La presidencia de IU rechaz¨® casi por unanimidad la dimisi¨®n de Anguita
El debate mantenido ayer por la presidencia de Izquierda Unida muestra hasta qu¨¦ punto se han enquistado las posiciones de los dos sectores enfrentados por su concepto organizativo de esta fuerza pol¨ªtica: por un lado, el sector cr¨ªtico del PCE, unido a los dirigentes del Pasoc y algunos independientes; por otro, el propio Anguita, apoyado por otros l¨ªderes comunistas, junto a dirigentes de Izquierda Republicana. La presidencia trat¨® de convencer a Anguita de que no dimitiese, pero ¨¦ste se mantuvo en sus trece despu¨¦s de que sus partidarios perdiesen una votaci¨®n para formar una gestora que convocase una asamblea extraordinaria.
La presidencia estaba convocada ayer para debatir el modelo organizativo de la coalici¨®n, pero la discusi¨®n se centr¨® ya desde la ma?ana en la decisi¨®n de Anguita de convocar un consejo federal que estudiase la decisi¨®n de Esquerra Unida del Pa¨ªs Valenciano de inscribirse como partido. Los partidarios de la conversi¨®n de IU en un partido hicieron pi?a para defender que una decisi¨®n as¨ª supondr¨ªa una injerencia en la autonom¨ªa de las federaciones. Anguita perdi¨® la votaci¨®n por 16 a 13 y entonces fue cuando solt¨® la bomba de su dimisi¨®n.Junto a ¨¦l se alinearon los dirigentes comunistas Francisco Frutos, Salvador Jov¨¦, Luis Carlos Rej¨®n, el responsable de las Juventudes del partido, Enrique de Santiago, y los miembros de Izquierda Republicana Carmen D¨ªez e Isabelo Herreros. Enfrente se encontr¨® al sector cr¨ªtico de su partido, que ha apoyado la disoluci¨®n del PCE, encabezado por Juan Berga, Francisco Palero y Juan Jos¨¦ Azcona; a los dirigentes del Pasoc Alonso Puerta, Pablo Castellano y Franco Gonz¨¢lez, y a responsables territoriales de su partido, como el valenciano Albert Taberner, o independientes como Diego L¨®pez Garrido.
Excusas para el debate
En definitiva, el debate sobre el caso valenciano quedaba como una excusa y la l¨ªnea divisoria se trazaba entre quienes han defendido transformar IU en un partido y quienes sostienen, con Anguita al frente, el actual modelo de la coalici¨®n con el PCE como una corriente.
En la discusi¨®n, Juan Berga acus¨® a Anguita de "decir una cosa en el seno del PCE y otra distinta en las reuniones de IU", informa Efe. Anguita se levant¨® de la silla y, se?alando con el dedo a Berga, le invit¨® a sustituirle si pensaba que pod¨ªa hacerlo mejor.
Seg¨²n diversos miembros de la presidencia, Anguita, tras presentar su dimisi¨®n, quiso suspender el debate hasta la pr¨®xima semana, pero los asistentes le forzaron a que la presidencia continuase reunida. Fue entonces cuando dirigentes m¨¢s pr¨®ximos a ¨¦l, como Salvador Jov¨¦ o Francisco Frutos, propusieron que se constituyese una gestora que convocase una asamblea extraordinaria. Esta propuesta fue derrotada por la que hizo Francisco Palero de que se mantuviese una "presidencia pol¨ªtica", es decir, que siguiese funcionando, aunque continuara la actual presidencia, como direcci¨®n colegiada. Esta ¨²ltima propuesta triunf¨® tambi¨¦n por 16 votos a favor y 13 en contra.
Se abr¨ªa entonces un debate en el que todos los intervinientes plantearon a Anguita m¨²ltiples alternativas para que revocase su decisi¨®n y se lleg¨® a votar una iniciativa de la presidencia por la cual este ¨®rgano no aceptaba la dimisi¨®n de su l¨ªder, propuesta que fue mayoritariamente secundada y que s¨®lo arroj¨® dos abstenciones, una de ellas la del propio Anguita. Pero ¨¦ste se mantuvo en sus trece de dimitir.
La carta de Julio Anguita en la que planteaba su dimisi¨®n era conocida antes de ser presentada tan s¨®lo por cinco o seis de sus m¨¢s cercanos colaboradores, como Francisco Frutos, Salvador Jov¨¦ o su portavoz, Carlos Carnero. Este hecho provoc¨® el estupor de varios de los dirigentes cr¨ªticos, que llegaron a asegurar que si hubieran conocido la carta incluso se habr¨ªan abstenido de acudir a la reuni¨®n de ayer.
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