Un programa coherente

La reforma estructural del mercado de trabajo contenida en el programa de convergencia incluye una medida de racionalizaci¨®n del gasto en protecci¨®n por desempleo para asegurar el futuro equilibrio financiero del Instituto Nacional de Empleo (Inem) sin necesidad de aumentar los impuestos que pagan los contribuyentes o las cotizaciones sociales a cargo de empresas y trabajadores.Tal medida producir¨¢ un efecto de contenci¨®n del gasto en la prestaci¨®n por desempleo, coadyuvando as¨ª a la convergencia en el indicador del d¨¦ficit p¨²blico. En 1991, el d¨¦ficit del Inem fue del orden de 400.000 millones de pesetas, y se estimaba que, de no tomarse medida alguna, en 1992 sobrepasar¨ªa los 500.000 millones. Sin embargo, hay que hacer constar, como figura en el programa, que no es ¨¦sta la finalidad buscada, sino una consecuencia del objetivo fijado, que es la de incentivar la intensidad del proceso de b¨²squeda de empleo.

Conmoci¨®n social

Dentro del Real Decreto-ley 1/1992, de 3 de abril, de Medidas Urgentes sobre Fomento del Empleo y Prestaci¨®n por Desempleo (BOE de 7 de abril de 1992), se contiene la medida de racionalizaci¨®n que estamos analizando. Tal decreto-ley ha producido una verdadera conmoci¨®n en los agentes sociales, habiendo anunciado los sindicatos una huelga general de cuatro horas para el d¨ªa 28 de los corrientes y otra de toda la jornada para el mes de octubre.

El an¨¢lisis de la incidencia que el nivel de la prestaci¨®n de desempleo tiene sobre la tasa de desempleo y su duraci¨®n ha dado lugar a un sinf¨ªn de estudios, en los que en general se llega a la conclusi¨®n de que, si bien dicha incidencia es positiva, es dif¨ªcil de cuantificar su efecto.

Para conocer la situaci¨®n de Espa?a con respecto a los pa¨ªses comunitarios en lo referente a la prestaci¨®n de desempleo vamos a utilizar varios indicadores: tasa de reposici¨®n, tasa de cobertura, porcentaje del PIB y prestaci¨®n de desempleo en paridad de poder de compra por persona en paro registrado.

En Espa?a, la tasa de reposici¨®n de la prestaci¨®n, definida como el porcentaje de dicha prestaci¨®n sobre los ingresos regulares perdidos debido a la situaci¨®n de desempleo, era, antes decreto-ley 1/1992 de 3 de abril, la m¨¢s elevada de los 12 pa¨ªses comunitarios en los niveles de renta media y de dos tercios de la media para los desempleados con un mes de paro, situ¨¢ndose para los niveles m¨¢s altos de renta aproximadamente en la media comunitaria. En cambio, para los desempleados con 25 meses de paro, con familia, Espa?a se encontraba por debajo de la media comunitaria (al nivel de Francia y por encima de Italia, Luxemburgo y Grecia), y no otorgaba protecci¨®n para dicho periodo si carec¨ªan de familia, lo mismo que los pa¨ªses que acabamos de citar.

Tasas de reposici¨®n

Del estudio efectuado por Hip¨®lito G¨®mez se desprende que, hasta dos millones de pesetas de ingresos anuales, las tasas de reposici¨®n eran en Espa?a muy elevadas y es posible que tuvieran un efecto desincentivador sobre la b¨²squeda de empleo, lo que llevar¨ªa a una prolongaci¨®n del periodo de desempleo.

En cuanto a la tasa de cobertura, Espa?a ha alcanzado en 1991 la del 60%, que se encuentra cercana a la media de la Comunidad Europea, a pesar de su elevada tasa de paro (16,3%), la m¨¢s alta de los pa¨ªses comunitarios.

La asignaci¨®n de recursos p¨²blicos a la prestaci¨®n por desempleo ha crecido en Espa?a desde el 2,4% del PIB en 1989 al 3% en 1991; es decir, una ganancia de m¨¢s de 0,5 puntos en el PIB en s¨®lo dos a?os, tasa muy por encima de la media comunitaria (el 50%), que iguala a la de Dinamarca, Pa¨ªses Bajos e Irlanda, que est¨¢n a la cabeza, a pesar de que en 1988 la renta por habitante era en Dinamarca 2,4 veces la de Espa?a, 1,8 veces en los Pa¨ªses Bajos y an¨¢loga la de Irlanda, y que se da una correlaci¨®n fuerte entre prestaciones de protecci¨®n social y renta por habitante.

La prestaci¨®n de desempleo por persona en paro registrado, medida en unidades de paridad de poder de compra, era en Espa?a en 1988 de 3.920, siendo la media comunitaria de 6.569; es decir, est¨¢bamos en el 60%, porcentaje inferior en m¨¢s de 20 puntos al porcentaje que resulta de comparar nuestra renta por habitante con la renta media comunitaria (83%), expresadas igualmente ambas magnitudes en paridades de poder de compra. En 1991, el importe de dicha prestaci¨®n, expresado igualmente en unidades de paridad de poder de compra por persona en paro registrado, ha sido de 7.971, habi¨¦ndose duplicado en tres a?os, con lo que estimamos que estaremos por encima de la media comunitaria y del porcentaje obtenido de comparar nuestra renta por habitante con la renta comunitaria, expresadas ambas magnitudes en paridades de poder de compra.

Fuerte d¨¦ficit

Como conclusi¨®n, podemos decir que el aumento de la tasa de cobertura y de la tasa de reposici¨®n y la disminuci¨®n del n¨²mero de personas en paro han dado lugar a que la prestaci¨®n por desempleo por persona en paro registrado, expresada en unidad de poder de compra, se haya duplicado en s¨®lo tres a?os, lo que explica el fuerte d¨¦ficit del Inem.

Ante la falta de acuerdo con los sindicatos para fijar una pol¨ªtica de rentas, la convergencia en la inflaci¨®n se conf¨ªa a la realizaci¨®n de una pol¨ªtica monetaria estricta, a la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico y a la ruptura de las rigideces de nuestros mercados que se espera conseguir a trav¨¦s de medidas estructurales contempladas en el programa. Todo ello implica la severidad con que debe actuar tanto la pol¨ªtica monetaria como la fiscal si el objetivo inflaci¨®n se quiere alcanzar.