La Maestranza estrena reglamento

En Sevilla estos d¨ªas se estrenan muchas cosas. En la plaza de la Maestranza, ayer, se estren¨® el reglamento taurino. Se estren¨® parcialmente. Hasta el 1 de mayo no entra en vigor la regulaci¨®n del peso y raza de los caballos. Respecto al peso se han empe?ado los taurinos en convencer a la opini¨®n de que se ha reducido. No es as¨ª. En el reglamento de 1962 el peso m¨ªnimo se fijaba en 450 kilos. En las reglamentaciones anteriores al 62 no se establec¨ªa peso m¨ªnimo. En el nuevo se contempla un peso m¨ªnimo de 500 kilos, luego el peso m¨ªnimo se ha incrementado. Lo que s¨ª se ha regulado por primera vez es el peso m¨¢ximo: 650 kilos. El anteproyecto de reglamento que se someti¨® a opini¨®n p¨²blica contemplaba un peso m¨¢ximo de 500 kilos, una vez equipado el caballo. ?Qu¨¦ pas¨® en el camino que al llegar al bolet¨ªn oficial el peso m¨¢ximo, ensillado el caballo, se convirti¨® en m¨ªnimo sin ensillar?El nuevo reglamento, adem¨¢s de regular el peso, establece la prohibici¨®n de que los caballos sean de raza traccionadora. El caballo que actualmente sale a las plazas es el hispano-bret¨®n, de tiro y arrastre, que se implant¨® como consecuencia del establecimiento de un peso m¨ªnimo en el reglamiento de 1962, completamente diferente al de silla, tradicionalmente empleado hasta entonces en las plazas de toros. ?No va a devenir de imposible cumplimiento el peso m¨ªnimo del caballo y la prohibici¨®n de que sean caballos de tiro? ?Son compatibles ambas disposiciones, o existe una antinomia? El peso medio del caballo espa?ol oscila entre los 350 y los 400 kilos. ?Va a haber suficiente n¨²mero de caballos que no sean de tiro, que rebasen el peso de 500 kilos? Ante la contradicci¨®n, ?qu¨¦ criterio van a adoptar los presidentes?

El peso del peto, lejos de reducirse, se ha aumentado respecto al reglamento derogado. Antes era de 25 kilos, con una tolerancia por el uso de cinco kilos. En el nuevo, el peso m¨¢ximo es de 30 kilos (en el anteproyecto eran 20), sin que se admita tolerancia. Una disposici¨®n acertada es limitar la largura del peto: la distancia entre el suelo y el borde de aqu¨¦l no podr¨¢ ser inferior a 65 cent¨ªmetros. Se suprime el m¨ªnimo de tres puyazos que establec¨ªa el reglamento anterior y que era reiteradamente incumplido. La cuantificaci¨®n del castigo la determina el presidente. Los espadas pueden solicitar el cambio sin que sea vinculante para el us¨ªa, cuando el toro haya recibido dos varas en las plazas de primera y una en las restantes.

En conclusi¨®n, la reforma de la suerte de varas, de importancia capital para un futuro brillante de la fiesta, y que despert¨® justificada esperanza en la afici¨®n al hacerse p¨²blico el anteproyecto, se ha quedado en agua de borrajas al llegar al bolet¨ªn oficial.