Demasiados 'delfines' para Redondo
La UGT tambi¨¦n tiene sus propios problemas y no es el menor el que se haya iniciado soterradamente la carrera por la sucesi¨®n de Nicol¨¢s Redondo en la secretar¨ªa general. De momento, y en las conspiraciones de caf¨¦, se cuentan casi una decena de dirigentes que se autopostulan como herederos. Son demasiados delfines para Redondo.El propio Nicol¨¢s Redondo desat¨® las ambiciones cuando, en el congreso del sindicato de 1990, insinu¨® que su sucesor lo ser¨ªa por m¨¦ritos y pod¨ªa proceder de la ejecutiva o de cualquier federaci¨®n de industria o uni¨®n territorial.
Ese proceso impide que se ponga en cuesti¨®n ninguna de las iniciativas de la c¨²pula; una direcci¨®n en abierta confrontaci¨®n con el Gobierno y con planteamientos m¨¢s atrevidos que los de CC OO contra la pol¨ªtica econ¨®mica, muchos de los cuales son compartidos por Agust¨ªn Moreno y Salce Elvira.
Uno de los casos m¨¢s recientes se ha dado a la hora de discutir el alcance de las protestas en la cornisa cant¨¢brica, cuando los dirigentes ugetistas han hablado de ir a movilizaciones conjuntas, sin descartar nada, ni siquiera una nueva huelga general.
En otros sectores de Comisiones no se comparte esa estrategia y han criticado, por ejemplo, que Apolinar Rodr¨ªguez, con Salce Elvira sentada al lado, haya declarado que van a pedir a los tres millones de trabajadores temporales que no voten al PSOE.
En relaci¨®n a la unidad, hay matices de discrepancia en Comisiones a la hora de establecer si sirve para la pura confrontaci¨®n con el Gobierno o para fortalecer el sindicalismo, con una acci¨®n m¨¢s agresiva en las empresas y no limitada a la pelea por los aumentos salariales.
Donde persisten m¨¢s resistencias a la unidad es en UGT, con tres visiones muy diferentes en la c¨²pula, las federaciones y los afiliados de base, que siguen enfrentados en las f¨¢bricas y firmando pactos en solitario.
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