Europa bien merece el consenso

EL GOBIERNO no tiene la raz¨®n cuando reprocha en muchas ocasiones a otras fuerzas pol¨ªticas su negativa a llegar a un consenso. Los Parlamentos existen fundamentalmente para todo lo contrario; es decir, para exponer y defender visiones y soluciones distintas a los problemas que se plantean en una sociedad. Sin embargo, s¨ª existen aspectos de la vida pol¨ªtica de un pa¨ªs en los que ese consenso resulta casi imprescindible; por ejemplo, cuando se lucha contra el terrorismo o cuando se negocian en foros internacionales intereses nacionales.Lo cierto es que en esas ocasiones el Parlamento espa?ol se comporta con una gran prudencia, como demostr¨® de nuevo ayer al aprobar por unanimidad un documento sobre la cumbre de Maastricht en el que se recogen y apoyan las principales propuestas realizadas por el Gobierno y su presidente, Felipe Gonz¨¢lez, con vistas a la construcci¨®n de una nueva CE. Todos los partidos -incluido el PP, cuya portavoz, Isabel Tocino, se hab¨ªa mostrado anteriormente ambigua, por no decir confusa- expresaron p¨²blicamente su respaldo a los negociadores. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar lleg¨® incluso a reiterar seis veces su apoyo a Gonz¨¢lez "en la defensa de los intereses nacionales".

En este caso, mas que en ning¨²n otro, era conveniente la toma de posici¨®n del Congreso, porque de lo que se trata en el fondo es de aprobar una "transferencia de soberan¨ªa" de los Parlamentos nacionales a organismos comunitarios. M¨¢s del 65% de la legislaci¨®n que se aplique en Espa?a en los pr¨®ximos a?os tendr¨¢ su origen en decisiones adoptadas en el seno de la Comunidad Europea. Las materias en las que podr¨¢ legislar la CE y las reglas que deber¨¢ seguir van a ser precisamente modificadas en la reuni¨®n que celebrar¨¢n los jefes de Gobierno y de Estado los pr¨®ximos d¨ªas 9 y 10 de diciembre.

El documento demuestra que el Parlamento espa?ol puede tener dudas respecto a matices, pero no sobre la necesidad de abrir un camino a la Europa unida. Las orientaciones que llevar¨¢ Gonz¨¢lez a Maastricht suponen un empuje, y no un freino, para que defienda la profundizaci¨®n de los mecanismos unitarios, en detrimento de los puramente intergubernamentales. Como resalt¨® el vicepresidente Narc¨ªs Serra , pocos primeros ministros acudir¨¢n a Maastricht con un apoyo interno tan manifiesto. Y habr¨ªa que a?adir que tan valioso tambi¨¦n a la hora de defender la principal reivindicaci¨®n del Gobierno espa?ol: la cohesi¨®n econ¨®mica.

El texto aprobado por el Parlamento tiene otra virtud: conlleva un cierto compromiso p¨²blico por parte de los negociadores espa?oles. No se trata de acudir a Maastricht con un mandato concreto que corte las alas al debate e. imposibilite la flexibilidad -tal y como lleg¨® a proponer el PP-, pero s¨ª de un punto de referencia suficientemente expl¨ªcito tanto para la delegaci¨®n espa?ola como para los otros 11 pa¨ªses. Los colegas de Felipe Gonz¨¢lez saben ahora que el presidente ha explicado p¨²blicamente cu¨¢les son los puntos m¨¢s peligrosos para Espa?a y que se ha comprometido a no votar soluciones insatisfactorias" para esos problemas. Y Gonz¨¢lez sabe que despu¨¦s de Maastricht deber¨¢ comparecer de nuevo ante los mismos diputados que le dieron su apoyo para esa tarea.

El desarrollo del debate de ayer deber¨ªa adem¨¢s animar a Felipe Gonz¨¢lez a visitar con m¨¢s asiduidad la C¨¢mara. El Parlamento, como se demuestra con los hechos, es el mejor foro para explicar las posiciones del Gobierno, y cuando un tema es realmente importante debe ser el propio jefe del Gobierno quien protagonice la discusi¨®n. L¨¢stima que Felipe Gonz¨¢lez tenga un baremo tan estrecho para medir lo importante.