De mal en peor
UN ESC?NDALO financiero de considerables proporciones parece haber comprometido seriamente el futuro de Bettino Craxi y su ambici¨®n de volver a ocupar la presidencia del Gobierno en Roma o de alcanzar la primera magistratura de la Rep¨²blica. El l¨ªder socialista es miembro del reducido grupo de pol¨ªticos italianos que durante a?os han sido inmunes a cualquier erosi¨®n de su poder y que son en gran medida responsables del hast¨ªo de sus ciudadanos con la vida pol¨ªtica del pa¨ªs.Pero esta vez las cosas han ido demasiado lejos. En Mil¨¢n, una turbia historia de pago de comisiones en la industria de la construcci¨®n directamente ligada a la sempiterna cuesti¨®n de la financiaci¨®n de los partidos est¨¢ teniendo efectos fulminantes. Por una parte, al hijo de Craxi, que intent¨® justificar el esc¨¢ndalo, le ha costado el cargo de secretario de la federaci¨®n socialista milanesa.
Por otra, ha movido a un juez a abrir una investigaci¨®n contra dos l¨ªderes socialistas de primera l¨ªnea; ambos son ex alcaldes de la capital lombarda y uno de ellos es cu?ado del propio Craxi. Finalmente, ha producido la detenci¨®n de un concejal del Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (el PDS de Ochetto), tambi¨¦n implicado en la cuesti¨®n. Un torpedo directo en la l¨ªnea de flotaci¨®n del Partido Socialista Italiano y del PDS en la ciudad que ha sido presentada por ellos como ejemplo de administraci¨®n eficaz.
No puede olvidarse que Mil¨¢n es la capital en la que Craxi ya sufri¨® en las recientes elecciones generales un severo varapalo a manos de la Liga Lombarda, la organizaci¨®n m¨¢s ¨¢cidamente cr¨ªtica con la corrupci¨®n de los partidos.
Pero el caso italiano es un excelente ejemplo de c¨®mo toda situaci¨®n, por cr¨ªtica que sea, es susceptible de empeorar. La dimisi¨®n del presidente democristiano Cossiga, explicada por ¨¦l mismo como ¨²ltimo remedio, lejos de resolver el panorama pol¨ªtico, ha conseguido complicarlo a¨²n m¨¢s. El pa¨ªs se encuentra en una dificil¨ªsima situaci¨®n econ¨®mica. El Gobierno en funciones s¨®lo se dedica al d¨ªa a d¨ªa. El Parlamento ha salido de las elecciones m¨¢s fragmentado que nunca, pese a que su atomizaci¨®n fuera la justificaci¨®n invocada para la convocatoria de comicios. La Mafia interviene cada vez m¨¢s en todo. Y el pa¨ªs asiste impotente a la irresistible ascensi¨®n de movimientos pol¨ªticos antidemocr¨¢ticos, como la Liga Lombarda. El gesto de Cossiga ha servido de poco.
Ante tal panorama, tres, quiz¨¢ cuatro, podr¨ªan ser las hip¨®tesis de soluci¨®n para la jefatura del Gobierno (al margen de las ambiciones de Craxi, hoy severamente comprometidas): la eterna, que nada cambiar¨ªa, encarnada por el candidato Andreotti; la aparentemente transformadora, con un presidente de la Rep¨²blica al margen de los pol¨ªticos profesionales -corno podr¨ªa ser el. fil¨®sofo Norberto Bobbio-, que formar¨ªa un Gobierno s¨®lo para hacer la reforma constitucional, y la de compromiso a la italiana, con un hombre como el republicano Spadolini, que intentar¨ªa con todos la cuadratura del c¨ªrculo. A no ser que, al final, cuajase la hip¨®tesis dura del democristiano De Mita, la m¨¢s temida por los socialistas y que supondr¨ªa el acuerdo para la reforma electoral entre democristianos y ex comunistas.
Cossiga manten¨ªa desde hace tiempo una dura pugna con las fuerzas pol¨ªticas mayoritarias (el sector predominante de la Democracia Cristiana y el PDS) en torno a la conveniencia, o no, de reformar la Rep¨²blica y propiciar un r¨¦gimen presidencialista. Pero no tuvo los apoyos suficientes. Por ello disolvi¨® la C¨¢mara y convoc¨® nuevas elecciones. Celebradas ¨¦stas, con la disminuci¨®n de votos de la DC, la subdivisi¨®n del voto comunista y el ascenso de la Liga Lombarda, y ante la imposibilidad de disolver una vez m¨¢s el Parlamento, Cossiga opt¨® por la autoinmolaci¨®n. Con ello impidi¨® la posible del pacto que permitir¨ªa gobernar de nuevo al t¨¢ndem Andreotti-Craxi, pero oblig¨® a los partidos a concentrar sus energ¨ªas en la muy difilcil labor de encontrar en un plazo de d¨ªas a un aspirante. a la presidencia. Dejaba as¨ª todas las opciones abiertas, aunque nadie sabe cu¨¢l de ellas permitir¨ªa desbloquear el sistema.
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