Una marroqu¨ª, en riesgo de abortar tras un altercado entre inmigrantes

Latifa E. K., una marroqu¨ª de 28 a?os, embarazada de seis meses, ingres¨® el martes en La Paz con una amenaza de aborto tras un altercado ocurrido durante el fin de semana en el poblado chabolista de Pe?agrande. Las circunstancias del suceso no est¨¢n todav¨ªa aclaradas, pero ayer fueron detenidos tres habitantes de este asentamiento de 800 inmigrantes marroqu¨ªes. Al cierre de esta edici¨®n Latifa segu¨ªa hospitalizada.El marido de la joven, Mustaf¨¢ Ch., de 34 a?os, asegura que la amenaza de aborto fue ocasionada por los golpes que le propinaron varios vecinos de las chabolas adyacentes. La pareja denunci¨® el s¨¢bado en la comisar¨ªa de Moncloa que estos vecinos les hab¨ªan agredido con palos y una navaja y que, como consecuencia de ello, la mujer hab¨ªa tenido que ser hospitalizada. Fue dada de alta pero en la noche del martes, volvi¨® a encontrarse mal y una patrulla de la polic¨ªa municipal tuvo que trasladarla a La Paz.

Mustaf¨¢ Ch., culpa de todo a una vecina de la chabola contigua y a sus familiares y amigos. Por su parte, esta vecina, F¨¢tima Z., y sus conocidos aseguran que "es ¨¦l quien bebe, la pega y organiza l¨ªos". El marido, minusv¨¢lido, tiene heridos los dos brazos desde los incidentes del fin de semana. "Por las agresiones", afirma ¨¦l. "Porque se cay¨®", dicen los otros.

En el fondo de este conflicto, con un hondo calado en el poblado chabolista, hay un problema de protagonismo entre dos entidades: el Centro Social San Rafael y la Asociaci¨®n de Trabajadores e Inmigrantes Marroqu¨ªes en Espa?a (ATIME). El Centro Social San Rafael, una asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro encabezada por una religiosa y formada por un rupo de moradores de los chalets de la zona, apoy¨® a Mustaf¨¢ como uno de los responsables del asentamiento.

ATIME, asociaci¨®n cercana a UGT, intenta aumentar su presencia en el campamento y en su empe?o choca con el Centro Social San Rafael. Entre sus simpatizantes figuran los vecinos de la joven agredida.

El Centro Social San Rafael envi¨® una carta a ATIME, ante las reiteradas visitas de miembros de esta asociaci¨®n a las infraviviendas. En ella expon¨ªa: "es nuestro deber colaborar con otras entidades pero en ning¨²n caso admitir interferencias de cualquier tipo que puedan retrasar o poner en peligro la realizaci¨®n de los objetivos que nos hemos marcado".

ATIME acusa a los del Centro de "querer controlar el poblado". Estos replican que "ATIME est¨¢ m¨¢s interesada en hacer pol¨ªtica que tarea social".