El encantamiento

Algunos dirigentes del PSOE muestran pesadumbre por el estado de cosas en el partido al no haber avanzado en la soluci¨®n de los problemas internos desde hace m¨¢s de un a?o. "Las cosas est¨¢n como antes del congreso del partido, se ha vuelto al manique¨ªsmo y no se avanza nada".Numerosos dirigentes socialistas creen que Felipe Gonz¨¢lez no puede soslayar la presi¨®n de los dirigentes regionales y del propio Alfonso Guerra. En primer lugar, porque las posiciones de los segundos contin¨²an proporcionando votos en las elecciones y, en el orden interno, porque estar a bien con ellos le garantiza la paz interna.Los guerristas "presionan para que las posiciones llamadas liberales no triunfen absolutamente" y de ah¨ª deducen que siempre habr¨¢ conflicto en asuntos importantes, tal como ha ocurrido en la crisis asturiana. Estos interlocutores, no obstante, est¨¢n convencidos de que, aunque pueda haber alg¨²n matiz ideol¨®gico, lo que de verdad se dirime son "parcelas de poder", y sonr¨ªen cuando se atribuye a Guerra posiciones "radicales de ultraizquierda".

Ahora nadie habla de la sucesi¨®n de Felipe Gonz¨¢lez ni en la candidatura a la presidencia del Gobierno ni como m¨¢ximo l¨ªder del PSOE. Todos quieren creer que Gonz¨¢lez continuar¨¢al frente del PSOE durante mucho tiempo. Incluso quienes le critican porque "no quiere conocer en profundidad lo que pasa en el partido" comprenden que Gonz¨¢lez "tiene que ocupqrse de otras cosas".

Algunos de los presidentes regionales socialistas que se han reunido con ¨¦l en los ¨²ltimos d¨ªas sufren una especio de "encantamiento", seg¨²n la impresi¨®n de los dirigentes regionales cuando su presidente regresa. Es el caso del presidente asturiano, Juan Luis Rodr¨ªguez Vigil. Su dureza con el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, respecto a los planes de Hunosa, se derrumb¨® tras entrevistarse con Gonz¨¢lez.