Un pulm¨®n atascado
El Ayuntamiento carece de medios para evitar el preocupante deterioro del parque del Retiro
El Retiro se debate entre el uso que le dan los ciudadanos por ser el mayor parque situado en el centro de la ciudad y la necesidad de preservar su vegetaci¨®n como pulm¨®n de Madrid. El parque sufre en los d¨ªas festivos una avalancha de visitantes que inevitablemente provoca el deterioro de sus praderas, edificios y ¨¢rboles.No hay pr¨¢cticamente medios humanos para vigilar el mal uso que hace el p¨²blico del parque, seg¨²n reconocen responsables municipales. La entrada de coches en el Retiro, una agresi¨®n de la que aparentemente se hab¨ªa librado, es cada vez m¨¢s habitual, pese a que est¨¢ prohibida.
La avalancha de p¨²blico los s¨¢bados y domingos deja un rastro de suciedad y dejadez en todos los rincones del parque, si bien todo se recoger¨¢ el lunes por la ma?ana. Los empleados de la limpieza libran precisamente en estos dos d¨ªas de mayor aforo. Santiago Romero, jefe del Departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento, que este a?o cuenta con diez millones de pesetas para el mantenimiento del Retiro, se?ala que repetir¨¢ una iniciativa que comenz¨® en 1991: contratar personal temporal desde mayo hasta octubre para vaciar las papeleras los fines de semana. "Pero no podemos prever que algunos d¨ªas, como sucedi¨® en el puente de San Jos¨¦, haga un tiempo estupendo y todo el mundo vaya al Retiro. Ser¨ªa imposible contratar refuerzos para estos casos".
Romero no puede dejar de lamentar la falta de urbanidad de los ciudadanos que acuden al Retiro. Medidas como fijar un aforo para los d¨ªas festivos son en este momento impensables por impopulares, seg¨²n reconoce Esperanza Aguirre, concejal de Medio Ambiente.La polic¨ªa, sin poderes
La vigilancia se reduce a cuatro parejas de guardas municipales para una extensi¨®n de 125 hect¨¢reas. Son los ¨²nicos que pueden aconsejar, tan s¨®lo, que no se pise el c¨¦sped o no subirse a las ramas de los ¨¢rboles. Los municipales no tiene obligaci¨®n de hacer cumplir las ordenanzas de protecci¨®n medioambiental, que incluyen la prohibici¨®n de pisar el c¨¦sped. Tampoco el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.
La lista de agresiones que en un d¨ªa festivo sufre el parque es interminable. Desde el abandono en suelos y praderas de papeles, litronas y pl¨¢sticos hasta la improvisaci¨®n de estadios de f¨²tbol y circuitos de bicicletas en las praderas, pasando por la atronadora m¨²sica de los que se llevan el radiocasete y aquellos que se llevan el bocadillo o la tartera, aunque afortunadamente todav¨ªa son pocos, seg¨²n afirman los responsables municipales.
Tambi¨¦n hay zonas donde abundan las jeringuillas bajo los arbustos, como en la entrada del ?ngel Ca¨ªdo, en la esquina cercana a Mariano de Cavia y entre el Parterre y la Chopera.
La vigilancia del parque se reduce a dos coches patrulla y dos parejas de municipales que act¨²an en turnos de ma?ana y tarde, mientras que por la noche hay un coche patrulla. El Cuerpo Nacional de Polic¨ªa tiene al menos un coche patrulla y algunos agentes a caballo.
V¨ªctor Garc¨ªa, presidente de la Asociaci¨®n de Amigos del Retiro, con unos mil socios que pagan una cuota anual de 1.000 pesetas, reconoce que no se puede rega?ar a la gente que maltrata las instalaciones y la vegetaci¨®n del parque, aunque "se puede convencer con razones". Garc¨ªa asegura que algunos amonestados le han dado la raz¨®n. Menos suerte ha tenido en estos cometidos Santiago Romero, a quien le han espetado en m¨¢s de una ocasi¨®n: "Puedo pisar la pradera, para eso pago mis impuestos".Suciedad en el estanque
"Ser¨ªan necesarias unas 15 parejas; as¨ª controlar¨ªas tu zona, sabr¨ªas d¨®nde hay una farola rota o una papelera estropeada, la gente te conocer¨ªa", se?ala un polic¨ªa municipal que trabaja en el Retiro desde hace 27 a?os.
El lago tambi¨¦n sufre las bromas de los usuarios inc¨ªvicos. Antonio Bernau, subencargado del estanque, se?ala que a diario acude "toda una flota de camiones" para llevarse toda la porquer¨ªa que una contrata de conservaci¨®n saca de las aguas; pero esto es s¨®lo lo que flota. "Cuando alguna vez se ha hundido una barca, o se cae algo, en el fondo encontramos hasta bancos y sillas", cuenta Bernau.
El cuidado del alma del Retiro, su vegetaci¨®n, tambi¨¦n sufre carencias de personal. Un total de 120 jardineros cuidan del parque, que contiene unos 15.000 ¨¢rboles. Las cifras que manejan los profesionales de la jardiner¨ªa se?alan que la proporci¨®n ideal son dos cuidadores por hect¨¢rea, el doble de los empleados con que cuenta el parque.
La agon¨ªa de un parque
Lo que hasta ahora es sin duda el gran pulm¨®n del casco urbano se va degradando a pasos agigantados, seg¨²n reconoce el propio Ayuntamiento. Los responsables municipales aseguran que no pueden paliar el comportamiento inc¨ªvico de los ciudadanos en el parque del Retiro. Sin embargo, el equipo de gobierno ha frenado las inversiones previstas en el plan para rehabilitar el parque que dise?¨® la actual concejal de Medio Ambiente. Adem¨¢s, concede m¨¢s permisos para que transiten autom¨®viles entre las avenidas que rodean los jardines.
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