Herirse uno, herir a los otros

Francisco Casta?¨®n, responsable de la Oficina del Defensor del Soldado, afirma que son cada vez m¨¢s frecuentes los accidentes -1.646 sucesos militares el pasado a?o- en soldados, sobre todo j¨®venes, que sufren lo que ¨¦l denomina "trauma del entorno militar", el que experimenta un joven "que pasa de vivir en un amplio r¨¦gimen de libertades a un contexto basado en una f¨¦rrea disciplina y en el castigo". Ello provoca, explica Casta?¨®n, actos violentos dirigidos contra ellos mismos o sus compa?eros.El psic¨®logo Carlos Rodr¨ªguez Sutil asegura que las pruebas psicot¨¦cnicas al uso en el Ej¨¦rcito son pruebas de grupo, con cuestionarios, de resultados "no muy fiables, que impiden predecir comportamientos". En el caso de Jos¨¦ Antonio Molero "pudo permitir detectar que algo no iba bien". Rodr¨ªguez opina que el soldado, con su complejo de inferioridad, esto es, "muy sensible a la ofensa", sufri¨® una enajenaci¨®n mental transitoria, una p¨¦rdida de control intelectual que, ante un ataque real o imaginado, hizo que el muchacho actuase contra ¨¦l o contra los dem¨¢s. "No ser¨ªa una conducta agresiva dirigida, podr¨ªa haberse herido", comenta Rodr¨ªguez Sutil.

Casta?¨®n recuerda que el Defensor del Pueblo ha pedido que se controlase peri¨®dicamente el estado ps¨ªquico de los soldados despu¨¦s de su incorporaci¨®n. "Revisiones", agrega, "que Defensa considera muy costosas".