La compa?¨ªa canadiense Carbone 14 estrena una obra con textos de Bukowski

El canadiense Gilles Maheu estrenar¨¢ esta noche, en el teatro Central de Sevilla, Le caf¨¦ des aveugles. Esta nueva producci¨®n de su compa?¨ªa, Carbone 14, una de las que m¨¢s arriesga en el teatro de vanguardia contempor¨¢neo, es una comedia musical, como la defini¨® ayer Maheu. La obra mezcla textos de Charles Bukowski, danza, m¨²sica y cine en un intento de cuestionarse "el frenes¨ª de la sociedad actual". Tras ¨¦xitos como Hamlet-Machine o Le Rail, la obra es un recorrido autobiogr¨¢fico de Maheu. "Cada espect¨¢culo es una aventura, una nueva direcci¨®n", asegur¨® ayer.

La puesta en escena de Le caf¨¦ des aveugles se basa en un gui¨®n cinematogr¨¢fico sobre la infancia del propio Gilles Maheu, quien ya hab¨ªa utilizado elementos autobiogr¨¢ficos en montajes anteriores, como en Le Dortoir. "En la pel¨ªcula que se incluye en la obra se describe una infancia desdichada en un barrio obrero de Montreal y dibuja a los padres del protagonista a trav¨¦s de la correspondencia real que yo mantuve con los m¨ªos", explic¨® Maheu.La historia, contada a trav¨¦s de cuatro m¨²sicos, seis bailarines y dos cantantes que interpretan textos de Charles Bukowski, Genevi¨¨ve Letarte y Jerry Snell, narra la vida de un bailar¨ªn que deja su pa¨ªs para formarse en Dinamarca y se embarca en una gira por todo el mundo que dura 20 a?os.

"Le caf¨¦ ofrece un teatro corporal, f¨ªsico y se ha convertido en el espect¨¢culo m¨¢s musical de cuantos he dirigido esto responde a mi idea del teatro como un cuestionamiento permanente. El teatro nunca es una realidad absoluta, sino parcial", reflexiona el fundador de Carbone 14.

El espect¨¢culo, coproducido por la Expo, el Centro Nacional de Arte de Ottawa y las celebraciones del 350? aniversario de Montreal, se divide en 12 cuadros, seg¨²n cada uno de los pa¨ªses en los que actuaba la hipot¨¦tica compa?¨ªa. "Cada uno es tratado como tina canci¨®n, tiene su color y su emoci¨®n propia", dijo Maheu. El blues y el rock est¨¢n presentes en la m¨²sica que para este, montaje hin compuesto Claude Vendette y Claude Fredette.

La puesta en escena, inspirada en un cuadro del pintor andaluz Crist¨®bal Toral, evoca el ambiente de un caf¨¦ y est¨¢ habitada por 50 sillas y 10 mesas que, seg¨²n las necesidades de la historia, se transforma y evocan otros objetos. La versatilidad de los objetos, usada con mucho ¨¦xito en Le Dortoir, es una de las caracter¨ªsticas del trabajo de Maheu, quien no se resigna a que los elementos escenogr¨¢ficos sean s¨®lo cosas y les da vida propia.

Con el t¨ªtulo de la obra su director se cuestiona "la mirada". "Ese caf¨¦ era un local que existi¨® en Par¨ªs durante la Revoluci¨®n y en el que tocaba una orquesta de m¨²sicos invidentes. Por ello el t¨ªtulo juega con la idea de la convivencia entre ciegos de tiempo parcial y los ciegos permanentes", concluy¨®.