Regresan los dos espa?oles que cruzaron el Atl¨¢ntico en globo de Este a Oeste

Jes¨²s Gonz¨¢lez Green y Tom¨¢s Feliu, dos aventureros espa?oles con amplia experiencia en navegaci¨®n aerost¨¢tica, regresaron ayer, cansados y exultantes, a Madrid desde Venezuela, tras haber concluido la primera traves¨ªa en globo -hasta ahora considerada imposible tras tres intentos infructuosos- del Atl¨¢ntico de Este a Oeste aprovechando los mismos vientos que impulsaron las carabelas de Col¨®n.

Tras cinco d¨ªas y medio de navegaci¨®n aerost¨¢tica, los dos expedicionarios espa?oles han batido ampliamente los r¨¦cords de permanencia y de distancia recorrida en globo con m¨¢s de 130 horas y 5.100 kil¨®metros, respectivamente. El objetivo de la aventura adem¨¢s, ha sido demostrar que se puede efectuar la traves¨ªa volando a merced de los vientos alisios, los ¨²nicos constantes en direcci¨®n Este-Oeste para navegaci¨®n de baja altura."Ha sido un vuelo muy agradable", coment¨® nada m¨¢s descender del avi¨®n Jes¨²s Gonz¨¢lez Green. Un vuelo, sin embargo, que tuvo su momento de mayor dificultad a las pocas horas de despegar cuando tuvieron que enfrentarse durante m¨¢s de 600 millas a una fuerte tormenta que ven¨ªa en direcci¨®n contraria. "Durante 12 horas estuvimos recibiendo cantidades ingentes de lluvia, con cambios constantes de altitud. Llegamos a pensar muy seriamente en el amerizaje" confiesa.

Soltar lastre

Pese a disponer de un margen de maniobra relativamente reducido, el viaje se ha realizado en los t¨¦rminos previstos. En vez de aterrizar en la venezolana isla Margarita, llegaron a la localidad tambi¨¦n venezolana de Maturin, al sur de la selva del Orinoco y a escasa distancia del objetivo inicial.

"A pesar de que las dificultades del comienzo nos obligaron a consumir m¨¢s gas del previsto y a soltar todo tipo de lastre, incluidas las herramientas de a bordo, al final todo ha ido sobre ruedas e incluso nos ha sobrado combustible para un d¨ªa m¨¢s de navegaci¨®n", afirmaron los dos aventureros.

La navegaci¨®n aerost¨¢tica exige, en efecto, una vigilancia constante por parte de los tripulantes debido a las bruscas oscilaciones en el rumbo, la velocidad y la altitud a la que se encuentra expuesta el globo. As¨ª, por ejemplo, durante la tormenta del primer d¨ªa el globo hizo constantes cambios de altura desde los 7.000 u 8.000 pies (unos 2.500 metros) hasta los 1.000 pies (unos 300 metros).

Cuatro a?os han tardado en preparar la expedici¨®n, para la que han contado, al final, con el patrocinio de una firma confitera y de la Comisi¨®n del Quinto Centenario.

Adem¨¢s, han ido recibiendo informaci¨®n puntual por radio del Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa y del Centro Nacional de Salvamento, con lo que ten¨ªan una referencia de los buques m¨¢s cercanos en cada momento en caso de necesitar ayuda.