Las torres de Col¨®n iluminadas se suman a la competici¨®n por el perfil nocturno de la ciudad
Las torres gemelas de la plaza de Col¨®n cambiar¨¢n completamente de aspecto. La necesaria instalaci¨®n de una escalera exterior de incendios, impuesta por la normativa de seguridad, va a ser aprovechada por los padres de los edificios para transformarlos. Los arquitectos quieren recubrirlos con una piel de vidrio, coronarlos con 16 metros m¨¢s de ornamentos y dotarlos de una iluminaci¨®n especial de rayos l¨¢ser que les hagan destacar en la l¨ªnea del cielo nocturna de Madrid. Una reforma de 800 millones de pesetas que durar¨¢ hasta febrero de 1993.
Las torres de Col¨®n, obra de la familia de urbanistas Lamela, est¨¢n en la historia moderna de la arquitectura por muchos motivos. Se construyeron de arriba abajo, sigue siendo el ¨²nico edificio del mundo comprimido contra la cabeza -el peso se transmite a las vigas de la parte superior- y ahora tendr¨¢ una escalera exterior de incendios suspendida desde el tejado.La escalera, necesaria para adecuar la construcci¨®n a la nueva normativa contra incendios, se instalar¨¢ entre las torres y pender¨¢ de una viga que se apoyar¨¢ en ambos tejados. En ning¨²n momento se unir¨¢n las dos edificaciones, para no inutilizar otra de sus peculiaridades: la movilidad. Los bloques pueden dilatar hasta siete cent¨ªmetros de forma independiente en funci¨®n de la temperatura. Por ello, la viga estar¨¢ fija en un extremo y se deslizar¨¢ por el otro.
A la escalera se acceder¨¢ por un pasillo de rejilla que rodear¨¢ por fuera la actual fachada a la altura de cada uno de sus 23 pisos. Sin embargo, este paso no quedar¨¢ al aire. El proyecto prev¨¦ recubrir todo el edificio con una segunda fachada de vidrio especial que impedir¨¢ el paso de los rayos infrarrojos y ultravioletas.
El nuevo recubrimiento permitir¨¢, adem¨¢s, subsanar uno de los inconvenientes del viejo proyecto. Los arquitectos intentaron evitar la luz directa del sol ocultando los ventanales -que est¨¢n inclinados hacia dentro del edificio- e instalando un vidrio de color oscuro. El resultado fue un ambiente interior demasiado fr¨ªo, que no invita al trabajo. La coloraci¨®n ros¨¢cea de la nueva fachada mitigar¨¢ esa sensaci¨®n depresiva, considera el arquitecto Antonio Lamela.
Pantalla contra el ruido
"La nueva fachada tendr¨¢, adem¨¢s, otros efectos", contin¨²a Lamela. "Har¨¢ de pantalla contra el ruido de la zona, cuyo nivel ha subido mucho desde que se concibi¨® el proyecto, y crear¨¢ una bolsa de aire entre las dos fachadas que regular¨¢ la temperatura interior y permitir¨¢ ahorrar frigor¨ªas en verano y calor¨ªas en invierno".El ahorro energ¨¦tico, la mayor comodidad y el nuevo dise?o hacen de la reforma una inversi¨®n muy rentable, seg¨²n el arquitecto. "Tendr¨¢ una mayor cotizaci¨®n comercial", a?ade. La actual propietaria, la multinacional brit¨¢nica Heron, gastar¨¢ 800 millones en las obras, que comenzaron el pasado fin de semana y durar¨¢n 14 meses.
Antonio Lamela Mart¨ªnez, que con su hermano Amador y su hijo Carlos forma el estudio Lamela de arquitectura, presume de cuidar en sus obras la que denomina la quinta fachada: el tejado. El proyecto prev¨¦ rematar las torres con un ornamento de 16 metros de altura que permita albergar en su interior el entramado de antenas de comunicaciones que en estos a?os han ido instalando diversas instituciones p¨²blicas y organismos privados.
El a?adido se rematar¨¢ con dos agujas de 17 metros que emitir¨ªan dos focos de luz. Adem¨¢s, todo el edificio se dotar¨¢ de rayos l¨¢ser para que las torres "tengan una imagen propia por la noche", explica Lamela.
De esta forma, las torres de Col¨®n podr¨¢n competir en la silueta de la ciudad con otros edificios emblem¨¢ticos, como el Pirul¨ª de Televisi¨®n Espa?ola, recientemente iluminado, o la torre Picasso, de Azca. "Los edificios no deben estar aislados. Como elemento urbano de orden superior que son, deben entrar en la composici¨®n de la ciudad y ser un hito referencial", considera Lamela.
Los casi 100 metros que tendr¨¢n las nuevas torres (116 hasta el final de la aguja) las igualan en altura con el edificio Espa?a y se quedan a 57 de la torre Picasso.
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