Dos candidatos a dirigir el Constitucional admiten que la polic¨ªa cachee sin indicios previos de delito
Dos de los candidatos a dirigir el Tribunal Constitucional en su nueva etapa, Miguel Rodr¨ªguez-Pi?ero y ?lvaro Rodr¨ªguez Bereijo, han avalado los cacheos policiales "sin la previa existencia de indicios de infracci¨®n" en varias resoluciones, una de ellas, evaluada por Interior como "de alto inter¨¦s policial" y distribuida entre los cuerpos y fuerzas de seguridad. Tales resoluciones hacen temer en medios jur¨ªdicos progresistas el uso del voto de calidad de un futuro presidente con tales convicciones. Por lo dem¨¢s, la dificultad de obtener votos para ser elegido presidente y vicepresidente ha forzado a algunos candidatos a agruparse para optar a ambos.
Las resoluciones firmadas por Rodr¨ªguez-Pi?ero y Rodr¨ªguez Bereijo el 26 de noviembre de 1990 y el 28 de enero de 1991 contradijeron la jurisprudencia del alto tribunal, que mantiene que "no existen zonas intermedias entre libertad y detenci¨®n" y defiende la preponderancia constitucional de la libertad sobre la seguridad. Algunos magistrados del alto tribunal criticaron en su momento tales resoluciones, aunque recordaron que la doctrina constitucional s¨®lo se establece a trav¨¦s de sentencias y no mediante meras providencias de inadmisi¨®n de sendos recursos de amparo.'Sin embargo, fuentes judiciales progresistas expresan ahora su preocupaci¨®n por lo que significa de toma de posiciones de unos magistrados que aspiran a presidir el alto tribunal y que, en consecuencia, pueden ser depositarios del voto de calidad para caso de empate, en la resoluci¨®n de recursos contra la ley Corcuera o cualquier otro asunto en el que se confronte la libertad con la seguridad. En concreto, la resoluci¨®n de 1991 -que fue esgrimida por el ministro del Interior, Jos¨¦ Luis Corcuera, en defensa- de su proyecto de ley rechaz¨® el recurso de amparo de una ecologista que se quej¨® de haber sido condenada por resistencia a la polic¨ªa tras padecer un cacheo infundado.
El argumento para rechazar el recurso de amparo fue que " el derecho a la libertad ( ... ) no puede entenderse afectado por las diligencias policiales de cacheo e identificaci¨®n, pues a¨²n cuando estas diligencias inevitablemente comportan molestias, su realizaci¨®n y consecuente inmovilizaci¨®n del ciudadano durante el tiempo imprescindible para su pr¨¢ctica, supone, para el afectado, un sometimiento no ileg¨ªtimo desde la perspectiva constitucional a las normas de polic¨ªa, sometimiento al que incluso puede verse obligado, sin la previa existencia de indicios de infracci¨®n".
El entusiasmo de Corcuera
Tal resoluci¨®n produjo entusiasmo en Corcuera y sus subordinados de Interior y la Diecci¨®n General de la Polic¨ªa la remiti¨® a las comisar¨ªas y brigadas, con la indicaci¨®n: "De alto inter¨¦s policial". El comisario general, Pedro Rodr¨ªguez Nicol¨¢s, encarec¨ªa a los responsables policiales que el contenido de tal resoluci¨®n lo "debe conocer todo funcionario de esa dependencia" y a?ad¨ªa: "Se insiste en la trascendencia de difundir [esta palabra, subrayada] esta resoluci¨®n del Tribunal Constitucional, sobre todo teniendo en cuenta que existe alguna decisi¨®n en sentido contrario de ¨®rganos jurisdiccionales de inferior rango". (Callaba que tambi¨¦n del alto tribunal y que una providencia no anula la jurisprusdencia.)Los 12 magistrados han iniciado los primeros contactos de cara a la elecci¨®n, prevista para la pr¨®xima semana. Ante lo problem¨¢tico de lograr individualmente los votos requeridos, se han agrupado para formar t¨¢ndem el juez Eugenio D¨ªaz Eimil y el catedr¨¢tico de Derecho Financiero y Tributario ?lvaro Rodr¨ªguez Bereijo. En cambio, el catedr¨¢tico Luis L¨®pez Guerra y el juez progresista Carlos de la Vega mantienen por el momento sus candidaturas individuales (v¨¦ase EL PA?S del 5 de julio ¨²ltimo). A D¨ªaz Eimil, de 67 a?os, le restan tres a?os en el alto tribunal y, a pesar de algunos problemas de salud que le aquejan, ha decidido finalmente presentar su candidatura, junto a Rodr¨ªguez Bereijo, de 54 a?os.
La virtualidad de este t¨¢ndem reside, tambi¨¦n, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas del alto tribunal, en que a Rodr¨ªguez Bereijo le quedan seis a?os, con lo que la direcci¨®n que ahora se elija podr¨ªa enlazar con la siguiente, mediante la reelecci¨®n de ¨¦ste en 1995. El mandato del presidente y vicepresidente es de tres a?os, prorrogables por una sola vez. La continuidad de Rodr¨ªguez Bereijo cortar¨ªa dentro de tres a?os el paso hacia la direcci¨®n del alto tribunal a Rafael Mendiz¨¢bal, uno de los nuevos magistrados observados con desconfianza desde sectores progresistas y a quien se atribuye gran ambici¨®n pol¨ªtica. En cambio, desde sectores conservadores se. propicia su candidatura, con fundamento en el gran n¨²mero de votos obtenido en el Parlamento.
La candidatura conjunta de D¨ªaz Eimil y Rodr¨ªguez Bereijo devolver¨ªa la inicial presencia equilibrada de catedr¨¢ticos y jueces en la direcci¨®n del alto tribunal. El primer presidente fue el catedr¨¢tico Manuel Garc¨ªa Pelayo y el primer vicepresidente el juez Jer¨®nimo Arozamena. En cambio, en la etapa que presidi¨® el catedr¨¢tico Francisco Tom¨¢s y Valiente fueron vicepresidentes sucesivos los catedr¨¢ticos Gloria Begu¨¦ y Francisco Rubio Llorente. El peso num¨¦rico de los jueces de carrera es ahora igual al de 1980: cuatro magistrados.
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