Un convenio que impulsa la convergencia
El convenio de c¨¢jas de ahorro, frente a la actual tendencia restrictiva del contenido de la negociaci¨®n, incluye la modificaci¨®n de la jornada, la reordenaci¨®n de categorias, los compromisos de formaci¨®n y de creaci¨®n de empleo y la movilidad funcional. Seg¨²n el autor, ello permite iniciar unas relaciones laborales nuevas.
Dec¨ªa Kahn-Freund. (Trabajo yderecho. Madrid, 1987) que los empresarios aspiran a planificar la producci¨®n y distribuci¨®n de los bienes o el suministro de servicios sobre la base de un c¨¢lculo previo de costes y de riesgos, y los trabajadores, como inter¨¦s equivalente, aspiran a planificar su vida y la de sus familias. Tales expectativas e intereses contrapuestos pueden ser temporalmente ajustados mediante mutuas concesiones que se reflejan en el convenio colectivo.Las cajas de ahorro y sus empleados acaban de dotarse de este -peculiar instrumento planificador de sus mutuas aspiraciones en el que han quedado engarzadas, por la mano maestra de la negociaci¨®n colectiva, piezas largamente deseadas por los destinatarios del pacto.
Frente a la actual tendencia restrictiva del contenido de la negociaci¨®n, criticada frecuentemente como modelo en trance de agotamiento, la comisi¨®n negociadora del convenio colectivo de cajas de ahorro ha abordado en el pacto suscrito.por CC 00, UGT, SEC y SIB, del lado sindical, y por ACARL, de parte empresarial, con vigencia para los. a?os 1992-1994, un amplio, ¨ªndice tem¨¢tico que va desde la actualizaci¨®n salarial hasta la modificaci¨®n de la jornada y el horario, pasando por materias tan tras'cendentales como la reordenaci¨®n de las categor¨ªas profesionales, reestructuraci¨®n y racionahzaci¨®n de algunos de los beneficios sociales m¨¢s caracter¨ªsticos, como son: el pr¨¦stamo para adquisici¨®n de vivienda, la ayuda para la formaci¨®n de hijos de empleados, el control del crecimiento de los complementos de pensiones a cargo de las cajas, la retribuci¨®n de los trienios, los compromisos de formaci¨®n profesional y de creaci¨®n de empleo, y movilidad funcional, entre otros.
Pero sin duda, la pieza estelar del convenio colectivo de las cajas para los a?os 1992-1994 ha sido la cesaci¨®n, con car¨¢cter general, del trabajo en los s¨¢bados.
La ACARL recibi¨® inicialmente la pretensi¨®n sindical con tono de rechazo y cautela por tratarse de una propuesta que implicaba una profunda modificaci¨®n de los h¨¢bitos laborales en el sector, valorando que una medida de este alcance podr¨ªa afectar de manera decisiva al futuro de las instituciones de ahorro, por lo que habr¨ªa de ser adoptada coordinada y conjuntamente por todo el sector financiero para evitar eventuales distorsiones de la competencia. Contemplando retrospectivamente los antecedentes -m¨¢s cercanos, los pasos dados en . el XIV convenio colectivo, a?o 1986, en el pacto extraestatutario, a?os 1988 y 1989, y en el convenio para los a?os 1990-1991, determinaron una amplia desregulaci¨®n horaria en el sector, con proliferaci¨®n de variados reg¨ªmenes horarios cuya aplicaci¨®n trajo consigo importantes costes compensatorios y de funcionamiento para las entidades.
Incluso la generalizada flexibilidad horaria propiciada por la normativa convencional anterior produjo, en el conjunto del sector, o bien la intensificaci¨®n del trabajo en s¨¢bados, en algunos casos, o'bien, y al contrario, el cierre generalizado en otros, con los consiguientes efectos distorsionadores para la amplia clientela de las cajas.Sistema flexibleLa necesaria aplicaci¨®n de criterios selectivo¨¢. para las oficinas abiertas en s¨¢bados fue tan heterog¨¦nea que en la pr¨¢ctica dio lugar a una notable reducci¨®n de las horas efectivas de negocio, pues el horario de atenci¨®n al p¨²blico se vio sensiblemente reducido por insuficiencias de dotaci¨®n de los servicios en jornada de s¨¢bados. Por ello, la dispersi¨®n horaria a que en la pr¨¢ctica dio lugar el sistema flexible no se consider¨® satisfactoria para el conjunto de las cajas, que han visto rota su tradicional imagen unitaria de servicio a una extensa e importante capa social, pues la limitada extensi¨®n de la jornada de tarde hasta las cinco de la tarde dos d¨ªas a la semana no resolv¨ªa la aspiraci¨®n de ampliar la. atenci¨®n al p¨²blico que con el sistema flexible se pretendia.
Tal situaci¨®n demandaba disponer de al menos una tarde con servicio de atenci¨®n al p¨²blicohasta las ocho de la tarde para responder de esta manera a los nuevos h¨¢bitos sociales y para satisfacer la creciente demanda de la peque?a y mediana empresa y otros colectivos especiales en jornada de tarde.
De otra parte, las espectaculares inversiones de las cajas en inform¨¢tica han hecho posible que la clientela de las instituciones de ahorro disponga ya de instrumentos mec¨¢nicos suficientes, con los que se va familiarizando a operar sin necesidad del concurso personal de los empleados, incluso sin acudir a las oficinas. No se olvide que en la actualidad las cajas de ahorro disponen de una extendid¨ªsima red de oficinas, en las que est¨¢n instalados sofisticados equipos inform¨¢ticos y sistemas de consulta telef¨®nica o por terminal de ordenador, disponiendo asimismo las instituciones de ahorro de los mayores avance s tecnol¨®gicos en cajeros autom¨¢ticos, con los que pueden realizarse la pr¨¢ctica totalidad de las operaciones del tr¨¢fico ordinario de los clientes.
Decisi¨®n inversora esta adoptada en el pasado con el criterio previsor y que ha propiciado, en -una no despreciab le medida, afrontar un cambio tan trascendental como el que se opera con este nuevo marco horario.
La creciente importancia que en el sector financiero est¨¢n consolidando los nuevos productos, tales como seguros, fondos de pensiones, leasing y otras actividades de i?termediaci¨®n, justifica la ampliaci¨®n de jornada de tarde hasta una hora en que los clientes de las cajas puedan realizar con comodidad aquellas gestiones que requieren el contacto dire cto y personal con ejecutivos y empleados.
La orientaci¨®n socialmente restrictiva del trabajo en s¨¢bados, coincidente con la pr¨¢ctica totalidad de los sectores productivos, tanto industriales como deservicios, ha venido siendo compensada en nuestro sector, de una parte, por la mayor apertura en tardes, y de otra, por el establecimiento de jornadas singulares en aquellas oficinas que por su ubicaci¨®n en lugares de gran afluencia de p¨²blico prestaban una mayor atenci¨®n al amplio sector social en que se asientan las cajas de ahorro.
La indiscutible utilidad, casi de servicio p¨²blico, que hoy ha de reconocerse a la prestaci¨®n de servicios financieros en. lugares tales como centros hospitalarios, estaciones de ferrocarril, aeropuertos, grandes superficies comerciales y otros de caracter¨ªsticas similares, explica la necesidad de incrementar el n¨²mero de oficinas con jornada singular, pues ello ha de contribuir decisivamente a la mejor satisfacci¨®n de las necesidades de nuestra amplia clientela que de acuerdo con los h¨¢bitos sociales imperantes utiliza en lugares y horas distintos a los tradicionales los servicios de las cajas de ahorro.
Nuevo horario.
La evaluaci¨®n de los resultados, no s¨®lo econ¨®micos sino de servicio a la clientela, que el sistema de flexibilidad horaria ha producido en el sector de caja -S de ahorro, ha conduci ' do a que el actual convenio colectivo haya establecido Ja cesaci¨®n del trabajo en s¨¢bados, prolongando la atenci¨®n al p¨²blico mediante una tarde a la semana hasta las 20 horas y la ampliaci¨®n del cat¨¢logo de jornadas singulares, conscientes las partes negociadoras que el r¨¢pido proceso de modernizaci¨®n de nuestro pa¨ªs demandaba una medida que en s¨ª misma atendiera dos objetivos coincidentes: alto nivel de atenci¨®n a la clientela e incremento de la productividad por reducci¨®n de in¨²tiles gastos de transformaci¨®n.
En este sentido, la nueva ordenaci¨®n de jornada acordada en el sector de cajas significa que durante m¨¢s de 35 jueves al a?o permanecer¨¢n abiertas la totalidad de las oficinas de las cajas de ahorro hasta las 20 horas, con -Sus dotaciones personales y funcionales a pleno rendimiento, esto es, trabajando m¨¢s de 67.000 empleados para mejorar la atenci¨®n a sus clientes.
Ello, unido al previsible incremento de oficinas con jornadas singulares, en los espec¨ªficos supuestos contemplados en el convenio, configura un marco de prestaci¨®n de servicio moderno, ¨¢gil y orientado a satisfacer con la mayor eficacia las demandas de una amplia y heterog¨¦nea base de clientes.
La nueva ordenaci¨®n de la jornada va a determinar una notable ampliaci¨®n de las horas efectivas de negocio y de atenci¨®n al cliente, respecto del si ma anterior.
Pero la nueva regulaci¨®n raria no debe impedir ver el que de las innovaciones intro cidas en la norma sectorial de jas de ahorro, orientadas to ellas a'modemizar y racional su contenido en la l¨ªnea de ev ci¨®n de nuestro sector en el bito comunitario, donde, cierto, tambi¨¦n pueden enc trarse ejemplos de no trabaj
s¨¢bados.
En este sentido, tiene es relevancia la pol¨ªtica salarial se?ada para el trienio 1992-1 convergente hacia el IPC, del se separa en un punto los dos meros a?os y 0,75 puntos el cer a?o de vigencia.
De sustancial hay que ca car la modificaci¨®n introdu en materia de antig¨¹edad, re ciendo el importe del trienio 5% al 4%, lo que permitir contenci¨®n de la peligrosa esp de incremento de'este conce retributivo, m¨¢s atento a re nerar la mera permanencia Y tativa que la evoluci¨®n del sempe?o o la productividad empleado.
Significativo resulta, desd perspectiva empresarial, el
pulso que hacia la movilidad tema y de car¨¢cter funcional nen las medidas acordadas bre, y en concreto, la supre.
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