La retrospectiva de Toulouse-Lautrec provoca en Francia una avalancha de publicaciones
Las librer¨ªas francesas han comenzado a recibir una avalancha de novedades sobre Henri Toulouse-Lautrec. Hasta el pr¨®ximo 1 de junio, fecha del cierre de la gran exposici¨®n retrospectiva que le consagra el parisiense Grand Palais, ver¨¢n la luz del d¨ªa unos 60 t¨ªtulos sobre la figura y obra del pintor. Gallimard ha roto el fuego publicando la correspondencia de Toulouse-Lautrec entre 1871 y su muerte, v¨ªctima del alcoholismo y la s¨ªfilis, en 1901.
La correspondencia de Toulouse-Lautrec consiste en 619 cartas que, sin despejar el misterio de su personalidad, contribuyen a comprenderla. Los textos m¨¢s interesantes son los que el pintor dirigi¨® desde Par¨ªs a su madre, la condesa de Toulouse-Lautrec, instalada en el castillo familiar de Albi. Esas cartas contienen peticiones de dinero e informaciones sobre problemas digestivos. Tambi¨¦n revelan la iron¨ªa de Toulouse-Lautrec. "Adi¨®s, querida; besa a la abuela y otros adornos de nuestro ¨¢rbol geneal¨®gico", dice una. Otra cuenta: "Vivo plenamente la vida de la bohemia y no me acostumbro del todo a este ambiente".Esta ¨²ltima confesi¨®n sorprende en alguien que se convertir¨ªa en el rey de la vida nocturna de Montmartre. La exposici¨®n del Grand Palais es, de hecho, un recorrido por los bajos fondos del empinado barrio parisiense a fines del siglo XIX. Hay muchos interiores de caf¨¦s, teatros, cabar¨¦s, circos y burdeles, y pocos paisajes, porque al artista tan s¨®lo le interesaba la figura humana, sobre todo la de las mujeres que amaba, porque eran tan vitalistas y tan desdichadas como ¨¦l.
Cuando Toulouse-Lautrec muri¨®, a la edad de 37 a?os, el Journal de Par¨ªs le calific¨® de "uno de esos raros maestros que envenenan y provocan escalofr¨ªos". En vida, el escritor Edmond de Goncourt le hab¨ªa tildado de "hom¨²nculo rid¨ªculo". El pintor, como recuerda la biograf¨ªa de Gotz Adriani reci¨¦n publicada por Flaminarion, estaba afectado de enanismo y diversas malformaciones cong¨¦nitas, males a los que ¨¦l a?adi¨® el alcoholismo y la s¨ªfilis, y, para esc¨¢ndalo de Goncourt, una irresistible tendencia a pasarse la vida en "mala compa?¨ªa".
Francia deb¨ªa estos homenajes a Toulouse-Lautrec. La exposici¨®n del Grand Palais confirma que su originalidad no estuvo en la materializaci¨®n de una ruptura est¨¦tica, sino en la incorporaci¨®n al arte del universo canalla y, sobre todo, en su particular visi¨®n de los seres humanos.
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