"Los que duermen en la calle est¨¢n locos"
Con s¨®lo ir a un albergue, muchos de los pobres que viven en la calle tendr¨ªan garantizadas 33.000 pesetas aproximadamente del salario social. ?Por qu¨¦ entonces pasa fr¨ªo esa gente y adem¨¢s se queda sin cobrar? "Muchos de ellos est¨¢n locos", contesta la directora de los Servicios Sociales del Ayuntamiento, Pilar Lorente."Que le pregunten a la vieja que duerme debajo del puente de Cuatro Caminos por qu¨¦ no se va a su casa todas las noches, que tiene un piso muy digno", dice Lorente.
Para ella, gran parte de la culpa la tienen los directores de psiqui¨¢tricos, que abrieron las puertas de los manicomios y "soltaron a los locos".
Los que est¨¢n perfectamente cuerdos prefieren la libertad a la rigidez del Ayuntamiento. Y no son pocos. Cada d¨ªa, la polic¨ªa env¨ªa a unos tres vagabundos al albergue de la Casa de Campo. En la boca de metro de Tirso de Molina, los vigilantes han llegado a contar 93 vagabundos en una noche, concretamente la del 12 de febrero. La semana pasada, cuando nev¨®, las 80 camas del albergue de Mayorales -abierto expresamente para luchar contra el fr¨ªo- estaban repletas, y hubo que instalar 14 port¨¢tiles.
En Tirso de Molina, los vagabundos comentan entre ellos c¨®mo los echan de los albergues o qu¨¦ dificultades encuentran para entrar, pero la mayor¨ªa de ellos -por supuesto, los inmigrantes tambi¨¦n- desconocen que haya un salario para pobres. La paga fue a parar en su mayor parte a mujeres analfabetas menores de 35 a?os.
Dinero que les pertenece
El problema radica en que la mayor¨ªa de los marginados ni leen ni quieren aprender. Y como no se ha hecho un esfuerzo por llegar a ellos, siguen donde siempre y como siempre, sin el dinero que les pertenece.
Prueba de su desconexi¨®n con la sociedad es que casi la mitad de los que cobran el salarlo no hab¨ªan tenido antes ning¨²n tipo de contacto con los servicios sociales tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad.
Eso significa que el desconocimiento que ten¨ªan los trabajadores sociales respecto a ellos era absoluto.
Los drogadictos se encuentran en la misma situaci¨®n. El porcentaje de los que lo reciben es m¨ªnimo, pero en su contra tienen el hecho de que la Comunidad no los ha enfocado como posibles beneficiarios de este salario.
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