El cobrador moroso
La sinuosa espera del joven al que estaf¨® uno de los 'hombres del frac'
??igo Estebaranz, de 25 a?os, decidi¨® prestar a un amigo de Bilbao un mill¨®n de pesetas en 1988. Ahora piensa que fue una p¨¦sima idea. Cuatro a?os despu¨¦s, su deudor -ya no es su amigo- s¨®lo le ha entregado un tal¨®n sin fondos. Ha recurrido a El Cobrador del Frac, pero un empleado se larg¨® con el dinero de 11 clientes y tambi¨¦n se llev¨® las 50.000 pesetas que ??igo tuvo que pagar con el contrato. Tras aquello, la empresa le dio pocas explicaciones y tard¨® m¨¢s de seis meses en ponerse a trabajar en el caso. ??igo no ha visto un duro y ha denunciado al juez esta larga historia de demoras.
Poco antes de las navidades de 1988, Migo, que viv¨ªa por entonces en Bilbao y trabajaba como administrativo, le dej¨® a un amigo un mill¨®n que acababa de heredar. Ambos firmaron un documento notarial. El amigo quer¨ªa abrir un bar en Barakaldo (Vizcaya) y se comprometi¨® a devolver el dinero a ??igo en dos a?os. Pasado ese tiempo, su deudor no le dio un duro. "Aleg¨® que no ten¨ªa dinero, y luego me mand¨® un cheque sin fondos a principios de 1990". Un d¨ªa, en julio de 1991, ??igo, que ya viv¨ªa en Madrid, vio en el peri¨®dico un anuncio de El Cobrador del Frac, una de las empresas que gestiona la devoluci¨®n de deudas. El d¨ªa 22 de julio, contrat¨® sus servicios con un tal se?or Ortega para recuperar su mill¨®n. El joven pag¨® 50.000 pesetas a fin de que la organizaci¨®n se empezase a mover. El Cobrador del Frac suscribe con el cliente un contrato de un a?o. Primero averigua la solvencia, los bienes y el domicilio del moroso; luego, con cartas o llamadas, trata de obtener el dinero, y por ¨²ltimo aparece el cobrador del frac. Si se consigue el dinero, la empresa se queda con un 35%.
Deudores con frac
El se?or Ortega dijo a ??igo que tendr¨ªa noticias suyas antes de septiembre. Pero no fue as¨ª. El joven llam¨® por tel¨¦fono en septiembre. "Me dijeron que mandase una carta certificada. As¨ª lo hice y nadie me contest¨®". Migo se present¨® la primera semana de noviembre de 1991 en las oficinas madrile?as de la empresa. Se qued¨® pasmado. Le dijeron que el se?or Ortega se hab¨ªa quedado con el dinero de varios clientes y que ya no trabajaba all¨ª. "Resulta que a la empresa de morosos le sale un moroso", comenta ??igo. El joven entreg¨® otra vez toda la documentaci¨®n de su caso. "Me dijeron que tardar¨ªan 24 o 48 horas en mandar todo a las oficinas de Bilbao".??igo se fue a la capital vizca¨ªna para las navidades y pas¨¦ por la oficina de El Cobrador del Frac. Asegura que, dos meses despu¨¦s de aquello, all¨ª no sab¨ªan nada. El joven volvi¨® a llamar a la sede de Madrid. "En conferencias y llamadas me habr¨¦ gastado otras 50.000 pesetas", asegura el denunciante. Prometieron que la enviar¨ªan ya. Pero en enero tampoco sab¨ªan nada en Bilbao. El joven decidi¨® desistir y pidi¨® que le devolvieran sus 50.000 pesetas y su documentaci¨®n, "por todos los gastos y disgustos". La empresa contest¨® que le dar¨ªan los papeles pero no el dinero, tal y como consta en los contratos.
La historia ha acabado en el juzgado de guardia, con una denuncia por estafa contra el empleado moroso y la petici¨®n a El Cobrador del Frac de que le sean devueltos la documentaci¨®n y el dinero. ??igo Estebaranz est¨¢ ahora en paro y asegura que necesita aquel mill¨®n.
Manuel Naharro, director general adjunto de El Cobrador del Frac, una empresa con 1.400 millones de facturaci¨®n, se lamenta del "c¨²mulo de desaciertos de atenci¨®n al cliente" que ha debido de sufrir Migo, "quiz¨¢ atendido por gente que no era la adecuada". La propia empresa ha denunciado al empleado Ortega, .que se qued¨® con el dinero y la documentaci¨®n de 11 clientes (m¨¢s de un mill¨®n de pesetas). "Lo que ocurri¨® es que sin el original del contrato entre ??igo y El Cobrador del Frac no pod¨ªamos gestionar el cobro de la deuda., Para presionar al moroso", prosigue Naharro, "se necesita el original y el juzgado lo ha mandado este mes". ??igo asegura que nunca se le explic¨® esto. La empresa empez¨® a trabajar desde mediados de enero.
Tras la llamada de EL PA?S a El Cobrador del Frac para obtener su versi¨®n, la empresa deposit¨® ayer tarde en un notario la documentaci¨®n y las 50.000 pesetas, a disposici¨®n por fin de ??igo Estebaranz. "Hemos querido contentarle, nunca nos hab¨ªa denunciado un cliente", aleg¨® Naharro. Migo no ha necesitado un frac para cobrar esta deuda.
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