Losada reanuda su actividad con la publicaci¨®n de 40 t¨ªtulos mensuales
La editorial argentina influenci¨® a los intelectuales espa?oles de los a?os cincuenta
Una empresa al borde de la ruina como tantas otras, un hombre con dinero que compra los restos del naufragio y, de pronto, al quitar el moho de los hierros oxidados, aparece el nombre que pone en libertad los recuerdos atados al palo mayor de Argentina y Espa?a: la m¨ªtica editorial Losada existe todav¨ªa. Ella era entonces, en la posguerra espa?ola, el ¨²nico rayo capaz de atravesar el coraz¨®n de las tinieblas. A un ritmo de impresi¨®n promedio de unos cuarenta t¨ªtulos por mes, la editorial trata de reconstruir y actualizar su tradicional cat¨¢logo, y ya tiene a la venta sus nuevas ediciones.
La L may¨²scula sobre la que se apoya una rama con cinco hojas de laurel, el logotipo hist¨®rico de la marca, brota nuevamente en las mesas y escaparates de las librer¨ªas."Comprendo el inter¨¦s y la emoci¨®n", dice el gerente Alberto D¨ªaz. "Toda la camada de gente que hoy gobierna y decide en Espa?a, no s¨®lo los pol¨ªticos, ha le¨ªdo a la generaci¨®n del 27 y a otros autores malditos en los libros de Losada".El prestigio de la marca, una consecuencia de la nobleza y pasi¨®n con que el fundador, Gonzalo Losada, ejerci¨® su oficio desde 1938. late con tanta fuerza, seg¨²n los nuevos propietarios, "que tal vez sea la ¨²nica raz¨®n que explique por qu¨¦ la editorial no desapareci¨® definitivamente".
Muerto don Gonzalo en 1981, a los 89 a?os, despu¨¦s de mantenerse hasta poco tiempo antes al frente de la empresa, su hijo Gonzalo Losada hered¨® el sill¨®n y las deudas. La editorial estaba ya "t¨¦cnicamente en quiebra" cuando Jos¨¦ Juan Fern¨¢ndez Reguera, un vendedor de peri¨®dicos convertido luego en distribuidor y por fin en editor de fasc¨ªculos y carteles, compr¨® la sociedad en 1989. La historia de ambos, el fundador y el nuevo propietario, puede bordarse con un fino hilo espa?ol como las p¨¢ginas de un antiguo y ¨²nico libro.
La historia
Don Gonzalo, nacido en Madrid, era el jefe de ventas en Buenos Aires de la editorial Espasa Calpe cuando estall¨® la guerra civil. Convocado a filas por su esp¨ªritu republicano, el jefe de ventas se coloc¨® las jinetas de editor independiente. "Quer¨ªa evitar", seg¨²n contaba a?os m¨¢s tarde, "que, la destrucci¨®n de Espa?a afectara a toda la cultura hispana".Para cavar su propia trinchera, el fogoso Gonzalo hipotec¨® la casa, vendi¨® el coche y, en sociedad con Guillermo de Torre -esposo de Norah, la hermana del escritor Jorge Luis Borges-, integr¨® el primer directorio con Teodoro Bec¨², Amado Alonso, Francisco Romero, Lorenzo Luzuriaga y Pedro Henr¨ªquez Ure?a.
As¨ª naci¨® la editorial Losada, la que present¨® en castellano a Kafka, Lawrence y Rilke, entre otros. La de los poetas de Espa?a y Am¨¦rica como Neruda, Alberti, Vallejo, Lorca, Le¨®n Felipe, Aleixandre. La que dio a miles de lectores hasta Sartre o Camus. La que difundi¨® a Faveche, Vasco Bratol¨ª, Moravia. La que ense?¨® a leer m¨¢s que cualquier otra escuela de la ¨¦poca.?
Poco antes de que don Gonzalo declarara su propia guerra al franquismo, un beb¨¦ de cuatro meses nacido en Espa?a llegaba en brazos de su madre a Buenos Aires. M¨¢s de 50 a?os despu¨¦s, aquel ni?o, Jos¨¦ Juan Fern¨¢ndez Reguera, es ahora don Jos¨¦, el incansable patr¨®n actual de Losada que circula por los despachos entre fotos amarillas de Azor¨ªn, Miguel ?ngel Asturias o Juan Ram¨®n Jim¨¦nez. El esp¨ªritu del nuevo due?o tiene en cuenta la historia, pero libra tambi¨¦n sus propias batallas: "Me he metido en todo este l¨ªo", se justifica, "porque quiero probar que, en este pa¨ªs, la cultura es buen negocio"..
Proyectos
Su proyecto no acaba en la editorial Losada, incluye tambi¨¦n la recuperaci¨®n del local abandonado en la avenida de Corrientes del centro de Buenos Aires, donde funcionaba el Lorraine, un cine de estreno para las pel¨ªculas de Bergman o los nuevos directores franceses de los a?os sesenta. Fern¨¢ndez Reguera va a inaugurar all¨ª, en un mes m¨¢s, un complejo de minicines, cafeter¨ªa y librer¨ªa.La inversi¨®n en la editorial ha sido moderada, pero constante. Don Jos¨¦ quiere sanear las finanzas antes de pensar en recuperar mercado. "Estamos exportando poco todav¨ªa", confirma el gerente, "pero la oportunidad es buena a pesar de lo que dicen los editores argentinos, que siguen llorando por el para¨ªso perdido de los a?os sesenta".
Fern¨¢ndez Reguera es socio de la Red Editorial Iberoamericana (REI) para la distribuci¨®n de los libros de Losada. La REI, fundada en 1988 por Germ¨¢n S¨¢nchez Ruip¨¦rez, pertenece al grupo Anaya.
Para Jos¨¦ Juan Fern¨¢ndez Reguera, el futuro se parece al modelo espa?ol y europeo: "All¨ª se han conformado grandes grupos multimedia que tienen cadenas de televisi¨®n, peri¨®dicos, radios, editoriales y sat¨¦lites. Nosotros tendremos que hacer lo mismo si queremos sobrevivir".
Babelia
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