La pol¨ªcia reconoce que ETA tiene una red de pisos a¨²n no localizada en Madrid
La organizaci¨®n terrorista ETA dispone en Madrid de una s¨®lida infraestructura a¨²n no descubierta, seg¨²n reconoce la polic¨ªa tras las investigaciones del juez Carlos Bueren sobre los cuatro chilenos que colaboraron en el secuestro de Emiliano Revilla. El comando etarra que realiz¨® esta acci¨®n se aloj¨® en un piso pr¨®ximo a una comisar¨ªa, seg¨²n consta en el sumario, que revela que tambi¨¦n colabor¨® en el secuestro un grupo de mexicanos, ninguno de los cuales ha sido detenido todav¨ªa.
Jos¨¦ Luis Urrusolo Sistiaga -el etarra m¨¢s buscado de los ¨²ltimos a?os- se entrevist¨® varias veces, en la c¨¦ntrica plaza de Manuel Becerra, de Madrid, con un individuo que le entreg¨® dos pistolas, dos metralletas y seis granadas de mano unos d¨ªas antes del secuestro de Revilla. As¨ª lo ha confesado el chileno Alexis Corval¨¢n Albornoz, uno de los cuatro detenidos por su implicaci¨®n en el caso.Corval¨¢n, miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), ha declarado que Urrusolo acudi¨® a otras citas en las inmediaciones de la calle de Atocha. Tales detalles confirman la existencia de una infraestructura -pisos francos, colaboradores, buzones e informadores-, que todav¨ªa no ha sido desmantelada, seg¨²n admiten fuentes policiales. (El gobernador civil de Vizcaya, Daniel Vega, sospecha que el comando itinerante que dirige Urrusolo puede estar operando en Madrid, Valladolid y otras provincias, seg¨²n informa Europa Press).
A mediados del mes de enero de 1988, Corval¨¢n alquil¨¦ un piso pr¨®ximo a la comisar¨ªa madrile?a de Usera, en el barrio de Villaverde, a trav¨¦s de un anuncio publicado en la revista Segunda Mano. Dos semanas despu¨¦s, el chileno recogi¨® a Urrusolo en la glorieta de Bilbao y lo traslad¨® a la citada vivienda. Desde ese momento, el mirista se convirti¨® en ch¨®fer y gu¨ªa del dirigente etarra.
Barrio del Pilar
El 24 de febrero de 1988, Urrusolo se reuni¨® con un desconocido durante una hora y media en las inmediaciones de la plaza de Manuel Becerra. Tras la entrevista, comunic¨®. a sus compa?eros Antonio Gabiola Goyogana y Mar¨ªa del Rosario Delgado Iriondo que ese mismo d¨ªa iban a secuestrar a Revilla, seg¨²n consta en el sumario que instruye Bueren.
Cada vez que el jefe etarra acud¨ªa a una cita, en la plaza de Manuel Becerra o en la calle de Atocha, tomaba grandes medidas de seguridad y ordenaba al chileno Corval¨¢n que se alejara para que no, pudiese ver qui¨¦n era la persona con la que se reun¨ªa. Tales indicios confirman que en Madrid hay una infraestructura que ETA siempre ha preservado y que a¨²n no ha sido desmantelada por la polic¨ªa.
Expertos antiterroristas est¨¢n convencidos de que parte de esa red de apoyo al comando Madrid radica desde hace a?os en el barrio del Pilar, lo que explica que en 1983 se realizase el infructuoso peinado de esa zona en busca del secuestrado Diego Prado y Col¨®n de Carvajal. El chileno Corval¨¢n ha declarado ante el juez que ¨¦l y Urrusolo fueron all¨ª varias veces y que fue all¨ª donde el jefe etarra recogi¨® el Seat 124 utilizado para secuestrar a Revilla.
Pistoleros a sueldo
Posiblemente ETA tiene otros pisos en el barrio madrile?o de Aluche, donde ha perpetrado varios de sus ¨²ltimos atentados, entre ellos el que mutil¨® gravemente a la ni?a Irene Villa. En esa zona, concretamente en el n¨²mero 59 de la calle de Quero, se albergaron los chilenos y algunos mexicanos que colaboraron con ellos en el caso Revilla. La polic¨ªa supone que estos mexicanos, apodados El Guero y El Guat¨®n (el Gordo), no son terroristas, sino "pistoleros a sueldo" de los miristas chilenos.
Los investigadores, que, hasta ahora no hab¨ªan informado de esta trama, s¨®lo conocen la identidad de uno de estos mexicanos: Tonatiuh Marr¨®n Rodr¨ªguez, que alquil¨® en la empresa Esteban Rivas una furgoneta, matr¨ªcula M-1799-HI, para trasladar miles de ladrillos a la casa donde Revilla estuvo cautivo durante 249 d¨ªas.
Alexis Corval¨¢n reconoce que acudi¨® con otros miristas a San Juan de Luz (Francia), donde activistas de ETA les dieron en varias ocasiones cajas con dinero en pago a su colaboraci¨®n. Estas sumas, seg¨²n las investigaciones policiales, podr¨ªan haber sido invertidas en una compleja mara?a de empresas dedicadas a comercializar un aditivo para combustibles. En alguna de estas firmas ha tenido intereses un norteamericano cuya hija tiene relaciones de amistad con el hijo, primog¨¦nito del presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez.
Un fabricante de ladrillos metido a detective
El due?o de una f¨¢brica de ladrillos de Oca?a (Toledo) estuvo a punto de descubrir la vivienda donde ETA tuvo cautivo durante meses al industrial Emiliano Revilla.Los chilenos del MIR decidieron destruir el agujero excavado en la casa de la calle de Belisana para albergar a Revilla, despu¨¦s de que en septiembre de 1989 se rompiese el pacto de cooperaci¨®n suscrito con ETA. El divorcio entre ambas organizaciones se debi¨® a que los etarras no pagaron a sus socios lo convenido por el secuestro.
Para taponar la oquedad, los chilenos adquirieron 2.000 ladrillos crudos a la f¨¢brica de Mat¨ªas Ventura Mart¨ªn L¨®pez, de Torrijos (Toledo), y 14.000 ladrillos m¨¢s a la f¨¢brica de Emilio Mata G¨®mez Monedero, de Oca?a (Toledo). El responsable de esta ¨²ltima se mosque¨® de tan ins¨®lita compra y decidi¨® actuar como un detective: tom¨® la filiaci¨®n al mexicano Tonatiuh Marr¨®n Rodr¨ªguez, que conduc¨ªa la Nissan Vanette alquilada para transportar los ladrillos en varios viajes.
Picado por la curiosidad, el ceramista sigui¨® al mexicano desde Oca?a hasta Madrid, pero lo perdi¨® en un atasco en la plaza de Embajadores. "Si no se le hubiera despistado, ese hombre habr¨ªa descubierto antes que nosotros la jaula donde estuvo Revilla", comenta un polic¨ªa.
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