Entresijos del desarme nuclear
Carrera acelerada para desmontar el mayor n¨²mero posible de ojivas sovi¨¦ticas en el menor lapso de tiempo
?Hay tantas! Al menos 30.000. Cada una de las cabezas nucleares desperdigadas por la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica es un Chern¨®bil en potencia. Los rusos lo saben. Saben que no pueden garantizar que no se producir¨¢ una activaci¨®n accidental del explosivo no nuclear o que un bien pagado ladr¨®n no pondr¨¢ en manos terroristas una o varias bombas, con su correspondiente dosis de uranio y plutonio. El riesgo de que alguna de las dos amenazas se materialice ha llevado a Occidente a ponerse manos a la obra, casi fara¨®nica, de cooperar para que el desmantelamiento y destrucci¨®n de las armas nucleares de la reci¨¦n creada Comunidad de Estados Independientes (CEI) no se eternice, re¨²na suficientes condiciones de seguridad y no desencadene un desastre ecol¨®gico. En caso de accidente, Estados Unidos ha prometido a sus aliados de la Alianza Atl¨¢ntica que su ayuda ser¨ªa inmediata.
Washington, que ha puesto sobre la mesa 400 millones de d¨®lares para financiar el proceso de desmantelamiento de las cabezas nucleares estrat¨¦gicas y t¨¢cticas, construir¨¢ en Rusia un almac¨¦n para guardar el plutonio que se extraiga de las ojivas y pondr¨¢ a disposici¨®n de su nuevo aliado 250 contenedores especiales y 25 vagones blindados de ferrocarril para el traslado de las bombas a los centros en que habr¨¢n de pasar a mejor vida. Asimismo, aportar¨¢ 25 millones de d¨®lares a la creaci¨®n, junto con la Comunidad Europea, de un Centro Internacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa destinado a dar trabajo a lo m¨¢s selecto de los 100.000 especialistas en armas nucleares de la CEI para evitar su fuga a pa¨ªses del Tercer Mundo deseosos de hacerse con la bomba-at¨®mica. Por encargo del presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, el acad¨¦mico Yevgueni Velikov est¨¢ elaborando un plan exhaustivo para la destrucci¨®n de las armas nucleares.Algunas fuentes consideran que el arsenal at¨®mico de la CEI, cifrado oficialmente en 30.000 cabezas, podr¨ªa sumar hasta 34.000 ojivas, ya que se estima que son miles las bombas fuera de uso pero que jam¨¢s fueron desmontadas. Adem¨¢s, las bombas m¨¢s antiguas no est¨¢n protegidas con el denominado FRP, protecci¨®n que Estados Unidos introdujo a ra¨ªz del accidente ocurrido en Palomares (Espa?a) en 1966, cuando al chocar un aparato no driza con un avi¨®n cayeron en Almer¨ªa cuatro bombas at¨®micas norteamericanas, dos de las cuales se rompieron. La envoltura con FRP garantiza su resistencia ante altas cotas de temperatura y de presi¨®n.
"No hay riesgo a?adido"
Guillermo Velarde, catedr¨¢tico de F¨ªsica Nuclear en la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid y di rector del Instituto de Fusi¨®n Nuclear considera que "el desmantelamiento de las bombas at¨®micas no presenta ning¨²n riesgo a?adido por el manejo del explosivo nuclear". "El ¨²nico pe ligro reside en el manejo del ex plosivo convencional (hex¨®geno u oct¨®geno)", una especie de goma-2 mejorada. Otro cantar es "que se desmorone el Ej¨¦rcito de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica". "Eso si que podr¨ªa crear graves problemas".
Qu¨¦ hacer con las materias fisibles, y muy especialmente con el plutonio, constituye uno de los m¨¢s peliagudos problemas.
El arsenal nuclear combinado de EE UU y la CEI contiene 200 toneladas de plutonio, m¨¢s de 1.000 toneladas de uranio enriquecido y unos 200 kilos de tri tio. Si la varita m¨¢gica del desarme bendijera la opci¨®n cero, el uranio resultante bastar¨ªa para hacer funcionar durante cinco a?os a todos los reactores nucleares del planeta. El proceso de desmantelamiento durante la pr¨®xima d¨¦cada podr¨ªa producir en tomo a 150 toneladas de plutonio, seg¨²n c¨¢lculos de la Agencia de Ciencia y Tecnolog¨ªa de Jap¨®n, pa¨ªs que estudia la fabricaci¨®n de un reactor de neutrones r¨¢pidos para quemar el plutonio extra¨ªdo de las ojivas a raz¨®n de dos toneladas al a?o, lo que generar¨ªa 800.000 kilovatios de electricidad.
Ser¨ªa, sin duda, una soluci¨®n para encarar el problema que plantea el almacenamiento de plutonio. En CarIsbad (Nuevo M¨¦xico), el Departamento de Energ¨ªa de Estados Unidos lleva empleados 1.000 millones de d¨®lares y nueve a?os en librar una batalla legal para inaugurar la denominada Planta Piloto para Aislamiento de Residuos (WIPP). Se trata de un laberinto de dep¨®sitos y corredores excavado en pleno desierto a 700 metros de profundidad en el seno de una formaci¨®n salina, destinado a albergar un mill¨®n de barriles de residuos transur¨¢nicos procedentes de las armas nucleares.
En el futuro, las bolas o lingotes de uranio y plutonio podr¨ªan emplearse en reactores de buques de guerra, submarinos y misiones espaciales.
As¨ª se desmantela una cabeza at¨®mica
Pocos secretos lo son tanto como la composici¨®n de las ojivas nucleares. Las instalaciones en las que se desmontan (hasta ahora, las mismas en las que se fabrican) no les van a la zaga en secretismo. El gasto de desmantelamiento es considerable: un 10% del coste de fabricaci¨®n.Cuatro son los pasos fundamentales que han de seguirse para desmantelar las cabezas at¨®micas.
1. Las cabezas nucleares son retiradas de los misiles o de los almacenes y colocadas en contenedores una vez desconectado el sistema electr¨®nico de disparo. A partir de ah¨ª, son seguras, es imposible que exploten. Cada contenedor es sellado y etiquetado por los inspectores (extranjeros en el caso de que el proceso se someta a verificaci¨®n externa).
Para detectar robos de material nuclear se pueden utilizar, entre otros, sellos de fibra de vidrio o discos en los que figura una letra o un n¨²mero, cuya programaci¨®n cambia a intervalos determinados. En el primer caso, un microscopio revela la huella dactilar de luz transmitida por el haz de fibras enrollado en tomo al contenedor: si el mapa luminoso es distinto al original, el sello ha sido manipulado. En el segundo caso, la programaci¨®n queda congelada en el momento en el que se produce el robo, por lo que los inspectores saben exactamente cu¨¢ndo ocurri¨®. Asimismo, se pueden hacer soldaduras por puntos (de cuyo dise?o queda constancia fotogr¨¢fica) en las fundas que envuelven los contenedores. Las soldaduras act¨²an as¨ª de sello.
Para el etiquetado de los contenedores se pueden usar fotograf¨ªas microsc¨®picas de distintas zonas de la cubierta o grafitos con pintura indeleble.
2. Los contenedores son transportados al almac¨¦n de la planta de desmantelamiento, siendo examinados externamente a su llegada por los inspectores a fin de detectar cualquier manipulaci¨®n en la etiqueta o en el sello.
La labor de los inspectores extranjeros en las tareas de desmantelamiento de cabezas at¨®micas no traspasa, hoy por hoy, el umbral de pesar y radiografiar (mediante exploraci¨®n pasiva o activa) los lotes de contenedores que son trasladados al bunker de desmantelamiento propiamente dicho a fin de garantizar que la masa de material radiactivo que entra sea id¨¦ntica a la que sale.
3. Las cabezas son desmontadas, se retira la envoltura de uranio natural que las cubre, los explosivos no nucleares se queman y los restantes elementos no nucleares se destruyen (por incineraci¨®n o compresi¨®n).
4. Los materiales fisibles son pesados en presencia de los inspectores. Est¨¢n formados por bolas de uranio o de plutonio altamente enriquecidos, rodeadas por una capa met¨¢lica que favorece su manipulaci¨®n. Parte de estas bolas se trocea para obtener el material nuclear destinado a otros fines. El resto de las bolas se almacena en recintos blindados con accesos de muy alta seguridad.
El tritio, en caso de estar presente, es devuelto al pa¨ªs propietario o almacenado hasta que pierda toda su radioactividad.
El uranio altamente enriquecido se diluye hasta que la cantidad de U-235 sea inferior al 6%. Con un grado de enriquecimiento en torno al 3% el uranio diluido puede utilizarse como combustible en centrales energ¨¦ticas.
El plutonio 239, en cambio, apenas si se recicla (aunque existen reactores capaces de usarlo como suplemento del uranio235) y su vida media es de 24.000 a?os; es decir, transcurrido ese periodo su radiactividad se habr¨¢ reducido a la mitad. Por ello, su almacenamiento ha de estar garantizado nada menos que para un ?cuarto de mill¨®n de a?os!
Antes, el plutonio ha de mezclarse con materiales tales como cadmio o boro a fin de imposibilitar cualquier tipo de reacci¨®n nuclear de fisi¨®n.
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