"La corriente mayoritaria del pa¨ªs"

Las grandes maniobras para la formaci¨®n del Gobierno israel¨ª ya han empezado para el laborista Isaac Rabin. El indiscutible vencedor de las elecciones quiere formar un Gobierno de amplia base, pero sin la participaci¨®n del Likud, el gran derrotado.

Rabin empez¨® las negociaciones con vistas a la constituci¨®n de un Gobierno de coalici¨®n que debe tener como base, seg¨²n dijo, "la corriente mayoritaria en el pa¨ªs". Esta f¨®rmula excluye aparentemente la formaci¨®n de un Gabinete de izquierda, cuya base parlamentaria (62 diputados sobre un total de 120) ser¨ªa demasiado estrecha.

Rabin intenta m¨¢s bien la formaci¨®n de un Gobierno de m¨¢s amplio espectro, pero, en la medida de lo posible, sin el Likud. Esta f¨®rmula no satisface ni a las palomas laboristas ni a los 12 diputados del Meretz, que habr¨ªan preferido que Rabin formase primero un Gobierno entre los laboristas y el Meretz, e invitase despu¨¦s a otros partidos a juntarse a este Gabinete, pero sobre la base del programa de Gobierno ya acordado.

Rabin se niega a esta t¨¢ctica, simplemente porque no quiere gobernar desde la izquierda. ?l piensa que s¨®lo una mayor¨ªa estable, en torno a los 70 diputados, le asegurar¨¢ el margen de maniobra suficiente para cambiar de pol¨ªtica tanto en el plano interior como exterior. Por la misma raz¨®n, Rabin quiere formar un Gobierno que disponga no s¨®lo de una amplia base parl¨¢mentaria, sino que tenga adem¨¢s un car¨¢cter nacional e incluya por lo menos a un partido religioso.

Decisiones dolorosas

Rabin considera que s¨®lo un Gobierno de este tipo dispondr¨¢ de la autoridad suficiente para tomar, en el momento oportuno, las decisiones dolorosas que supone de manera inevitable cualquier acuerdo de paz con los ¨¢rabes. Un acuerdo que supondr¨¢ concesiones territoriales a cambio de la paz y de la seguridad exigidas por Israel.

Rabin sabe que el desplazamiento de votos hacia los laboristas y la izquierda es fruto de un voto de censura hacia el Likud, despu¨¦s de un reinado de 15 a?os que decepcion¨® a las clases populares.

Pero eso no quita que el mandato que recibi¨® de los electores le permitir¨¢ cambiar de pol¨ªtica en funci¨®n de las prioridades que defini¨® en sus discursos electorales: congelar los asentamientos en los territorios ocupados, dedicar mayor presupuesto a la educaci¨®n, fomentar la creaci¨®n de empleos, construir viviendas para los nuevos inmigrantes en Israel y no en los territorios ocupados, mejorar las relaciones con Estados Unidos -hoy seriamente deterioradas- y atraer las inversiones extranjeras favoreciendo un clima de paz en la zona.