La DC, gran derrotada en Italia por el voto contra la partitocracia
La Democracia Cristiana, el partido que ha controlado desde la posguerra la pol¨ªtica italiana, aparec¨ªa ayer como la gran derrotada en las urnas por un voto de castigo que hizo mella en todos los grandes partidos, provocando una dispersi¨®n de los resultados que echa por tierra la actual mayor¨ªa de Gobierno y perfila un nuevo Parlamento a la polaca. La Liga del Norte se consolida como el gran fen¨®meno emergente de esta situaci¨®n, que en general refleja un giro a la derecha, aunque tambi¨¦n da juego para algunos elementos m¨¢s de izquierda, como La Rete de Orlando o la lista del veterano Marco Panella.La subida de la Liga era esperada, dentro de la cota moderada pr¨®xima al 9% en que se ha producido, seg¨²n las primeras proyecciones, y que la sit¨²an como la segunda fuerza pol¨ªtica a pocos puntos de la DC en el norte de Italia, y especialmente en Lombard¨ªa.
Ning¨²n sondeo se hab¨ªa atrevido a vaticinar, en cambio, la hist¨®rica ca¨ªda que la DC registr¨® ayer, hasta quedar por debajo de la cota del 30%, con una p¨¦rdida de 5 puntos por debajo de sus resultados en las ¨²ltimas legislativas, de 1987. Y esto, a pesar de contar con el pleno apoyo expl¨ªcito de la Conferencia Episcopal Italiana.
Incluso en la regi¨®n del Veneto, feudo democristiano en el norte de Italia, perdi¨® ayer terreno el primer partido del Gobierno frente a los embates de la Liga. Pero un dato clave de estas elecciones es que la DC no s¨®lo no compens¨® esas p¨¦rdidas en el resto del pa¨ªs, sino que retrocedi¨® tanto en el centro como en Puglia o en Calabria. S¨®lo en Sicilia, donde hace tres semanas fue asesinado Salvo Lima, el hombre fuerte del primer ministro, Giulio Andreotti, han ganado los democristianos dos puntos para la C¨¢mara, la mitad de los que han perdido en las elecciones al Senado de esa zona.
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El voto italiano se inclina hacia la derecha
Viene de la primera p¨¢gina
El Partido Socialista Italiano (PSI), el otro gran polo de la coalici¨®n de Gobierno, s¨ª ha ganado votos en el sur, cerca del 6% seg¨²n las proyecciones de los resultados del Senado, e incluso en Sicilia, donde sum¨® cuatro puntos para el Senado. Pero estas ganancias no compensan su retroceso en el norte, ya que las proyecciones sobre los resultados de sus listas de diputados le situaban por debajo del 14% que, para su l¨ªder, Bettino Craxi, marca el l¨ªmite de la derrota.
El Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS), de Achille Occhetto, heredero mayoritario del disuelto Partido Comunista, hist¨®rico sost¨¦n del sistema desde una oposici¨®n constructiva, corr¨ªa por debajo de la cota del 16% en las proyecciones para la C¨¢mara y apenas llegaba al 17% en las del Senado, donde el PCI ten¨ªa una representaci¨®n m¨¢s alta. Estas cifras, muy inferiores al casi 27% que obtuvieron los comunistas en 1987, tambi¨¦n se sit¨²an por debajo del 18% que el propio Occhetto se hab¨ªa marcado como objetivo en esta primera comparecencia de su nuevo partido ante las urnas.
Parte de los apoyos que esperaban han debido de quedar en la abstencion, 1,6 puntos m¨¢s elevada que hace cinco a?os. Por otra parte, la escisi¨®n de izquierdas Refundaci¨®n Comunista demostr¨® su capacidad para mantenerse en la liza con unas previsiones de voto de entre el 5% y el 7%. Pero, teniendo en cuenta estos datos, resulta claro que parte del voto ex comunista se orienta ya a otras filas, y no exclusivamente a las socialistas.
El Partido Republicano, que pas¨® a la oposici¨®n hace meses tras una permanencia casi ininterrumpida en el Gobierno, no parece haber ganado mucho con esa maniobra, ya que las proyecciones le daban en torno a un punto adicional en vez del 3% de ganancia que esperaba. Algo similar ha subido el Partido Liberal sin salir del Ejecutivo.
La inclinaci¨®n del voto italiano hacia la derecha no s¨®lo viene indicada por el avance de la Liga, sino por los resultados del neofascista Movimiento Social Italiano (MSI), que, seg¨²n los datos provisionales, ha interrumpido su decadencia, manteniendo una cuota pr¨®xima al 6%, gracias en buena parte a N¨¢poles y a Sicilia. Su secretario, Gianfranco Fini, se encarg¨®, de se?alar ayer que los cuatro integrantes del llamado partido transversal del presidente, el suyo, el socialista, los liberales y la Liga, que han apoyado al jefe de Estado, Francesco Cossiga en sus ataques al sistema, han recogido un 30% de los votos y han quedado al margen del terremoto pol¨ªtico que ha sacudido Italia.
La coalici¨®n de Gobierno quedaba, entretanto, en el 48% y el Parlamento tan fragmentado, que las posibilidades de reconstruirla o de hacer otra nueva son te¨®ricamente infinitas. Cabe un nuevo pentapartito, que vuelva a incorporar a los republicanos, pero tambi¨¦n el governissimo, si entraran los ex comunistas, o un Gobierno centrado en el eje DCPDS, u otro vertebrado por el PDS-PSI que dejara en la oposici¨®n a la Democracia Cristiana. Incluso cabr¨ªa la posibilidad te¨®rica de que el partido transversal del presidente intentara acumular fuerzas en favor de una rep¨²blica presidencialista.
Todos pierden
La dispersi¨®n del voto se refleja en el hecho de que los tres partidos mayores -DC, PDS y PSI-, han pasado de controlar el 75% del voto al 58%. Y eso contribuye a difundir la impresi¨®n de que todos los partidos cl¨¢sicos han perdido las elecciones en un pa¨ªs donde, tradicionalmente, todos las ganaban. Todav¨ªa se da la paradoja de que la DC, el gran perdedor ha aumentado considerablemente su ventaja frente al segundo partido en representaci¨®n parlamentaria.
Anoche, los l¨ªderes todav¨ªa no se pronunciaban ante estas alternativas te¨®ricas. Un deprimido Arnaldo Forlani, secretario general de la DC, se reconoci¨® "desilusionado" y a?adi¨® no estar "en disposici¨®n de avanzar ideas sobre el modo en que el cuadro de la gobernabilidad podr¨ªa ser reconstru¨ªdo". Forlani, que se presenta como la primera v¨ªctima de este "terremoto pol¨ªtico", seg¨²n titulaban sus primeras ediciones de hoy varios diarios italianos, se ha quedado con pocos argumentos para sostener sus poco ocultas aspiraciones a ser el pr¨®ximo presidente de la Rep¨²blica. Pero tambi¨¦n el primer ministro Andreotti, probable competidor de Forlani en esas aspiraciones, queda expuesto a unos da?os electorales que ha contribuido a crear con mensajes del tipo aqu¨ª no pasa nada.
En el campo de los socialistas, pesa sobre su actual l¨ªder, Bettino Craxi, la responsabilidad de haber colaborado con la DC en el intento de movilizar a los votantes con la advertencia de "nosotros o el caos". Craxi se consol¨® ayer de la."erosi¨®n" socialista con el argumento de que otros partidos "han sufrido p¨¦rdidas m¨¢s considerables". Por su parte, el vicesecretario del PSI, Giuliano Amato se?alaba que tres partidos integrados en la Internacional Socialista, PSI, PDS y PSDI, superaban el 30% de los votos y deber¨ªan abrir un debate sobre el tema.
Occhetto, en cambio, no reconoci¨® ninguna derrota del PDS y dijo encontrar dos motivos de satisfacci¨®n en los resultados: "La mayor¨ªa ha salido vencida y nos mantenemos como el primer partido de la oposici¨®n. Estos eran los dos objetivos por los que nos bat¨ªamos".
Francesco Cossiga, el presidente de la Rep¨²blica que ha desarrollado una inagotable actividad paralela a la campa?a, dirigir¨¢ las negociaciones para la formaci¨®n del nuevo Gobierno, en esta situaci¨®n confusa que le otorga una capacidad adicional de maniobra en la recta final de su mandato. Ayer, dijo que "ning¨²n resultado puede ser considerado dram¨¢tico", antes de partir en visita oficial a Estados Unidos para no complicar m¨¢s las cosas.
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