Un apu?alamiento en el Rastro crea tensi¨®n entre 'payos' y gitanos
Manuel Mar¨ªa Labajos, de 28 a?os, result¨® herido grave por apu?alamiento en la noche del domingo en la plaza de los Carros. El d¨ªa anterior se hab¨ªa peleado por una nimiedad con otro joven. Labajos es payo, y el otro, gitano. Ambas comunidades conviven desde hace a?os en los alrededores de la plaza de Vara de Rey, junto al Rastro. Se tratan, pero en el fondo subyace cierta desconfianza mutua.Emilla Labajos, madre de Manuel, est¨¢ convencida de que sus agresores son parientes del joven con el que se pele¨® el d¨ªa anterior. Por eso ayer colg¨® su camisa ensangrentada en la iglesia evang¨¦lica adonde acude en pleno la comunidad gitana de la zona. "A ver si as¨ª se enteran del dolor que causan esas represalias familiares", explica indignada.
Labajos permanece internado en el hospital Cl¨ªnico, fuera de peligro. Cuando ingres¨®, hacia las once de la noche del domingo, ten¨ªa una herida de arma blanca en un costado y numerosos golpes en la cabeza. Su padre, Eugenio Mar¨ªa, lo describe como un muchacho nervioso, que recibe atenci¨®n psiqui¨¢trica, "pero no un camorrista". Entre los vecinos gitanos, Manuel es considerado "una persona bastante agresiva con una actitud racista".
Despu¨¦s del f¨²tbol
Seg¨²n la versi¨®n del progenitor, el conflicto se inici¨® en la tarde del s¨¢bado tras el partido de f¨²tbol. "Mi hijo tir¨® al aire un mendrugo de pan que ten¨ªa sobre su coche y le dio a un muchacho gitano que parece bastante tranquilo", explica. "Empezaron a discutir y acabaron a bofetadas, pero les separamos y ah¨ª qued¨® la cosa", a?ade.
"El domingo por la noche fue con unos amigos a la plaza de Los Carros, y all¨ª le esperaban varios familiares del chico para ajustar cuentas", concluye. La versi¨®n de algunos miembros de la comunidad gitana es radicalmente diferente. "Fue ¨¦l quien se acerc¨® con un palo para amenazar al chico con el que se pele¨®; ¨¦ste estaba sentado con su padre y sus hermanos, que le defendieron", arguyen.
Algunos vecinos payos de la calle de L¨®pez Silva, donde vive el joven herido, piensan que los gitanos han tomado la zona y que cada vez que hay un altercado con alguno de ellos "el resto del clan toma venganza". Otro motivo de fricci¨®n es el culto. En la calle de Rodrigo de Guevara existe un local de la Iglesia evang¨¦lica de Filadelfia donde todos los d¨ªas se congregan numerosos fieles, la mayor parte de ellos gitanos. "Cantan y cantan, y luego se van a la plaza de Vara del Rey, donde arman bulla hasta altas horas", a?aden estos vecinos.
El pastor de la iglesia y varios feligreses aseguran que ya tomaron medidas para insonorizar el local. Su mayor empe?o es destacar que el incidente ha ocurrido entre dos personas y que "ser¨¢n ellos los que tengan que rendir cuentas". "Aqu¨ª no hay payos ni gitanos, todos llevamos en el barrio muchos a?os", concluyen.
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