Gorbachov entierra la vieja URSS y anuncia el inicio de una "nueva era"

Viene de la primera p¨¢ginaEn el cuarto y ¨²ltimo d¨ªa de sesiones del Congreso de los Diputados, Gorbachov se emple¨® a fondo para lograr una votaci¨®n favorable de los puntos claves de los dos documentos que dan cauce legal al proceso espont¨¢neo de desintegraci¨®n del modelo sovi¨¦tico, acelerado por el golpe de Estado del 19 al 21 de agosto. Primero, el Congreso vot¨® punto por punto y luego en su conjunto una disposici¨®n que establece las l¨ªneas maestras y reglas de juego del periodo de transici¨®n hacia un "nuevo sistema de relaciones estatales, basado en la voluntad de las rep¨²blicas y los intereses de los pueblos". Esta disposici¨®n obtuvo 1.699 votos a favor y 24 votos negativos.

Acto seguido, el superparlamento se enfrent¨® con su propio harakiri y pas¨® a votar la ley con rango constitucional que fija las nuevas estructuras de poder. A las 11,35 de la ma?ana, tras 35 minutos de tensi¨®n, la ley qued¨® aprobada por 1.682 votos a favor, 43 en contra y 63 abstenciones. 53 diputados no emitieron su voto. Antes de llegar a este resultado, el Congreso se neg¨® por dos veces a aprobar uno de los puntos claves de la ley, mediante el que se crea un Soviet Supremo de nuevo cu?o con capacidad para introducir modificaciones constitucionales y totalmente controlado por las rep¨²blicas. Este punto, mortal para el Congreso, el ¨²nico foro que aprobaba las modificaciones constitucionales hasta ahora, no logr¨® en dos ocasiones la mayor¨ªa de dos tercios necesaria.

El presidente amenaza

Si no votamos este punto, el Congreso deja de funcionar", grit¨® Gorbachov, que, sin ning¨²n recato, presion¨® hasta obtener el resultado deseado. El nuevo S¨®viet Supremo estar¨¢ formado por dos c¨¢marias, un S¨®viet de las Republicas y un S¨®viet de la Uni¨®n. En el S¨®viet de las Rep¨²blicas, cada una de ellas tendr¨¢ un solo voto, aunque el n¨²mero de diputados que les corresponden (un m¨ªnimo de 20 elegidos entre los diputados sovi¨¦ticos y los diputados de los parlamentos propios) var¨ªa seg¨²n el n¨²mero de formaciones aut¨®nomas integradas en su territorio. A la Federaci¨®n Rusa le corresponden un total de 52 diputados y las restantes rep¨²blicas a?aden a la cuota inicial un diputado m¨¢s por cada formaci¨®n aut¨®noma que posean.

A la hora de contar los votos, esta c¨¢mara tendr¨¢ una marcada influencia asi¨¢tica, si se considera la presencia de cinco rep¨²blicas centroasi¨¢ticas y la ausencia de las tres rep¨²blicas b¨¢lticas, que esperan el inminente reconocimiento de su independencia por Mosc¨².

El S¨®viet de la Uni¨®n, se forma a partir de los contingentes que exist¨ªan anteriormente para las rep¨²blicas en la c¨¢mara del mismo nombre del anterior parlamento, pero ahora con el previo acuerdo de los "¨®rganos superiores de poder de las rep¨²blicas de la Uni¨®n".

Las rep¨²blicas deben designar ahora, cada una por su parte, sus nuevos representantes en los ¨®rganos de poder central y decidir cu¨¢les ser¨¢n los m¨¦todos para su selecci¨®n entre sus propios diputados y los que ya ten¨ªan en el Congreso.

Listas de nombres

En la Casa Blanca, la sede del parlamento ruso, comenzaban ya ayer a circular listas de nombres. La opini¨®n de que la selecci¨®n corresponde al Soviet Supremo de Rusia prevalec¨ªa ayer en una reuni¨®n dirigida por Rusl¨¢n Jazbulatov, el presidente en funciones de este organismo.

El esquema de la nueva estructura de poder prescinde de la figura del vicepresidente (a petici¨®n de Rusia) e incluye un Consejo de Estado, formado por los dirigentes de las rep¨²blicas y el presidente de la URSS, y un Comit¨¦ Econ¨®mico Interrepublicano que gestionar¨¢ la econom¨ªa.

Los diputados del Congreso conservar¨¢n su cargo hasta que se celebren las elecciones de un nuevo parlamento. Esto significa que los padres de la Patria son autorizados a seguir llevando su insignia, a cobrar sus sueldos, ocupar sus viviendas oficiales y a trabajar, si quieren hacerlo, en las labores del S¨®viet Supremo.

El ¨²nico punto que Gorbachov no pudo ver aprobado ayer consideraba como improcedente la celebraci¨®n de nuevas sesiones del Congreso. Sin embargo, esto carece de importancia, dado que las facultades constitucionales han sido transferidas al S¨®viet Supremo y ¨¦ste puede ahora anular la disposici¨®n, seg¨²n la cual era obligatorio reunir al Congreso por lo menos una vez al a?o. Hasta los sectores m¨¢s conservadores se hab¨ªan ayer resignado a aceptar el golpe de Estado constitucional dado por los presidentes de 10 rep¨²blicas y Gorbachov, e incluso llegaban a interpretarlo positivamente como la ¨²nica posibilidad de conservar la Uni¨®n Sovi¨¦tica, aunque fuera sobre una base totalmente nueva. Las grandes decisiones que se han tomado ser¨¢n puestas a prueba por una realidad plagada de conflictos, desde la insatisfacci¨®n de las formaciones aut¨®nomas, por su escaso peso en la estructura estatal, a los problemas territoriales y la acuciante situaci¨®n econ¨®mica.

El Congreso vot¨® adem¨¢s una declaraci¨®n de Derechos Humanos, pero no reconoci¨® la independencia de las rep¨²blicas b¨¢lticas, un punto que figuraba en el orden del d¨ªa original de la sesi¨®n, antes de que Gorbachov y los 10 presidentes impusieran el suyo. Entre las l¨ªneas maestras para el periodo de transici¨®n se hace referencia al "respeto" por las declaraciones de soberan¨ªa e independencia, al tiempo que se exigen conversaciones para decidir las cuestiones relacionadas con este proceso. Otro apartado alude a la necesidad de acelerar la firma del Tratado de la Uni¨®n.