El a?o 2000

( ... ) Cuando apareci¨® la expresi¨®n fin de si¨¨cle por primera vez en Francia, hace cien a?os, ten¨ªa un significado de moderno y estar de moda, pero pronto adquiri¨® una connotaci¨®n muy negativa, y se habl¨® de una enfermedad, la enfermedad del fin de siglo. El t¨¦rmino se aplic¨® entonces sobre todo lo que se cre¨ªa que era corrupto, febril, degenerado. (... ) Y aqu¨ª estamos, un incre¨ªble, terrible y maravilloso siglo despu¨¦s, acerc¨¢ndonos a nuestro propio fin de si¨¨cle y final de milenio. ( ... ) Tenemos una sensaci¨®n de cosas que acaban y otras que comienzan. En primer lugar, por supuesto, somos testigos del fin del comunismo y comenzamos a enfrentarnos con lo que esto significar¨¢ para el capitalismo. En segundo lugar, presenciamos el fin del nacionalismo como lo hab¨ªamos conocido, y comenzamos a ver nuevos acuerdos internacionales. Y en tercer lugar, vemos el final, o por lo menos el declive, de una era de escepticismo y el comienzo de lo que puede ser una nueva era de la fe. ( ... ) Durante los pasados cien a?os, dejando los ¨²ltimos mil a?os, hemos hecho progresos materiales y sociales casi incre¨ªbles. Lo que no ha cambiado es la naturaleza humana y nuestro reto sin fin: seguir trabajando, seguir mejorando, seguir construyendo. ( ... ) As¨ª que acerqu¨¦monos a nuestro fin de siglo, nuestro fin de milenio, con la alegr¨ªa que podamos mostrar. ( ... ) Pero no pensemos que el pr¨®ximo milenio ser¨¢ el milenio.

28 de marzo