Percances provocados por la afici¨®n a los deportes

El dinamismo y la afici¨®n al deporte que caracterizan al Rey le han puesto varias veces en situaciones de peligro y le han llevado a sufrir algunos accidentes, aunque ninguno de gravedad. El ¨²ltimo accidente se produjo hace un a?o, el 25 de diciembre de 1990, cuando el Porsche que conduc¨ªa se sali¨® de la carretera cerca de Baqueira-Beret, debido a la capa de hielo que cubr¨ªa el firme. Afortunadamente, s¨®lo se trat¨® de un susto, ya que ni don Juan Carlos, ni la infanta Cristina, que le acompa?aba, sufrieron da?¨® alguno.Un a?o antes, en diciembre de 1989, el jefe del Estado sufri¨® un accidente mientras esquiaba en la estaci¨®n francesa de Courchevel, a unos 180 kil¨®metros de Lyon, que le produjo hematomas en el costado derecho y rasgu?os en el rostro. Tambi¨¦n su afici¨®n al esqu¨ª tuvo que ver con el m¨¢s importante accidente sufrido hasta ahora por don Juan Carlos: el que padeci¨® en enero de 1983 en la estaci¨®n suiza de Gstaad, que le produjo una fisura de pelvis. Como consecuencia de esa ca¨ªda, que le retuvo durante un mes en cama, tuvo que ser operado en 1985 de una fibrosis.

El percance de mayor trascendencia p¨²blica fue el que se produjo lugar el 21 de junio de 1981, cuando el Rey atraves¨® una puerta de cristal al dirigirse a la piscina del Palacio de la Zarzuela. Las heridas no fueron de consideraci¨®n, aunque don Juan Carlos tuvo el brazo izquierdo escayolado durante un mes. El momento era de preocupaci¨®n pol¨ªtica porque el accidente se produjo cuando todav¨ªa estaba reciente la intentona golpista del 23-F.

El incidente m¨¢s aparatoso, con todo, en el que se ha visto envuelto don Juan Carlos fue el que ocurri¨® en abril de 1989 en el lago de Garda, en el norte de Italia, cuando varias patrulleras y un helic¨®ptero de la polic¨ªa italiana tuvieron que, acudir en auxilio del velero Brib¨®n, patroneado por el Rey, que se vio sorprendido por una fuerte e inesperada tormenta.