Espa?a no trata adecuadamente tres cuartas partes de los residuos industriales t¨®xicos y peligrosos
Los responsables del Plan Nacional de Residuos Industriales T¨®xicos y Peligrosos ultiman estos d¨ªas dos ¨®rdenes para dotar con 1.800 millones de pesetas el cap¨ªtulo de subvenciones para el reciclaje. El plan ha permanecido pr¨¢cticamente estancado desde que fue aprobado por el Consejo de Ministros en 1989. De hecho, se estima que tan s¨®lo un 23% del total de los residuos industriales generados anualmente en Espa?a recibe el tratamiento adecuado.
El resto, m¨¢s de mill¨®n y medio de toneladas, est¨¢ sin control y se amontona en los casi 100.000 vertederos ilegales existentes. Parad¨®jicamente, uno de los objetivos del Plan Nacional de Residuos era que en 1993, fecha te¨®rica de finalizaci¨®n del mismo, el 60% de los residuos recibiera el adecuado tratamiento.La poca sensibilidad del empresariado, el rechazo popular a la instalaci¨®n de plantas de tratamiento y la falta de coordinaci¨®n entre administraciones han lastrado notablemente el desarrollo del plan, transmitiendo adem¨¢s al exterior una imagen de ineficiencia en materia de gesti¨®n de residuos industriales, como lo prueban las numerosas quejas, denuncias y preguntas parlamentarias por incumplimiento de la legislaci¨®n medioambiental registradas contra empresas y organismos en 1990.
"Somos, probablemente, uno de los pa¨ªses de la CE que m¨¢s quejas han recibido por infracciones medioambientales, pero, en cambio, el n¨²mero de dict¨¢menes sancionadores emitidos se puede contar con los dedos de una mano", asegura el director general de Medio Ambiente del Ministerio de Obras P¨²blicas y Transportes (MOPT), Domingo Gim¨¦nez Beltr¨¢n.
Las autoridades reconocen, sin embargo, el fuerte retraso acumulado por nuestro pa¨ªs en gesti¨®n de residuos t¨®xicos y peligrosos, "pese a que disponemos de una de las legislaciones m¨¢s avanzadas", asegura Gim¨¦nez. "Tan avanzada", puntualiza, "que es imposible de cumplir debido a la escasez de infraestructuras y a la falta de colaboraci¨®n de los industriales. Si bien en el plan de residuos se prev¨¦n sanciones de hasta 100 millones de pesetas por infracciones a la normativa, los centenares de expedientes abiertos por las comunidades aut¨®nomas contra empresas contaminantes se acumulan en los juzgados para ser desestimadas luego debido a las lagunas jur¨ªdicas en la materia".
Una larga lista
La lista de los residuos que entran en la categor¨ªa de t¨®xicos o peligrosos abarca m¨¢s de 30 productos s¨®lidos, pastosos, l¨ªquidos o gaseosos, tales como ars¨¦nico, mercurio, cadmio, talio, berilio, cromo, plomo, antimonio, cianuros, isocianatos, aceites minerales o sint¨¦ticos, disolventes clorados y un largo etc¨¦tera. Si ya resulta dif¨ªcil que las empresas hagan sus declaraciones de residuos, m¨¢s a¨²n lo es el que lo hagan minuciosamente: la fiabilidad de las declaraciones no supera el 30%, seg¨²n se?ala el director de la Empresa Nacional de Gesti¨®n de Recursos Industriales (Emgrisa), Carlos Mart¨ªnez.
Emgrisa es la firma creada el marco del Plan de Residuos para gestionarlo, y ser¨¢ la que asigne la partida destinada a subvenciones que est¨¢ a punto de ser habilitada. Pero como tantos otros proyectos previstos en el plan, Emgrisa es, hoy por hoy, una realidad a medias. Como lo es el programa de creaci¨®n de infraestructura, que preve¨ªa la construcci¨®n de tres plantas para la incineraci¨®n de 90.000 toneladas de residuos por a?o (se estima que se producen 2,2 millones de toneladas), cinco plantas de tratamiento f¨ªsico-qu¨ªmico o 10 dep¨®sitos de seguridad para almacenar 440.000 toneladas / a?o. De ¨¦stos, tan s¨®lo el cap¨ªtulo dedicado al tratamiento f¨ªsico-qu¨ªmico se ha cumplido Por sectores, la industria qu¨ªmica es la que m¨¢s residuos genera.
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