El timo de la mancha
El premio Nobel de Literatura de 1980, el escritor polaco Czeslaw Milosz, contemplaba una ma?ana del verano de 1981 la catedral de Barcelona, en una de las etapas de su viaje por Espa?a. Mientras admiraba la fachada del templo, un individuo, como en un descuido, arroj¨® sobre su chaqueta un helado y luego se lanz¨® sol¨ªcito a limpiarle la mancha. Instantes despu¨¦s, Milosz se dio cuenta de que le hab¨ªan robado la cartera.Las cosas no han cambiado 10 a?os despu¨¦s. Aunque los robos realizados a punta de navaja y el cl¨¢sico tir¨®n son todav¨ªa abundantes, tienden a disminuir frente a los que eluden el uso de la violencia, cuyas penas legales son muy inferiores a los anteriores.
La forma de robo callejero m¨¢s extendida es la que sufriera el escritor polaco. Consiste en mancharle el traje a la v¨ªctima por accidente y ofrecerse para prestarle ayuda. El ladr¨®n se abalanza sobre el turista y le restriega la mano por la chaqueta. La limpieza, como corroboran las numerosas denuncias presentadas en las comisar¨ªas, es total.
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