El Sevilla destroza al Bar?a en 45 minutos

JUAN M?NDEZ, Al Sevilla casi le bastaron 45 minutos. En un primer tiempo espectacular, pleno de entrega y acierto ante el marco rival, el conjunto de Esp¨¢rrago desarbol¨® a todo un campe¨®n de Liga. Iv¨¢n Zarnorano, cuestionado por los sevillistas hasta minutos antes de que comenzara el partido, acall¨® a la afici¨®n con dos magn¨ªficos goles y un impresionante salto -su cabeza super¨® la altura del larguero- que le sirvi¨® para que Conte completase un 3-0 inimaginable. El Barcelona, inoperante en el primer periodo, se retir¨® a la caseta pensado en que todo era un espejismo.

Y de veras que lo fue. El Sevilla cumpli¨® a rajatabla todo lo que Esp¨¢rrago dijo durante la semana. El equipo andaluz situ¨® dos l¨ªneas defensivas, muy pr¨®ximas, al borde de su ¨¢rea y apenas separadas entre s¨ª por cinco metros de hierba. All¨ª esper¨® a su rival, dej¨¢ndole el contr ol del centro del campo, y sin picar en una lucha de presi¨®n en el centro del campo, donde el Barcelona basasu ataque a base de paredes hasta el borde del ¨¢rea. Para el ataque andaluz, el recuperado Bengoechea fue la clave, junto con los goleadores.Ante esta estrategia el Barcelona no supo ajustar su rentable esquema de juego. El conjunto de Cruyff tocaba bien en la zona cedida por su rival pero al llegar a la primera de las l¨ªneas las paredes no encontra ban respuesta. El Sevilla multi plicaba efectivos en esa parcela y el Bar,i;a acab¨® optando por lo m¨¢s f¨¢cil: jugar en largo donde el Sevilla se val¨ªa para atajar el peligro. Goikoetxea lleg¨® al descanso harto del pegagoso Em¨¦nez; Stoichkov no consegu¨ªa provocar a Diego; y las paredes de Bakero nunca encontraban un amigo.

El Barcelona reaccion¨® ante el primer golpe de Zamorano y Laudrup tuvo en sus botas el empate (M. 16), pero su disparo sali¨® desviado. Por dos veces, y siempre al contrataque con Bengoechea como distribuidor, volvi¨® a marcar el Sevilla. Dos goles cargados adem¨¢s de espectacularidad que hicieron hervir el S¨¢nchez Pizju¨¢n. Pero en el ambiente a¨²n se respiraba temor. El campe¨®n no iba a arrojar la toalla sin dejar muestra de su val¨ªa. Y los problemas no tardaron en llegar tras el descanso.

Cruyff, sin delanteros en el banquillo, reajust¨® el equipo con Amor haciendo de Koeman, pero por delante de la defensa, y con el holand¨¦s en la posici¨®n de Bakero, que se qued¨® en la caseta. Nadal pas¨® a engrosar la delantera.

La presi¨®n inicial descompuso la dos l¨ªneas sevIllistas, que se separaron m¨¢s de lo ordenado para intentar salir del ¨¢rea con el bal¨®n jugado. El BarQa. consigui¨® el primer gol en un error de Martag¨®n.

Crist¨®bal fue la ¨²ltima baza de Cruyff, que acab¨® jugando con dos defensas y cinco delanteros, con Koeman de pivote. El holand¨¦s apenas toc¨® el bal¨®n, pero cuando lo hizo lleg¨® el 3-2 y el p¨¢nico se apoder¨® del conjunto sevillista.

Se presagi¨® la cat¨¢strofe para el Sevilla. Todo el esfuerzo del conjunto andaluz parec¨ªa diluirse ante la contundente reacci¨®n del Barcelona. Pero ¨¦sta se construy¨® a base de riesgo y siempre a remolque del marcador. Con s¨®lo dos defensas, Nando y Ferrer, ambos pendientes de Zamorano, Cortijo aprovech¨® un pase al hueco para plantarse ante Zubizarreta y rematar la faena.