Radio 3

25 de noviembre de 1991. Leo en Cartas al Director una misiva en defensa de la secuestrada Radio 3.Radio 3... ?S¨ª, ya me acuerdo! Aquella emisora de la que fui oyente, seguidora y admiradora durante 10 a?os. La que fue m¨²sica de fondo, banda sonora de mi adolescencia, el caldo de cultivo de muchas inquietudes nacientes. Mucho de lo que quer¨ªa saber estaba en Radio 3. Por alternativa, por vanguardista, por los contenidos, por su frescura, su creatividad desbordante, por integradora, por...

Ahora s¨®lo sintonizo Radio 3 para escuchar cierto programa, que prefiero no nombrar, no vaya a ser que tambi¨¦n lo supriman. Mejor mantenerlo en ¨¦l anonimato, igual se olvidan de ¨¦l. Aunque los oyentes saben de cu¨¢l se trata, ?verdad, chicos?

Radio 3 era demasiado vitalista, demasiado buena para que sobreviviera. Hubiera sido raro que utilizaran bien nuestro dinero de contribuyentes durante m¨¢s tiempo. Adem¨¢s, no est¨¢ nada de moda. Y qu¨¦ puede importarles; como nadie protesta, ser¨¢ que nos parece bien.

Otra vuelta de la gran rueda. De la gran apisonadora mejor dicho, ese padre mayor que vigila omnipresente, asegur¨¢ndose que nadie aprende a pensar demasiado, a crear demasiado, a darse cuenta de lo enga?ados que estamos.

Pero sabemos que est¨¢s ah¨ª. Te estaremos esperando. Te queremos, Radio 3 (la secuestrada, no esa falsa versi¨®n que nos hace apagar el aparato). Y a ti tambi¨¦n, Pepito Grillo de la radio.-

Sevilla.