El democristiano Dehaene ser¨¢ el sucesor de Martens en el Gobierno belga
Las dos familias pol¨ªticas m¨¢s fuertes de B¨¦lgica, socialistas y democristianos, decidieron formalmente anoche formar juntas el nuevo Gobierno, despu¨¦s de recibir la v¨ªspera luz verde de las bases de sus partidos respectivos.El democristiano flamenco Jean-Luc Dehaene fue nombrado anoche primer ministro por el rey Balduino. Dehaene suceder¨¢ a su correligionario Wilfried Martens, conocido como el incombustible, el hombre que ha presidido los ¨²ltimos nueve Gobiemos de su pa¨ªs.
Los miembros del nuevo Ejecutivo saldr¨¢n de las ¨²ltimas negociaciones en marcha. Para el acuerdo han hecho falta tres meses y medio (104 d¨ªas exactamente) de negociaciones, desde las elecciones del pasado 24 de noviembre, y el trabajo de cuatro formadores sucesivos nombrados por el rey Balduino.
La nueva coalici¨®n estar¨¢ integrada por cuatro partidos: los dos socialistas y los dos democristianos, en su doble versi¨®n flamenca y valona. La repetici¨®n de la f¨®rmula que llev¨® a la crisis y la convocatoria de elecciones anticipadas ha sido saludada por el diario democristiano La Libre Belgique como "el Gobierno de los vencidos" porque, salvo los democristianos de Valonia, las otras tres formaciones sufrieron un duro castigo de los votantes el pasado 24 de noviembre.
El pacto de Gobierno significa de hecho un compromiso por un plazo de cuatro meses, hasta que en julio el Parlamento tenga que votar el acuerdo financiero para cubrir el d¨¦ficit de la ense?anza en la Comunidad de Valonia, y el plan de reformas para la total federalizaci¨®n del pa¨ªs. Las cuatro formaciones cuentan con una mayor¨ªa holgada de 120 votos sobre los 212 esca?os del Congreso, pero carecen de la mayor¨ªa necesaria de dos tercios para sacar adelante la reforma de la mitad de la Consitutuci¨®n para transferir a comunidades y regiones la mayor parte de las competencias que todav¨ªa conserva el Gobierno central. Si no se logran apoyos parlamentarios suficientes, la soluci¨®n ser¨¢ la convocatoria de nuevas elecciones, que amenazan con extender a¨²n m¨¢s la atomizaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs.
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