El bienestar, para el pr¨®ximo milenio
Espa?a alcanzar¨¢ la renta europea el 2010 si mantiene la expansi¨®n de los ¨²ltimos a?os
Espa?a puede alcanzar el nivel medio de renta europeo dentro de 20 a?os si, de aqu¨ª a entonces, mantiene un nivel de crecimiento superior en un punto al de la Comunidad Europea, o en 15 a?os si ese diferencial de crecimiento alcanza 1,75 puntos. En cualquier caso, todo queda para el pr¨®ximo milenio, pues, de momento, la renta per c¨¢pita en Espa?a no llega ni al 80% de la media de la CE. Este indicador de, bienestar en los tres pa¨ªses comunitarios m¨¢s avanzados supera ya en un 20% al de los Doce. La distancia de la econom¨ªa espa?ola con los pa¨ªses m¨¢s avanzados es, pues, considerable e imposible de salvar al inicio de la tercera fase de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria, se haga ¨¦sta en 1997, en 1999 o en el pr¨®ximo siglo.
El vocablo m¨¢s de moda entre los pol¨ªticos espa?oles es hoy la palabra "convergencia". Significa, seg¨²n el diccionario de la Real Academia, "dirigirse dos o m¨¢s l¨ªneas a un mismo punto", o "concurrir a un mismo punto los dict¨¢rnenes, opiniones o ideas de dos o m¨¢s personas". La segunda acepci¨®n ya se cumple en el Gobierno, el PSOE, parte de la oposici¨®n y un buen n¨²mero de expertos: son muchos los que "concurren" en hablar de 1997 como fecha m¨¢gica para la econom¨ªa espa?ola. Una magia realmente prosaica pues el compromiso de convergencia se traduce, simplemente, en acercar los niveles de inflaci¨®n, tipos de inter¨¦s deuda y d¨¦ficit p¨²blicos.Son las condiciones acordadas en la cumbre europea de Maastricht, pero ninguna de ellas obliga a un acercamiento en los niveles de bienestar de los pa¨ªses comunitarios. Esto es quiz¨¢ lo m¨¢s curioso porque cuando los pol¨ªticos -bajo la batuta del presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez- defienden la reiterada convergencia s¨®lo insisten en la necesidad de "alcanzar los niveles de bienestar europeos". Los m¨¢s t¨¦cnicos diferencian aqu¨ª entre convergencia real -renta, riqueza y bienestar- y nominal -las condiciones de Maastricht-, y algunos hasta se pronuncian sobre si una y otra tienen algo que ver.
El primer indicador de ese bienestar que permitir¨ªa acercar la econom¨ªa espa?ola a la media comunitaria es la renta per c¨¢pita. Este indicador llega s¨®lo en Espa?a al 79% de la media comunitaria y al 67% del nivel alcanzado por los tres pa¨ªses europeos m¨¢s ricos. Nadie -tampoco el Gobierno- cree que se pueda alcanzar esa renta media antes de que acabe el siglo. Las discrepancias surgen al evaluar el impacto que puede tener el plan de convergencia (es decir, la que garantiza la nominal) y las condiciones de Maastricht en el camino hacia el bienestar de todos los europeos.
Pesimismo sindical
Los sindicatos son claramente pesimistas. "La primera velocidad s¨®lo la van a alcanzar Alemania, Francia, Luxemburgo y Carlos Solchaga", ironiza Jos¨¦ Mar¨ªa Zufiaur, de UGT. Tanto el Instituto Sindical de Estudios de UGT, que dirige este sindicalista, como el gabinete t¨¦cnico de Comisiones Obreras consideran que para salvar el menor nivel de renta en Espa?a "hay que dirigirse a las causas" y que ¨¦stas -a?aden- no son las que enumera el- plan de convergencia. Seg¨²n el Instituto Sindical de Estudios (ISE), "los menores niveles de renta son producto de los tambi¨¦n menores niveles de ocupaci¨®n y de productividad". CC OO, mientras, pone casi todo el ¨¦nfasis en el desempleo como causa de "la divergencia con Europa".
La distancia de bienestar entre Espa?a y la Comunidad Europea obedece, seg¨²n el ISE, a que Espa?a tiene una tasa de actividad menor que la CE (un 50% de la poblaci¨®n en edad de trabajar espa?ola frente al 59% comunitaria), m¨¢s paro (15% en Espa?a frente al 8% de la CE), menor productividad (un 84% de la media comunitaria), menor acumulaci¨®n de capital por persona empleada (un 72,7% de esa media de la CE), menos infraestructuras, menos industria, menor inversi¨®n en investigaci¨®n y desarrollo Q+D) y menor peso del sector p¨²blico en la econom¨ªa.
CC OO, mientras, destaca "las ausencias" de los acuerdos de Maastricht. A juicio de esta central, la convergencia real no est¨¢ garantizada por el "escaso papel de la pol¨ªtica industrial", porque falta "un proyecto para un sistema fiscal com¨²n" y por la ausencia de "acuerdos sobre unidad pol¨ªtica".
Perder el tren
La patronal, a cambio, se muestra mucho m¨¢s optimista. "Est¨¢ claro", comenta Jos¨¦ Folgado, director de Econom¨ªa de la CEOE, "que hasta el pr¨®ximo siglo no podremos alcanzar el nivel de renta medio de la CE". La ventaja, a?adi¨®, es que "esa posibilidad es m¨¢s probable si se cumplen las condiciones de Maastricht que sin ella". A su juicio, "la convergencia real se producir¨¢ en la medida que funcione el pa¨ªs", y eso depende, "antes que nada, de la confianza, estabilidad y flexibilidad que consiga la econom¨ªa espa?ola".
La defensa m¨¢s clara procede de la Administraci¨®n. El secretario general de Econom¨ªa, Jos¨¦ Juan Ruiz, reconoce que el nivel de renta est¨¢ a¨²n lejos del comunitario y a?ade que el nivel de riqueza espa?ol lo est¨¢ a¨²n m¨¢s. A cambio, defiende que la convergencia nominal propuesta por el Gobierno es "un prerequisito imprescindible para reducir esas distancias". Lo importante, en su opini¨®n, "es el coste de perder el tren de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria pues supondr¨ªa una vuelta atr¨¢s en el desarrollo econ¨®mico espa?ol".
La "disciplina" que impone el plan de convergencia espa?ol permitir¨¢, a su juicio, crecer m¨¢s que la CE, reducir los d¨¦ficits de hospitales, colegios, infraestructuras, cualificaci¨®n profesional, "en definitiva, todo lo que constituye la riqueza de un pa¨ªs de primera fila".
La mayor parte de los economistas espa?oles mantiene una opini¨®n de optimismo prudente frente a la garant¨ªa que la convergencia nominal puede dar a la real. A juicio de los expertos consultados, las condiciones de Maastricht son una condici¨®n necesaria, pero no suficiente para acercarnos -en renta y riqueza- a Europa".
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