La catedral de Sevilla estrena la 'Misa flamenca' de Paco Pe?a

El jueves, la catedral de Sevilla dar¨¢ amparo a un singular concierto: la Misa flamenca de Paco Pe?a, interpretada por el coro brit¨¢nico de la Academy of Saint Martin in the Fields. Esta obra, creada por el guitarrista cordob¨¦s, de 50 a?os, en Londres, donde vive desde 1963, no se hab¨ªa representado en Espa?a.

Esta obra podr¨ªa llamarse Misa de Londres, porque Paco Pe?a, adem¨¢s de componerla en la capital brit¨¢nica, recab¨® para ella la colaboraci¨®n especial¨ªsima del coro brit¨¢nico de la Academy of Saint Martin in the Fields, dirigido por Laszlo Heltay. Hecho singular¨ªsimo, ya que, siendo el flamenco un arte exclusivo de individualidades, la circunstancia de que participe un coro, aun trat¨¢ndose de una misa, ya es excepcional. Personalmente s¨®lo recuerdo la grabada para Philips en 1966 bajo la direcci¨®n de Jos¨¦ Torregrosa, en la que participaron el Coro Maitea y componentes del Coro Easo, dos agrupaciones vascas.Integraci¨®n perfecta

Este coro brit¨¢nico ha calado perfectamente en el esp¨ªritu de la misa de Paco Pe?a, y lleva su ductilidad para integrarse en ella a extremos dif¨ªcilmente imaginables. No hay ning¨²n conflicto formal, ni en la lengua ni en la asunci¨®n del concepto de una misa flamenca, creada por un guitarrista flamenco e interpretada por artistas flamencos.

Porque, obviamente, no est¨¢ s¨®lo el coro de la Academy of Saint Martin in the Fields en la realizaci¨®n de esta obra singular¨ªsima. Hay guitarras flamencas, por supuesto, las de los hermanos Tito, Jos¨¦ y Diego Losada, capitaneadas por la del propio Paco Pe?a. Hay cantaores flamencos, como La Susi; Rafael Montilla, El Chaparro; Y¨¦ Y¨¦ de C¨¢diz y El Meno. Y hay unos estilos puramente flamencos sobre los que se arquitectura toda la liturgia religiosa con perfecta adecuaci¨®n. As¨ª, las distintas partes de la misa se van alternando con las partes corales que no se atienen propiamente a los cantes jondos, engarzadas en tientos, grana¨ªnas, fandangos, peteneras, jaleos, tanguillos, martinetes, buler¨ªas, bamberas, alegr¨ªas...

El resultado es de una belleza deslumbrante. El misterio del rito religioso se funde con el misterio de lo jondo, alcanz¨¢ndose momentos de impresionante grandeza. Pero hay tambi¨¦n alegr¨ªa, gozo, esperanza, como corresponde a la propia esencia de la liturgia. Una obra en cualquier caso singular, hermos¨ªsima, que por primera vez ser¨¢ dado escuchar en Espa?a.