Glastonbury se une a la lucha por el medio ambiente
Lou Reed fue una de las estrellas del gran festival brit¨¢nico organizado por Greenpeace
Lou Reed encandil¨® a los 50.000 espectadores que acudieron a la pradera de la Pir¨¢mide para ver a su ¨ªdolo. Cantando sus viejos temas que el p¨²blico quer¨ªa escuchar, arranc¨® las mayores y m¨¢s calurosas ovaciones del festival brit¨¢nico de Glastonbury. Un festival que ha conseguido reunir, durante todo un fin de semana, a 75.000 personas, en un espacio abierto de unas 250 hect¨¢reas. M¨¢s de 60 bandas de rock and roll, ac¨²sticas y de jazz, 30 montajes teatrales, m¨¢s de 100 n¨²meros de circo y cine compon¨ªan la oferta de un acontecimiento organizado por Greenpeace y cuyo objetivo fue recaudar fondos para la lucha por la preservaci¨®n del medio ambiente.
El cierre del festival de Glastonbury, con las actuaciones de Van Morrison y Tom Jones, coincide con. la celebraci¨®n, por primera vez en el Reino Unido, del d¨ªa nacional de la m¨²sica. La iniciativa parte del cantante de los Rolling Stones, Mick Jagger, que convenci¨® a las *autoridades brit¨¢nicas para que se instaurara oficialmente, en el 28 de junio. El macrofestival recuerda en sus reivindicaciones los valores de la cultura hippy de los sesenta, como el amor, la libertad y la naturaleza.Una hora y cuarto estuvo en escena el maestro Lou Reed acompa?ado por su banda. Los acordes de la c¨¦lebre Sweet Jane abrieron su actuaci¨®n, dejando claro que el cantante norteamericano no ven¨ªa a Glastonbury a promocionar su ¨²ltimo disco. Vino para divertirse, para hacer buen rock and roll, y para reencontrarse con el Lou Reed de los viejos tiempos.
"La Velvet Underground a¨²n est¨¢ viva", grit¨® cuando se dispon¨ªa a interpretar Imagine, un tema de la carism¨¢tica banda de rock americana, en la que comparti¨® liderazgo junto a John Cale. Por cada canci¨®n perteneciente a la trilog¨ªa compuesta por sus ¨²ltimos discos -Songs for Drella, New York y Magic and loss-, Reed brindaba uno de sus temas cl¨¢sicos.
Mientras tocaba Reed en la pradera de la Pir¨¢mide, se presentaba en el espacio destinado al teatro Urban warrior, espect¨¢culo dirigido por el director de cine norteamericano Alan Parker. Y en el escenario, organizado por la revista New Musical Express, tocaba una de las bandas independientes brit¨¢nicas de m¨¢s ¨¦xito, Curve.
Nunca hab¨ªa visto tantas tiendas de campa?a juntas", dec¨ªa Guy Chadwick, l¨ªder del grupo musical brit¨¢nico House of Love. "Es incre¨ªble". Y es que los miles de tiendas de campa?a instaladas en Glastonbury convierten el lugar en un aut¨¦ntico espect¨¢culo de color. Cuando cae la noche, ese colorido se ve sustituido por un mar de luces. A las de los cientos de carpas habilitadas para acoger fiestas y espect¨¢culos se suman las de las hogueras, fuegos de artificio, rayos l¨¢ser y las de las antorchas que lleva la gente para desplazarse por el recinto. Los 60,0 acres que forman la Worthy Farm, granja en la que se desarrolla el festival, y la existencia de tantos espect¨¢culos y celebraciones simult¨¢neas, hacen que lo m¨¢s f¨¢cil en el festival de Glastonbury sea perderse.
Durante la noche, la variedad de ambientes es notable. De una sesi¨®n de meditaci¨®n trascendental en torno a una hoguera, en una pradera ocupada por decenas de tiendas que conforman un aut¨¦ntico poblado indio, se puede pasar a una carpa donde cientos de cuerpos se agitan al ritmo de Hardcore, o acabar en una ceremonia de Hare Krisna.
"La ¨²nica diferencia entre este a?o y anteriores ediciones del festival es que est¨¢ mucho mejor organizado", comenta Jan, que todos los a?os instala un puesto de venta de perritos calientes. Pero este esfuerzo de organizaci¨®n, que ha incluido el reclutamiento de cientos de personas que se dedican a recoger la basura que genera el festival -a cambio de una entrada para el espect¨¢culo-, no le ha restado encanto, seg¨²n dice Simon, un hippy de unos 40 a?os que acude asiduamente al festival de Glastonbury. "Esto sigue siendo una ceremonia de la libertad", afirma. Libertad que incluye una amplia y variada oferta, a voz en grito, de todo tipo de drogas. Es tal el aluvi¨®n de gente que la presencia policial pasa pr¨¢cticamente inadvertida una vez dentro del recinto.
El concierto de la noche del s¨¢bado lo cerr¨® el grupo Shakespears Sister. Este d¨²o, compuesto por dos mujeres que saben c¨®mo crear armoniosas melod¨ªas combinando sus voces, tambi¨¦n recibi¨® una calurosa acogida. El ritmo de sus canciones hizo que el macroconcierto acabara en baile. El viernes por la noche actuaron Carter USM, en esta ocasi¨®n con Jim Bob, cantante, y Fruitbat, el guitarrista; el resto era m¨²sica pregrabada.
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