El ¨²ltimo viaje del Gobernador

El gobernador del Banco de Espa?a aprovecha sus ¨²ltimas semanas en el cargo para despedirse de sus colegas en los foros internacionales a los que lleva ocho a?os asistiendo. Hace una semana, Mariano Rubio y su esposa, Carmen Posadas, iniciaron en Washington una gira exterior que les llevar¨¢ por Estados Unidos, M¨¦xico y El Salvador. Luego, Rubio asistir¨¢ a su ¨²ltima reuni¨®n del ECOFIN, en Oporto, y de gobernadores europeos, en Basilea.

Junio parece el mes elegido para anunciar el ascenso de Luis Angel Rojo como responsable m¨¢ximo de la pol¨ªtica monetaria espa?ola. La suite 1117 del Hotel Watergate de Washington -en el mismo bloque de edificios en el que se produjo el mayor esc¨¢ndalo pol¨ªtico de Estados Unidos-tiene unas magn¨ªficas vistas al r¨ªo Potomac. Mariano Rubio se muestra relajado, bastante bronceado tras las vacaciones de Semana Santa y con mucho mejor animo que hace apenas un mes. El mismo d¨ªa en que el presidente de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores, Luis Carlos Croissier, informa al Parlamento espa?ol de los avances en las investigaciones del "caso Ibercorp", el gobernador del Banco de Espa?a prefiere charlar de econom¨ªa internacional. "Hab¨ªamos quedado en hablar de las reuniones de Washington", dice ante una cierta insistencia de llevar la conversaci¨®n hacia cuestiones personales.Y empieza a comentar el informe semestral del Fondo Monetario Internacional: "Las diferencias de criterio entre los pa¨ªses ricos y pobres son ahora muy inferiores'a hace apenas dos o tres a?os. La recuperaci¨®n de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo les lleva a alinearse con las pol¨ªticas econ¨®micas de los m¨¢s ricos". Sentado en uno de los dos sofas de la suite, en medio de una cierta penumbra, Mariano Rubio fuma sus cigarrillos Merit, a pesar de estar en un piso de no fumadores -la obsesi¨®n antitabaco en Estados Unidos limita cada vez m¨¢s los reductos para fumadores

Piano de cola

Sobre la mesa, un libro de historia de Am¨¦rica, en ingl¨¦s, con la marca muy al principio. De una esquina de la habitaci¨®n emerge un enorme piano de cola, que la direcci¨®n ha instalado all¨ª para el matrimonio Rubio. Explican en el hotel que hay dos pianos a disposici¨®n de los clientes y que no suponen un cargo extra para la suites de m¨¢s de 450 d¨®lares, (45.000 pesetas) aunque hay que reservarlos con antelaci¨®n.El gobernador sigue hablando relajado: "La verdad es que yo no he notado a Nicholas Brady tan optimista como usted me dice. La exposici¨®n del secretario del Tesoro en la reuni¨®n de esta ma?ana ha estado muy en la l¨ªnea de las anteriores y ha insistido en que Alemania y Jap¨®n deber¨ªan colaborar m¨¢s al crecimiento rnundial". "Es verdad que las previsiones sobre crecimiento mundial obligar¨¢n a Espa?a a revisar a la baja nuestro aumento del PIB", explica en, tono acad¨¦mico, "pero tampoco hay preocuparse demasiado porque seguiremos algo por encima del resto de los pa¨ªses comunitarios". Cambia de tono y se pone algo m¨¢s agresivo cuando se le menciona la destrucci¨®n continuada de empleo. "Habr¨ªa que se?alar un s¨®lo ejemplo en el cual se consiga luchar contra la inflaci¨®n sin destruir empleo" dice con cierta vehemencia.

Son muchos a?os al frente del Banco de Espa?a y el gobernador no permite que se ponga en duda la ortodoxia econ¨®mica. Esa ortodoxia que ¨¦l ha defendido durante cerca de 15 a?os en el banco emisor, ocho de ellos como gobernador. De eso, precisamente, se resiste a hablar. Piensa que ya est¨¢ todo dicho. Est¨¢ claro que el 24 de julio vence su mandato y que el Gobierno respetar¨¢ su dimisi¨®n presentada cuando estall¨® el caso Ibercorp y retirada tras una conversaci¨®n con Felipe Gonz¨¢lez.

Tampoco el ministro de Econom¨ªa quiere hablar del tema. "Mientras siga el mandato, no hay candidato", respondi¨® Carlos Solchaga a los periodistas, probablemente sin darse cuenta del pareado. Pero en los c¨ªrculos del poder econ¨®mico espa?ol se da por hecho que el relevo se producir¨¢ durante el mes de junio y que el nombramiento recaer¨¢ sobre el subgobernador, Luis Angel Rojo. "Rojo en la facultad y duque en el Banco de Espa?a", como sol¨ªan decir en los tiempos en los que pod¨ªa compatibilizar la c¨¢tedra en Madrid con la direcci¨®n del Servicio de Estudios del banco emisor.