Italia interpreta como un acto de terrorismo pol¨ªtico el asesinato del juez Giovanni Falcone

Una tonelada de TNT que nadie detect¨® bajo un paso elevado, dos horas de preaviso al comando e informaci¨®n confidencial sobre el vuelo privado Roma-Palermo organizado para el juez Giovanni Falcone por la seguridad del Estado. Estos elementos del atentado mortal sufrido el s¨¢bado por el magistrado palermitano mantienen en ascuas a la opini¨®n p¨²blica italiana. Personalidades como el subsecretario de la Presidencia, Nino Cristofori, lo consideran "un acto de terrorismo pol¨ªtico", y Eugenio Scalfari, director de La Repubblica, lo compara con el asesinato del ex primer ministro democristiano Aldo Moro.

El ataque a Falcone eleva, por esas circunstancias, el desaf¨ªo de la Mafia contra el Estado a un nivel que hasta ahora s¨®lo hab¨ªan intentado los narcotraficantes colombianos. Por otra parte, la t¨¦cnica que la Cosa Nostra utiliz¨® por primera vez el s¨¢bado fue inaugurada en L¨ªbano y luego experimentada ampliamente en Colombia por el narcoterrorismo. El propio Falcone hab¨ªa advertido el pasado 12 de mayo, durante un debate celebrado en Roma, que la entrada de la Mafia en el mercado de la coca¨ªna y su nueva relaci¨®n con las organizaciones proveedoras del otro lado del Atl¨¢ntico representaba un peligro incalculable. Ning¨²n observador italiano ha podido pasar tampoco por alto que este salto de cualidad en la actuaci¨®n de la Cosa Nostra coincide con el ocaso de un sistema pol¨ªtico que, seg¨²n ha se?alado el asesor del Ministerio del Interior Pino Arlachi, ha llegado a proporcionar a la Mafia, a trav¨¦s de adjudicaciones de obras y servicios p¨²blicos, m¨¢s ingresos que la misma droga. Y esa crisis profunda del sistema ha marcado una experiencia tortuosa desde las elecciones del pasado 5 de abril, cuya campa?a se abri¨® con el asesinato de Salvo Lima, el hombre de confianza en Palermo del primer ministro, Giulio Andreotti, hasta los actuales intentos fallidos de elecci¨®n del jefe de Estado, coincidiendo con los cuales se ha producido el tr¨¢gico homicidio de Falcone.

La muerte de Lima

"Lima se hab¨ªa convertido en una especie de Gattopardo, incapaz de comprender que el mundo hab¨ªa cambiado a su alrededor. No digo que en el pasado no hubiera tenido algunas relaciones con sectores de la delincuencia organizada siciliana, pero de la Cosa Nostra de los a?os noventa no hab¨ªa entendido nada y se obstinaba en intentar una mediaci¨®n. Muri¨® precisamente por ello", hab¨ªa comentado Giovanni Falcone en la redacci¨®n del peri¨®dico La Stampa, con el que colaboraba semanalmente. En una de sus ¨²ltimas entrevistas, publicada por un peri¨®dico juvenil de Trapani, hab¨ªa ampliado as¨ª este argumento: "El tercer nivel (de la Mafia) no existe. Si por tal entendi¨¦ramos una especie de organizaci¨®n compuesta de pol¨ªticos y empresarios superior a la c¨²pula de la Cosa Nostra, estar¨ªamos construyendo un gui¨®n de pel¨ªcula, como La Piovra. La realidad es m¨¢s compleja y peor. Negar la existencia del tercer nivel significa en la pr¨¢ctica afirmar que la que manda es la Cosa Nostra y no los pol¨ªticos".

La crisis del sistema es, sobre todo, la de un sistema de mediaciones y compromisos, que Andreotti representa como nadie, por el que los pol¨ªticos, sus partidos, las grandes empresas y la Mafia se han hecho con parcelas del Estado en detrimento de las instituciones. Al ocaso actual, precipitado por la escalada de los costes y el hundimiento de los bloques, los partidos llegan d¨¦biles, fragmentados por divisiones internas y lastrados por la inercia frente al cambio.

Tambi¨¦n la Mafia ha conocido problemas, porque ha tenido que salir a la luz bajo el acoso del Estado. Pero se siente fuerte como para hacer ver a los pol¨ªticos qui¨¦n manda de verdad, demostrando su acceso a la informaci¨®n y a la seguridad y su f¨¦rreo control sobre el territorio. S¨®lo en esas condiciones una mano asesina pudo accionar, a las 17.58 del s¨¢bado, el mando a distancia que desencaden¨® la matanza: cinco muertos -el juez, su mujer y tres polic¨ªas- en lugar de los siete anunciados en un principio, una decena de heridos, tres coches blindados destrozados, uno de ellos desplazado a m¨¢s de 100 metros, y otros tres da?ados por el accidente.

Falcone hab¨ªa logrado que el Tribunal de Casaci¨®n italiano cambiara su doctrina de que la Mafia eran peque?as organizaciones inconexas y reconociera a la Cosa Nostra como un ente criminal perfectamente dirigido. Fue uno de los que m¨¢s trabaj¨® por revelar la existencia del monstruo, oficialmente negada hasta ¨¦pocas recientes. Por ello ha sido el tr¨¢gico veh¨ªculo de este siniestro mensaje.