Unas vacaciones accidentadas
Robos, altos precios y el deterioro ecol¨®gico amargan el veraneo a los turistas extranjeros
Un chorizo que desde una moto se apropia del bolso, con el pasaporte y los cheques de viaje, una multa con varios ceros que hay que pagar inmediatamente o un amable muchacho que pide ayuda para descifrar el camino hacia alguna localidad costera catalana, mientras sus compinches roban todo lo que pueden en el coche del incauto samaritano, son algunos de los ejemplos que, en un momento, pueden destruir el sue?o, acariciado durante las tardes gris¨¢ceas e invernales de Par¨ªs, Londres o D¨¹sseldorf, de pasar unas buenas vacaciones en Espa?a.
Las principales quejas que llegan al consulado de Alemania en Barcelona se centran en tres aspectos: la inseguridad ciudadana, el deterioro ecol¨®gico y el fuerte descenso de la relaci¨®n calidad-precio en los hoteles en los ¨²ltimos a?os.Los numerosos robos de la banda de los peruanos, una organizaci¨®n que, seg¨²n la polic¨ªa, est¨¢ integrada por un centenar de individuos de esta nacionalidad que ejercen su actividad delictiva en las autopistas del litoral catal¨¢n, principalmente en la A-7, provocan una cascada de protestas en el consulado alem¨¢n.
Uno de sus procedimientos m¨¢s habituales es dirigirse en las ¨¢reas de descanso de las autopistas a la futura v¨ªctima del robo pidi¨¦ndole ayuda para descifrar un mapa. El turista se enfrasca en el asunto y, entretanto, varios c¨®mplices del atribulado due?o del mapa desvalijan el coche.
Una pareja de jubilados franceses sufri¨® otra de las modalidades de robo de estos delincuentes. Antes de iniciar sus vacaciones en Espa?a el matrimonio ten¨ªa ya noticia, gracias a la prensa de su pa¨ªs, de la existencia de este grupo de hampones. Sin embargo, cuando en el arc¨¦n de la autopista vieron un coche del que sal¨ªa humo y unas personas que les ped¨ªan ayuda, detuvieron su autom¨®vil y mientras colaboraban en apagar el fuego, los ladrones arramblaron con todo lo que llevaban en el coche. "Iban tan bien vestidos y eran tan amables y convincentes que nos lo cre¨ªmos", afirmaban desolados los dos ancianos horas m¨¢s tarde en la comisar¨ªa.
En el consulado de Francia en Barcelona, entre el 1 y el 12 de agosto, han sido denunciados 33 casos de coches asaltados por la banda de los peruanos. En los juzgados de Catalu?a hay cientos de diligencias abiertas por este tipo de delitos, que dif¨ªcilmente se resuelven por la ausencia de las v¨ªctimas, que han regresado ya a sus pa¨ªses cuando se tiene que celebrar el juicio.
El mal estado de las playas y la existencia de vertederos incontrolados son otros motivos de preocupaci¨®n en un colectivo de turistas tan sensibilizado con todo lo que afecte al deterioro ecol¨®gico como el germanico. Tampoco les gusta la discriminaci¨®n que supone el que los extranjeros tengan que pagar para poder acceder a museos y lugares de inter¨¦s cultural, cuando la entrada es gratuita para los espa?oles.
El descenso de la calidad en los hoteles espa?oles es otro motivo recurrente de protesta. "Pa¨ªses como Grecia, Turqu¨ªa o T¨²nez ofrecen por el mismo precio mejores servicios", se?alan fuentes del consulado alem¨¢n en Tenerife. Este mismo consulado manifiesta su preocupaci¨®n por una pr¨¢ctica que se ha extendido este a?o como un reguero de polvora por las playas canarias: el time sharing (sistema de multipropiedad), que hace posible el residir en una vivienda por per¨ªodos de tiempo, generalmente una o dos semanas al a?o.
En Puerto de la Cruz o Playa de las Am¨¦ricas, en Tenerife, es com¨²n encontrarse con individuos que, ofreciendo como reclamo el premio de un aparato musical de alta fidelidad o un viaje a Londres, se dirigen a turistas alemanes, generalmente de edad avanzada, y les proponen comprar una participaci¨®n vitalicia en un apartamento cercano a la playa. Los clientes, tras dejar a veces hasta medio mill¨®n de pesetas de entrada, se dan cuenta de que se han embarcado en un negocio que carece de garant¨ªas legales y cuyo futuro es cuanto menos dudoso.
La manera de sancionar las infracciones de tr¨¢fico en Espa?a deja perplejos a los turistas brit¨¢nicos, que no entienden por qu¨¦ los agentes cobran las multas, cuando en el Reino Unido, antes de realizar el pago, hay que pasar por la v¨ªa judicial. La sospecha de que los agentes act¨²en por su cuenta y traten con esta pr¨¢ctica de obtener un dinero extra est¨¢ bastante generalizada entre los brit¨¢nicos.
En el consulado de Italia en Madrid la lista de quejas ocasionadas por este hecho es enorme. Si la multa no puede ser pagada el coche es requisado por la polic¨ªa. Muchos italianos se quedan as¨ª sin dinero y acuden al consulado a pedir un pr¨¦stamo.
Multas y malos modos
Un ejemplo t¨ªpico, ocurrido apenas hace dos meses, es el de un matrimonio de profesores de Bolonia que, acompa?ados de sus dos hijos de 10 y 12 a?os, se las promet¨ªan muy felices en lo que iba a ser un recorrido por la costa cant¨¢brica. La polic¨ªa les puso una multa de 50.000 pesetas por un adelantamiento indebido y las vacaciones se fueron al garete. El consulado les prest¨® el importe de la multa, pero el trato recibido por la polic¨ªa les dej¨® muy mal sabor de boca. Algo parecido le ocurri¨® a Marco, un camionero calabr¨¦s que, tras cometer una infracci¨®n, insisti¨® en entrevistarse con el comisario. Un polic¨ªa zanj¨® la cuesti¨®n con estas palabras: "El comisario est¨¢ jodiendo con su mujer".Una de las protestas que llegan al consulado del Reino Unido en Madrid es la abundancia de atracos en zonas como la Plaza Mayor. Este hecho ha creado una cierta psicosis de inseguridad en la capital madrile?a, que supera con mucho el n¨²mero real de atracos, "una proporci¨®n infinitesimal para el n¨²mero de turistas brit¨¢nicos que acuden a Espa?a", seg¨²n un portavoz del consulado del Reino Unido.
"Al regresar a casa el turista brit¨¢nico suele comentar a sus amigos que Espa?a le encant¨®, pero que a un cliente del hotel le robaron o que el botones les advert¨ªa de que no salieran a la calle a partir de medianoche porque es peligroso. Estos rumores crean la imagen de una inseguridad ciudadana exagerada", agrega este mismo, portavoz.
El consulado de Italia en Madrid recibe una media diaria de 20 quejas. La mayor parte de ¨¦stas se refieren a robos. Es muy com¨²n el hurto organizado, en el que los delincuentes siguen desde el aeropuerto de Barajas a parejas de italianos que han alquilado un coche. En el primer sem¨¢foro de Madrid les rajan una rueda con un cuchillo, un c¨®mplice les avisa de que tienen una rueda pinchada y, en el momento en que salen a ver lo que ocurre, les roban lo que llevan dentro del coche.
Otro problema con el que se encuentran los turistas y que origina numerosas quejas es el de que los formularios para realizar denuncias est¨¢n redactados, muchas veces, exclusivamente es espa?ol. Las comisar¨ªas carecen de int¨¦rprete.
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