El precio de 'Los girasoles'

El bajo precio burs¨¢til de algunas sociedades punteras en sectores b¨¢sicos desat¨® por fin una miniola de compras, aunque sus fines ¨²ltimos sean m¨¢s bien los blindajes que las tomas hostiles. Una emblem¨¢tica OPA cementera de exclusi¨®n trae a colaci¨®n el viejo estilo de las coyunturas bajistas, en las que resulta m¨¢s f¨¢cil contraer la base accionarial porque los peque?os accionistas no acuden a las emisiones.Por un fino tragaluz se adivina la visi¨®n selv¨¢tica de los negocios que goz¨® de prestigio en los a?os ochenta, cuando Rockefeller o Carnegie reun¨ªan fortunas sin precedentes entre fusiones y adquisiciones en el acero, el petr¨®leo y la qu¨ªmica. Ellos fueron instrumentos involuntarios de la inevitable concentraci¨®n, aunque, como los de hoy, se complac¨ªan al concebirse reyes de una selva darwiniana dominada por la selecci¨®n natural de los fuertes. Se les llama tiburones, caballeros de fortuna, surcadores de oc¨¦anos en busca de rec¨®nditos tesoros. Cuelgan sus trofeos en plafones de caoba acorazados, como lo hizo Yasuo Goto, presidente de la aseguradora Yasuda cuando adquiri¨® en Sotheby's Los girasoles, de Van Gogh, por 24,7 millones de libras esterlinas.