A golpe de calcet¨ªn

Los vecinos de barrios perif¨¦ricos, donde no llega la red del Metro, como Orcasitas y San Ferm¨ªn, en Usera, y la Ciudad de los Angeles, en Villaverde, son los que m¨¢s acusaron los efectos de la falta de autobuses. Otras zonas, de los distritos de Hortaleza, Vic¨¢lvaro y Fuencarral, quedaron tambi¨¦n incomunicadas. Esta carencia se supli¨® con buenas dosis de optimismo -"A ver si las cosas se arreglan pronto"- y mucho deporte. Los trayectos entre cada barriada y la boca de metro o la estaci¨®n m¨¢s pr¨®xima se cubrieron ayer compartiendo cada coche entre varias personas y, en muchos casos, a golpe de calcet¨ªn.

En Orcasitas, un grupo de mujeres se dirig¨ªa a buscar a sus hijos al colegio comentando el tema del d¨ªa: la huelga de la EMT. "Siempre nos toca a los mismos pagar el pato de todo", se queja una de ellas. "D¨ªcen que va a ser indefinida, ?no?", pregunta otra. "En este barrio lo tenemos dif¨ªcil, porque tardamos media hora en llegar a la parada de metro m¨¢s cercana, en la plaza El¨ªptica (l¨ªnea 6)", a?ade. A primera hora de la ma?ana, los vecinos con coche trasladaron a la boca de metro m¨¢s cercana a aquellos que no tienen autom¨®vil. A pesar de ello, hubo algunos que tuvieron que hacer a pie el trayecto hasta Carabanchel.Una joven que limpia la escalera de su bloque, en la Meseta de Orcasitas, explica que su ntanido, ahora de vacaciones, tiene que llevar al trabajo a su madre y a su hermana, empleadas en Carabanch¨¦l y en Usera, respectivamente. "Yo ya ver¨¦ c¨®mo me las arreglo. En la huelga de hace dos a?os ten¨ªa que venir andando a casa desde la plaza El¨ªptica, despu¨¦s de estar cinco horas de pie en el curro", explica una joven empleada en un mercado de Usera. "Si las cosas siguen as¨ª tendr¨¦ que volver a pegarme caminatas", concluye.

Penalidades

"Estos problemas nos traen mu chas penalidades", comenta: una mujer jubilada. "Pero yo apoyo a los de los autobuses", apostilla. "Tienen derecho a exigir lo que es suyo", a?ade. "Lo que no puede ser es lo que le ha sucedido a mi hijo, que ha llegado un cuarto de hora tarde a su empresa por la huelga y el jefe no le ha dejado fichar", se queja.

En el barrio de San. Ferm¨ªn, donde los vecinos han iniciado movilizaciones para pedir m¨¢s l¨ªneas de autobuses, la ¨²nica posibilidad es acercarse andando a la glorieta de Legazpi (una media hora). "Esos se?ores no entienden que los autobuses no son de ellos, sino de todos los madrile?os' ', critica un jubilado. Sus dos compa?eros, con los que pasea al sol por el barrio, le replican: "Alguna culpa tendr¨¢ tambi¨¦n el Ayuntamiento".

Un grupo de j¨®venes madres conversan junto a un quiosco de prensa. "?Qu¨¦ cabrones son esos conductores!", exclama indignada una de ellas. "Tampoco creo que lo hagan por gusto", contesta su amiga. Una tercera no tiene muy claros los motivos de la huelga: "?Pero no es para que aumenten los autobuses en el barrio?". "?Qu¨¦ dices!, si son problemas laborales", le apostillan las otras dos. Las tres est¨¢n convencidas de que tendr¨¢n que acercarse al .metro andando. "Pero andando, no andandito, que entonces tardas m¨¢s de media hora". "Hay una parada de tren junto al Doce de Octubre, pero, como para bajarse ah¨ª, si. es un descampado...", comentan.

En el distrito de Villaverde los vecinos tienen que optar por acercarse a las estaciones de tren de Fluente Alcocer o de Villaverde Bajo. Un hombre de mediana edad asegura que, a las 9.45, un matrimonio le ha pedido que les llevara al Doce de Octubre, donde ten¨ªan cita con el m¨¦dico. "Claro que les he llevado; normal". "Lo que no me parece bien es que no se descuenten estos d¨ªas del abono de transportes; el que tiene el bono no lo disfruta, pero lo paga", dice indignado.

Colapso de tr¨¢fico

"Esta ma?ana la carretera de Andaluc¨ªa estaba terrible", comenta una vecina de la Ciudad de los ?ngeles. "Y el barrio, ?qu¨¦ me dices de todos los coches que circulaban por aqu¨ª?, a?ade su amiga. Ambas recuerdan c¨®mo, en la anterior huelga indefinida de la EMT, los vecinos que no ten¨ªan autom¨®vil se pon¨ªan en las paradas de autob¨²s para que les llevasen los conductores. "Uno iba en coche: y preguntaba: 'a ver, 1 ?qui¨¦n va a Legazpi?", y los interesados montaban", cuenta una de ellas.. " Hab¨ªa un conductor de transporte escolar que llenaba el autob¨²s de vecinos, los dejaba en Usera y all¨ª recog¨ªa a los cr¨ªos", rememora una veintea?era.

Un jubilado lamenta no tener coche. "Un amigo m¨ªo sale del trabajo a las diez de la noche en Legazpi y ese hombre, ?qu¨¦ va a hacer? No va a coger todos los d¨ªas, un taxi", dice. "Esperemos que la cosa se arregle y no dure todo el mes", comenta su amigo. Este deseo se repite como una letan¨ªa en estos barrios del sur donde los vecinos, a la pregunta de c¨®mo se las arreglan sin autobuses, responden irremediablemente: "Como podemos, pero con muchas fatigas".