guardias con muestras de satisfacci¨®n. Los guardias civiles, una vez que acabaron los disparos, se abrazaron entre s¨ª.

Los fot¨®grafos que cubr¨ªan la operaci¨®n antiterrorista expresaron sus protesta ante las Fuerzas de Seguridad Estado por haberles sido requisados carretes y cintas de v¨ªdeo.