Soler Padr¨® admite que la banca no reconoce a su equipo la gesti¨®n de La Seda

El abogado Jacinto Soler Padr¨® reconoci¨® ayer ante el juez que la banca no le reconoce como gestor de La Seda mientras el Registro Mercantil no admita la inscripci¨®n del acta de la ¨²ltima junta de accionistas, seg¨²n explic¨® el abogado de los trabajadores a la puerta de los juzgados de Barcelona.

Soler compareci¨® ayer ante el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 24 de Barcelona, para declarar por la querella presentada contra ¨¦l por los sindicatos. El abogado, que dispuso de una numerosa protecci¨®n policial para evitar que se reprodujeran las agresiones que ha recibido por parte de los trabajadores en anteriores comparecencias p¨²blicas, no quiso hacer declaraciones.

Seg¨²n la versi¨®n de Rafael N¨²?ez, uno de los abogados de los sindicatos, Soler Padr¨® admiti¨® ante el juez que la banca se opone a conceder cr¨¦ditos o l¨ªneas de descuento al consejo de administraci¨®n nombrado en la junta de accionistas del pasado 9 de abril hasta que el Registro Mercantil no valide dichos acuerdos autorizando la inscripci¨®n del acta.

Tambi¨¦n admiti¨®, siempre seg¨²n la versi¨®n de N¨²?ez, que la compra de las acciones de La Seda al grupo Akzo se llev¨® a cabo a iniciativa del grupo holand¨¦s, que contact¨® con ¨¦l 24 horas antes de que se cerrara la operaci¨®n. Asimismo, reconoci¨® que en el momento de comprar este paquete mayoritario desconoc¨ªa la situaci¨®n de La Seda de Barcelona.

Los sindicatos se querellaron contra Soler Padr¨® y contra Akzo por considerar que simularon una operaci¨®n de compra venta, y acusan a ambas partes de un delito de seguridad en el trabajo. Semanas atr¨¢s ya acudieron a declarar altos directivos de la multinacional holandesa.

Protecci¨®n policial

Soler Padr¨® acudi¨® a los juzgados a primera hora de la ma?ana, antes de que se concentraran ante el edificio alrededor de una cincuentena de trabajadores de La Seda. El abogado, que goz¨® de una amplia protecci¨®n policial tanto a la puerta del juzgado como en su interior, eludi¨® hacer comentarios a la empresa saliendo por una puerta trasera del edificio, que habitualmente permanece cerrada. Los trabajadores concentrados ante el edifico judicial se mostraron m¨¢s pac¨ªficos que en anteriores ocasiones.