Amazonia, el mito de la selva virgen
La cat¨¢strofe ecol¨®gica se ha evitado por el momento, seg¨²n un geografo estadounidense
A la creciente atenci¨®n mundial hacia el peligro de destrucci¨®n que acecha a la selva h¨²meda del Amazonas se une la situaci¨®n igualmente cr¨ªtica del otro gran bosque terrestre, los casi seis millones de kil¨®metros cuadrados de ¨¢rboles que se extienden por Rusia, Canad¨¢, Alaska y Escandinavia. Los cient¨ªficos han advertido ya del impacto global que est¨¢ teniendo el constante deterioro del medio ambiente en ese territorio especialmente en Rusia y Canad¨¢- que alberga m¨¢s de la mitad de las con¨ªferas del mundo. En la cumbre de la Tierra que se celebrar¨¢ en junio en R¨ªo de Janeiro, el deterioro, explotaci¨®n y futuro de los bosques ser¨¢ uno de los principales temas de debate.
La extens¨ªsima regi¨®n que ba?a el r¨ªo Amazonas se ha convertido en s¨ªmbolo de las reservas ambientales de importancia universal y su protecci¨®n es la bandera que enarbola el movimiento ecologista mundial. La alarma sembrada por los ambiciosos planes de desarrollo iniciados en los a?os setenta est¨¢ justificada s¨®lo en parte, seg¨²n el ge¨®grafo estadounidense Nigel Smith, especialista en la evoluci¨®n de los bosques amaz¨®nicos, quien afirma que la llegada de los europeos hace 500 a?os supuso en realidad un respiro para la selva, afectada desde mucho antes por las actividades humanas.S¨®lo en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha empezado de nuevo un ciclo de intervenci¨®n humana importante en el paisaje amaz¨®nico, explica Nigel Smith, de la Universidad de Florida, que intervino en disturbios en los paisaje mundial en a?os desde el descubrimiento de Am¨¦rica, celebrado en Sevilla esta semana. Para este especialista, el enorme tama?o de la regi¨®n y el car¨¢cter concentrado de muchos de los intentos de desarrollo ha evitado hasta ahora una cat¨¢strofe ecol¨®gica importante. Se han destruido unos 11 millones de hect¨¢reas de bosque tropical para utilizarlas para pastos, pero muchas ya no son productivas y est¨¢n siendo invadidas de nuevo por la selva. El mayor peligro lo constituyen las enormes haciendas de Par¨¢ y el norte del Matto Grosso, cuya extensi¨®n llevar¨¢ a la extinci¨®n a especies que habitan en zonas muy restringidas y dificultar¨¢ su regeneraci¨®n futura.
Carreteras
En cuanto a las carreteras del Programa Nacional de Integraci¨®n abiertas en la misma d¨¦cada, su impacto ha sido menor del temido, seg¨²n Smith, debido a que los altos precios del petr¨®leo en esos a?os y la recesi¨®n econ¨®mica posterior en Brasil recortaron los ambiciosos planes de infraestructuras. Adem¨¢s, los agricultores instalados en sus m¨¢rgenes est¨¢n utilizando cada vez m¨¢s m¨¦todos que preservan el suelo y reducen el uso de pesticidas.
Los embalses, otro aspecto de los planes de desarrollo, han cambiado el paisaje de muchas zonas del Amazonas, seg¨²n Smith, pero s¨®lo han inundado 5.000 kil¨®metros cuadrados de los bosques, cuando la Amazonia brasile?a ocupa 3,8 millones de kil¨®metros cuadrados.
El ritmo de construcci¨®n ha disminuido debido a las presiones internacionales por motivos ecol¨®gicos reflejadas en la falta de aportaci¨®n financiera, pero puede incrementarse si vuelve a subir el petr¨®leo. Las actividades mineras s¨ª representan un gran peligro, explica Smith, aunque no todas. Este ge¨®grafo se?ala el peligro de destrucci¨®n de los bosques para utilizar la madera como combustible en las fundiciones de hierro que se quieren instalar entre Caraj¨¢s y un puerto fluvial en Maranhao.
A pesar de los datos obtenidos de im¨¢genes por sat¨¦lite, los expertos no se ponen de acuerdo sobre la extensi¨®n de la deforestaci¨®n de la Amazonia, que oscila actualmente entre el 8% y 12% - S¨ª se han puesto de acuerdo en que el ritmo de destrucci¨®n de los bosques ha disminuido en los ¨²ltimos a?os.
Antes del a?o 1500
Este ge¨®grafo estadounidense estima que el grado de destrucci¨®n de la selva actual es similar al existente espa?oles en el a?o 1500, si bien entonces la deforestaci¨®n, causada por las actividades agr¨ªcolas y ganaderas de los habitantes originales, cuya poblaci¨®n probablemente super¨® el mill¨®n de personas, se hac¨ªa en muchas extensiones peque?as, salpicadas por la enorme regi¨®n, en vez de en grandes extensiones en pocas zonas como en la actualidad. Estos datos hacen afirmar a Smith que la An¨ªazonia es una regi¨®n candidata a experimentar un proceso de desarrollo sostenible, que no hipoteque su futuro, siempre que se tengan en cuenta los m¨¦todos que utilizaban los abor¨ªgenes y utilizan todav¨ªa sus descendientes, para evitar la sobreexplotaci¨®n.
A lo largo de los r¨ªos de la Amazonia hab¨ªa grandes asentamientos humanos, y se cree que la poblaci¨®n en 1500 oscilaba entre uno y seis millones. La llegada de los colonizadores supuso la destrucci¨®n masiva de esta poblaci¨®n (hasta un 90% en el primer siglo, por las enfermedades importadas) y en 1872 s¨®lo hab¨ªa unos 372.000 habitantes en la Amazonia brasile?a. En- 1991, sin embargo, ya viv¨ªan 11 millones de personas, pero la mayor parte en ciudades y dependientes de productos del exterior.
Los datos recopilados por los arqu¨¦ologos y ge¨®grafos indican que algunos de los grandes paisajes abiertos de la Amazonia tienen su origen en la quema de bosques para la caza y la agricultura hace miles de a?os y que la poblaci¨®n aborigen en zonas interiores era mucho m¨¢s alta de lo que se supon¨ªa hasta hace poco.
Por otra parte, en el Alto Xingu se han encontrado profundas trincheras artificiales de gran antig¨¹edad y en el r¨ªo Amazonas han aparecido recientemente cer¨¢micas originales de la zona datadas sobre el a?o 7000 antes de Cristo.
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