El coloquio vaticano sobre capitalismo y ¨¦tica concluye con m¨¢s preguntas que respuestas
?Cu¨¢l debe ser el papel del trabajo en la construcci¨®n de una sociedad posmarxista? ?Es el paro una consecuencia ineludible del capitalismo? ?El ocaso del comunismo significa un tr¨¢nsito autom¨¢tico al consumismo? ?Se pueden poner limites al beneficio empresarial? ?stas y otras preguntas quedaron sin respuesta en el coloquio sobre Capitalismo y ¨¦tica, tras 1991, que ayer se clausur¨® en el Vaticano. Los participantes, empresarios, pol¨ªticos, diplom¨¢ticos y expertos de la Iglesia, llegaron al debate cargados de cuestiones ante una nueva era, y salieron con ellas.
El cardenal Roger Etchegaray, que presidi¨® las sesiones, consider¨® normal este resultado, dada la premura de tiempo con que se hab¨ªa procedido y la complejidad de las cuestiones abordadas en unas reuniones que valor¨® como una oportunidad "original" producto de un esfuerzo de "imaginaci¨®n social" y por cuya continuidad se pronunci¨® sin reservas.Tambi¨¦n el ex consejero de Seguridad Nacional norteamericano Zbigniew Brzezinski, sorprendentemente pesimista con la evoluci¨®n de su pa¨ªs, se felicit¨® porque la ca¨ªda de los reg¨ªmenes del Este obligue a reflexionar sobre una serie de cuestiones de las que, dijo, depende que las sociedades desarrolladas "no degeneren hacia un sistema de gratificaci¨®n instant¨¢nea". Como ejemplo de las "distorsiones" propias de esa degradaci¨®n del sistema Brzezinski mencion¨® que el sueldo de un ejecutivo es en Estados Unidos 116 veces el sueldo base de su empresa, mientras que esa relaci¨®n es de 16 a 1 en Jap¨®n y de 22 a 1 en Europa.
Por su parte, Jos¨¦ Llad¨®, ex embajador de Espa?a en Washington y presidente de T¨¦cnicas Reunidas, tras constatar que los participantes en el coloquio representaban "al 25% de la poblaci¨®n que detenta el 80% de la. riqueza del mundo", se preguntaba: "?Podemos predicar sin pudor al resto del mundo que la soluci¨®n instant¨¢nea es el libre mercado y la democracia?".
Respondi¨® abiertamente que no a esta cuesti¨®n -una de las 13 que Llad¨® plante¨® por escrito, junto a la de si, aun no. siendo una buena soluci¨®n, el socialismo no puede ser todav¨ªa una buena pregunta- el ex ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores Michel Jobert. Carlos Alberto Floria, catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la Universidad de Buenos Aires, que formaba parte del panel de expertos en doctrina de la Iglesia, constat¨®, adem¨¢s, que el capitalismo en Am¨¦rica Latina "carece de legitimaci¨®n social" debido a que s¨®lo accidentalmente ha coincidido con la democracia.
Condena de P¨ªo XII
Fueron estos expertos, como el jesuita Johannes Schasching, de la Universidad de Viena, o Franco Biffi, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad vaticana, los que plantearon los principales interrogantes que quedaron flotando entre los gruesos muros medievales del Aula Vecchia.
Biffi record¨® incluso un texto de 1944 de P¨ªo XII en el que, junto a una decidida condena del comunismo, el Papa condenaba asimismo como "antinatural" al capitalismo porque, de hecho, excluye de la propiedad a la mayor¨ªa de los hombres, y se pregunt¨® sobre la validez que ese texto pueda seguir teniendo ahora. Tambi¨¦n distingui¨® entre el "beneficio capitalista", que la Iglesia rechaza, y el "beneficio de la empresa", que la enc¨ªclica Centesimus annus admite, exponiendo la dificultad de diferenciar las dos categor¨ªas. Estas preocupaciones del decano merecieron una respuesta parcial de Stefano Zamagni, otro de los expertos, profesor en Bolonia, quien se?al¨® que el concepto de propiedad no es hoy tan relevante, ya que lo que importa es el poder econ¨®mico y la coincidencia entre ¨¦ste y la propiedad es cada vez menos necesaria.
El periodista franc¨¦s Michel Tatu hizo, por su parte, algunas correcciones terminol¨®gicas a los discursos de los expertos, centradas fundamentalmente en las palabras capitalismo y trabajador, que, dijo, deber¨ªan ser cambiadas por econom¨ªa de mercado y asalariado para librarlas de su reduccionismo obrerista.
Capitalismo "sulfuroso"
El fil¨®sofo, tambi¨¦n franc¨¦s, Andr¨¦ Glucksmann declar¨®, en cambio, preferir el t¨¦rmino capitalista, porque es mejor que ¨¦ste conserve su contenido "sulfuroso" en un panorama que se presenta todav¨ªa lleno de problemas. Previamente, Glucksmann hab¨ªa afirmado que hoy todo el mundo distingue espont¨¢neamente entre un capitalismo del siglo XIX, que se presentaba como un sistema natural y amoral, si no inmoral, y un capitalismo del siglo XX, que no excluye la ¨¦tica, sino que la busca.
En general, los enfrentamientos dial¨¦cticos entre los exponentes eclesi¨¢sticos y los laicos invitados al debate fueron escasos, aunque se apuntaron diversos elementos de pol¨¦mica. Michel Jobert record¨® a la Iglesia que su mejor aproximaci¨®n a este siglo es a trav¨¦s del precepto de la caridad y que su deber es la denuncia, pero evitando siempre hacer propuestas. El ex ministro alem¨¢n de Econom¨ªa Otto Lambsdorff estim¨® que valora especialmente la subsidiariedad en el quehacer de la Iglesia.
El coloquio centro preocupaciones y puso de manifiesto que el ¨¢nimo de los dirigentes del mundo desarrollado, tras la ca¨ªda del comunismo, no es para nada optimista.
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