El Barcelona se engancha a la Liga
El Barcelona, definitivamente, demostr¨® anoche que est¨¢ vivito y coleando. Despu¨¦s de sufrir una cura de desintoxicaci¨®n bajo la atenta supervisi¨®n de su patriarca Josep Llu¨ªs N¨²?ez, se ha enganchado a la Liga en tan s¨®lo una semana. Primero empat¨® en el Bernab¨¦u y ayer infligi¨® al Atl¨¦tico de Madrid, l¨ªder de la competici¨®n, su primera derrota lo que parec¨ªa que iba a ser un mano a mano entre los equipos madrile?os, se ha convertido en una lucha sin cuartel con un tercero en discordia que se resiste a hacer el papel de comparsa.Barcelona y Atl¨¦tico de Madrid ofrecieron, sin duda, el mejor espect¨¢culo de la temporada futbol¨ªstica en el que la pizarra fue un factor fundamental en el desarrollo del juego. Luis Aragon¨¦s aplic¨® la t¨¢ctica que tan buenos resultados le ha dado hasta el momento: construir en defensa e improvisar en ataque. Johan Cruyff renunci¨® a sus principios, se convirti¨® en un director m¨¢s fl¨¦xible, dejando a un lado su despotismo ilustrado, e imit¨® a su rival.Cruyff, al igual que hizo en el Bernab¨¦u y en el Vicente Calder¨®n en el partido de ?da de la Supercopa, jug¨® con cuatro defensas natos. Estableci¨® una guardia pretoriana para proteger al fall¨®n, lento y torp¨®n Koeman y puso por delante de ellos a un joven de la cantera, que se est¨¢ ganando a pulso la titularidad y la admiraci¨®n de todos: Guardiola. Este chaval al que tan s¨®lo en siete d¨ªas le han encomendado la papeleta de borrar del mapa a dos hombres tan carism¨¢ticos como Butrague?o y Schuster, fue el pivote del juego azulgrana.El planteamiento un tanto sorprendente de Cruyff -Bakero y Eusebio se quedaron en el banquillo- dio sus frutos. La idea inicial del t¨¦cnico azulgrana era la de desgastar al rival en los primeros 45 minutos y evitar que el Atl¨¦tico utilizara su arma m¨¢s letal: el contraataque. Todo le sali¨® a pedir de boca.
Con Stoichkov en solitario y en vanguardia y Nadal pegado a la banda derecha para evitar las incursiones de Soler, el Atl¨¦tico se encontr¨® inc¨®modo y sin capacidad de reacci¨®n. Durante todo el primer tiempo el equipo rojiblanco estuvo contra las cuerdas. Schuster tuvo que retrasarse al ver la presi¨®n a la que es taba sometido, mientras que Moya y Futre no pudieron des pegarse de sus implacables marcadores, Ferrer y Moya.
El primer aviso para el Atl¨¦tico lleg¨® en el minuto 12, en una jugada conflictiva en la que Stoichkov cay¨® en el ¨¢rea ante la salida de Abel. No se sancion¨® con penalti, a pesar de las protestas del b¨²lgaro y del p¨²blico. Pero la m¨¢quina azulgrana ya daba muestras de su potencial. El Atl¨¦tico, intentando imitar al Mil¨¢n de sus buenos tiempos -es decir, adelantando a su defensa para obligar al rival a jugar en tan s¨®lo 25 metros-, no consigui¨® frenar la avalancha que se le ven¨ªa encima. Amor, en dos ocasiones, y Stoichkov con un cabezazo que se encontr¨® Abel, levantaron a los espectadores de sus asientos. M¨¢s de uno pens¨® que el Bar?a est¨¢ gafado con el gol y quiz¨¢ haya que pensar que sus jugadores, de practicar tantos rondos en los entrenamientos, se olvidan del remate cl¨¢sico y se inclinen m¨¢s por el del f¨²tbol-sala. Pero Stoichkov, que es indisciplinado, empalm¨® uno a la vieja usanza y el Camp Nou vibr¨® como en los mejores tiempos.
Hasta Jes¨²s Gil, presidente Atl¨¦tico, reconoci¨® en el descanso la justicia del resultado mientras su colega N¨²?ez se hac¨ªa cruces de los goles que fallaban sus jugadores. Luis Aragon¨¦s, por el contrario, se congratulaba en el vestuario, mientras se estrujaba las meninges para encontrar un ant¨ªdoto y lograr, al menos, el empate. El sabio de Hortaleza situ¨® en la banda derecha a Futre, sabedor de que Ferrer tiene serios problemas para sujetar en su parcela a un hombre zurdo.
Y Futre estuvo a punto de armarla, tal como hab¨ªa pronosti cado su protector, Jes¨²s Gil, al que sus jugadores le llaman Mad Max. El Bar?a pas¨® por momen tos de desconcierto, en los que se puso de manifiesto la baja forma de Koeman y la serenidad del joven Guardiola, que se comport¨® como un aut¨¦ntico veterano, mandando, templando y haciendo las faltas precisas, lejos del borde del ¨¢rea, para evitar los peligrosos lanzamientos del silbado Schuster, que ayer tan s¨®lo se pase¨® por el Camp Nou.Cruyff cercen¨® de ra¨ªz las aspiraciones atl¨¦ticas con un nuevo cambio t¨¢ctico. Mand¨® a Stoichkov al vestuario y el b¨²lgaro hasta entendi¨® las razones de su sustituci¨®n. Bakero reforz¨® el centro del campo y entonces se dio la paradoja de que el Atl¨¦tico pas¨® a atacar y el Bar?a a contraatacar. Los rojiblancos demostraron cierta candidez en ese aspecto y los azulgrana una madurez inusual.
En la recta final del partido se puso de manifiesto el mayor desgaste que sufri¨® el Atl¨¦tico el pasado mi¨¦rcoles frente al Manchester United, en la Recopa. Tambi¨¦n se evidenci¨® la falta de preparaci¨®n psicol¨®gica para afrontar un rev¨¦s de envergadura. En definitiva, que el Atl¨¦tico no sup o, al menos anoche, soportar la presi¨®n que origina el liderato. El Bari?a saco , provecho de esa circunstancia y dio m¨¢s emoci¨®n a la Liga, que parec¨ªa cosa de dos. Los tres grandes est¨¢n vivos, a pesar de sus problemas end¨¦micos.
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