Los kuwait¨ªes reconstruyen los despojos del Museo Nacional
Hay una atm¨®sfera de silencioso resentimiento en los salones de altas b¨®vedas donde Kuwait exhib¨ªa con orgullo sus tesoros hasta que Irak despach¨® a sus soldados en una org¨ªa de saqueo y destrucci¨®n. Tal es la dedicaci¨®n entre los j¨®venes expertos del Museo Nacional de Kuwait que apenas hay tiempo para lamentaciones. Parecen m¨¢s bien una secta cuya misi¨®n en la vida no es otra que la de armar un rompecabezas que les ayudar¨¢ a reconstruir su identidad."Estamos tratando de determinar qu¨¦ es lo que se llevaron y qu¨¦ es lo que devolvieron esos salvajes. Adem¨¢s de piezas, nos faltan cat¨¢logos e informaci¨®n para hacer un inventario", dice uno de ellos. "Con muy pocos cat¨¢logos, es una tarea que nos va a tomar un buen tiempo".
Casi un a?o despu¨¦s de que las tropas iraqu¨ªes abandonaran Kuwalt City con las fuerzas aliadas pis¨¢ndoles los talones, todav¨ªa quedan los rastros de uno de los ¨²ltimos e inexplicables gesto de barbarie.
En muchas paredes a¨²n est¨¢n incrustadas millares de esquirlas de los proyectiles disparados en la despedida por un tanque iraqu¨ª. Era el 26 de febrero y los invasores hu¨ªan a tropezones. Uno de los tanques de una columna en plena retirada gir¨® la torreta y abr¨ª¨® fuego contra el planetario, quiz¨¢ s¨®lo porque dentro de los dos grandes pabellones del museo ya no quedaba nada por destruir.
Un mes antes, los iraqu¨ªes hab¨ªan prendido fuego a todo lo que no quer¨ªan o no pod¨ªan llevarse. Entre los escombros, atrapados entre vigas de alumnio y ladrillos calcinados, hasta hoy yacen los restos de un inmenso portal marroqu¨ª del siglo XIV. Los iraqu¨ªes habr¨ªan necesitado un cami¨®n para llev¨¢rselo, pero hace un a?o los camiones eran mas pr¨¢cticos para llevarse televisores, lavadoras y muebles de millares de casas saqueadas. Presionados por resoluciones de las Naciones Unidas, los iraqu¨ªes han devuelto gran parte de los tesoros kuwait¨ªes, pero una serie de artefactos valiosos como estatuas antiguas y cer¨¢mica y piezas de la legendaria colecci¨®n de arte isl¨¢mico, propiedad de Hussa al Sabaj y de su esposo, el jeque Naser al Sabaj al Ahmed al Sabaj, probablemente no volver¨¢n jam¨¢s.
"No sabemos exactamente con cu¨¢nto se quedaron. Estamos tratando de determinar cu¨¢nto ha regresado, qu¨¦ es todav¨ªa recuperable y qu¨¦ lo que se ha perdido para siempre", dice el doctor Fahd al Wohaibi, director del departamento de antig¨¹edades.
Muchas de las piezas que faltan pertenecen a colecciones del periodo hel¨¦nico. Una buena parte del material devuelto, gracias a una comisi¨®n internacional que viaj¨® a Bagdad al efecto, ha sufrido da?os irreparables. En las cajas que llegaron de Irak hay piezas de cer¨¢mica antigua cuya reconstrucci¨®n va a llevar a?os, dicen los expertos.
Varios departamentos han perdido sus tesoros para siempre. La colecci¨®n de 31 ¨®leos y trabajos en seda de los pintores m¨¢s famosos y representativos del emirato han quedado reducidos a cenizas, al igual que varias esculturas de madera. Las columnas de bronce y antiguas pinturas en m¨¢rmol han quedado totalmente desfiguradas.
El efecto exacto del vil zarpazo iraqu¨ª a la cultura kuwait¨ª est¨¢ todav¨ªa por determinar. Pero incluso si se lograra recuperar todas las piezas robadas por Irak el Museo Nacional jam¨¢s ser¨¢ el mismo. Entre los tesoros perdidos para siempre est¨¢ la colecci¨®n de pergaminos con las cr¨®nicas de los pescadores de perlas de hace m¨¢s de 2.000 a?os, cuando la riqueza de los habitantes de Kuwait proven¨ªa del lecho del golfo P¨¦rsico.
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