El abismo ¨¦tnico
Yugoslavia se desgarra por las costuras de nueve pueblos entremezclados I
Nueve comunidades permanecen atrapadas en el sureste de Europa por el conflicto yugoslavo. Eslovenos, musulmanes, albaneses, macedonios, montenegrinos, h¨²ngaros, croatas y serbios, adem¨¢s de los italianos de Istria, se enfrentan en ocasiones unos contra otros en un pa¨ªs donde ninguna de sus seis rep¨²blicas (Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Croacia, Macedonia, Eslovenia y Serbia), como tampoco las dos provincias aut¨®nomas (Kosovo y Voivodina), son ¨¦tnicamente puras. Tal situaci¨®n, lejos de componer una curiosidad para los libros de historia, amenaza con impedir cualquier soluci¨®n negociada para una guerra civil todav¨ªa no declarada pero que, seg¨²n Croacia, ha costado ya m¨¢s de 5.000 vidas.
El sitio de Dubrovnik, la perla del Mediterr¨¢neo cantada por el poeta brit¨¢nico Lord Byron y cercada por el Ej¨¦rcito federal, es s¨®lo una muestra del abismo inter¨¦tnico abierto en Yugoslavia. Este puerto croata resulta de vital importancia para unas Fuerzas Armadas controladas por Serbia, que ha perdido, su salida tradicional al mar. Sol¨ªa hacerlo a trav¨¦s de Montenegro, su aliado y guardi¨¢n tradicional de la industria naval serbia. Pero a pesar de sus privilegiadas relaciones econ¨®micas con Serbia, el Gobierno montenegrino de Momir Bulatovic ha intentado distanciarse de su poderoso vecino: por una parte porque no quiere renunciar a la ayuda de la Comunidad Europea (CE), y por otra porque se opone a una fusi¨®n total en el seno de una hipot¨¦tica Gran Serbia.Serbia es la ¨²nica rep¨²blica con un 85,4% de poblaci¨®n aut¨®ctona, seg¨²n datos del Consejo de Europa. Los serbios est¨¢n, adem¨¢s, repartidos por todo el pa¨ªs y forman la comunidad m¨¢s numerosa, con un 36,3% de la poblaci¨®n total. En 1990, Yugoslavia ten¨ªa 23.556.000 habitantes. S¨®lo en Bosnia-Herzegovina hab¨ªa un 32,2% de serbios y en Voivodina un 55,8%. En Croacia, su principal enemiga, llegan al 11,5%.
Si bien no todas las minor¨ªas ¨¦tnicas han acudido a La Haya, las que han aceptado la invitaci¨®n de la Conferencia de Paz de la CE se han entrevistado con sus dos vicepresidentes, el espa?ol Nu?o Aguirre de C¨¢rcer y el holand¨¦s Carl Barkman. Para algunos de sus representantes, las recomendaciones acerca de las distintas etnias incluidas en la propuesta comunitaria para un posible arreglo pol¨ªtico yugoslavo resultan inaceptables.
Es el caso, precisamente, de los serbios que viven en Croacia (Krajina y Eslavonia). Ellos no aceptan ninguno de los estatutos especiales de autonom¨ªa previstos en el documento. Desean formar parte de Serbia o disponer de un estatuto completo de autonom¨ªa que supone en realidad la independencia. "Lo ¨²nico que se les puede ofrecer es la m¨¢xima situaci¨®n de garant¨ªa para una minor¨ªa. Y eso, recordando que no habr¨¢ cambios de fronteras entre las rep¨²blicas sin un acuerdo de las dos partes", se?ala Aguirre de C¨¢rcer.
Para ¨¦l estas minor¨ªas serbias en Croacia constituyen el mayor problema a la hora de dise?ar la nueva Yugoslavia. "Unos grupos aparecen en el noreste, en Vukovar, Osijek, o en la zona del Danubio. Es un ¨¢rea que marca la continuaci¨®n de la gran llanura h¨²ngara, que llega hasta aqu¨ª pasando por Voivodina. Los otros est¨¢n en el noroeste, en un lugar monta?oso y sin valles donde dibujar una l¨ªnea estable y agruparlos. Para Serbia, este ¨²ltimo territorio tiene gran inter¨¦s porque all¨ª abajo est¨¢ el mar y los puertos, entre ellos Dubrovnik y Sibenik".
Seg¨²n explicaron en Holanda, los serbios del noroeste quieren su propio gobierno y una capital en la ciudad de Knin. "El problema es que as¨ª falla la conexi¨®n con Belgrado porque Bosnia-Herzegovina queda en medio, con un Parlamento que ya ha aprobado la independencia con el apoyo de croatas y musulmanes", dice el diplom¨¢tico espa?ol. "No ser¨ªa de extra?ar que los serbios quieran establecer un cord¨®n que pase por Bosnia para alcanzar el Mediterr¨¢neo".
No se les trata bien
Al sureste de Bosnia, entre Serbia y Montenegro, aparece un enclave musulm¨¢n que dificulta tambi¨¦n los planes serbios de ex pansi¨®n. "El imperio austroh¨²ngaro se encarg¨® ya de evitar que los serbios se hicieran fuertes, a pesar de que su frontera con los otomanos corr¨ªa a lo largo de Serbia", explica Aguirre de C¨¢rcer. "Como pod¨ªa formarse un conglomerado entre ella y Montenegro, estableci¨® una zona in termedia formada por los musul manes de Sandzac". Su capital es Novi. Pazar y sus habitantes est¨¢n repartidos en varias ciudades del suroeste de Serbia y del norte de Montenegro. En esta ¨²ltima rep¨²blica son un 13,4%, lo mismo que en Macedonia. En Bosnia alcanzan un 39,2%. En el conjunto del pa¨ªs los musulma nes suponen un 8,9% del total.
Sandzac tambi¨¦n se ha mostrado partidaria de la autonom¨ªa pol¨ªtica y ha iniciado para ello un complicado refer¨¦ndum, prohibido por Serbia y apoyado por los musulmanes de Bosnia. "No est¨¢n contentos porque no se les trata bien en ninguna de las rep¨²blicas donde aparecen sus ciudades. Su presencia no se refleja tampoco en los gobiernos locales, en su mayor¨ªa serbios", se?ala Aguirre de C¨¢rcer. Su situaci¨®n contrasta con la de la minor¨ªa albanesa en Croacia y Eslovenia. En la primera son unos 200.000 entre comerciantes y profesionales relativamente pr¨®speros, seg¨²n la Uni¨®n Albanesa de Croacia. "El mayor problema lo componen los m¨¢s de 3.000 desertores del Ej¨¦rcito federal yugoslavo, de extracci¨®n albanesa".
En Macedonia y Montenegro los albaneses (6,5% en ambas) tambi¨¦n son discriminados. Se han cerrado escuelas impidi¨¦ndose a miembros electos del Parlamento tomar posesi¨®n de su esca?o. Los representantes de la Uni¨®n Albanesa de Croacia dijeron en La Haya que Kosovo deber¨ªa ser una rep¨²blica independiente dentro de una uni¨®n o confederaci¨®n. Cualquier estatuto de autonom¨ªa es para ellos inaceptable e incluso si se les otorga desean ser reconocidos como una naci¨®n".
La Liga Democr¨¢tica Albanesa de Kosovo, por su parte, se?al¨® que los estatutos de autonom¨ªa que reciban los serbios ser¨¢n el modelo para las dem¨¢s minor¨ªas. Ello sin tratamientos especiales para, la comunidad serbia de Croacia que no fueran disfrutados a su vez por otras. Ninguno de estos representantes albaneses expuso en Holanda su deseo de unirse a Albania o de f¨®rmar un gran Kosovo. La paz y la democracia fueron adem¨¢s los escenarios descritos para lograr sus objetivos.
Cohesi¨®n pol¨ªtica.
"El mayor problema es que no existe una verdadera cohesi¨®n pol¨ªtica entre los grupos ¨¦tnicos que gobiernan en cada rep¨²blica", a?ade el vice-presidente de la conferencia: "El jefe de la delegaci¨®n de Bosnia fue por ejemplo rebatido en p¨²blico por el representante serbio en dicha rep¨²blica. Hallar pues una soluci¨®n a corto plazo ser¨¢ muy dificil". Serbia ha decidido elevar varias preguntas a la Comisi¨®n de Arbitraje de la que es titular el franc¨¦s Robert Badinter.
Serbia trata de averiguar qui¨¦nes pueden ser sujeto del derecho de autodeterminaci¨®n desde,el punto de vista de las leyes internacionales. Tambi¨¦n espera conocer el car¨¢cter atribuido por ellas a las fronteras internas. Finalmente pregunta si la secesi¨®n es un acto legal para la ONU. Badinter recibi¨® las cuestiones a trav¨¦s de lord Carrington, pero no ha podido contestar. A la vista de este silencio, Serbia mand¨® un segundo cuestionario. La rep¨²blica, sin embargo, no se comprometi¨® a ejecutar la posible resoluci¨®n de la comisi¨®n.
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