Wynton se comi¨® la tarta de Dizzy
Recordando el be-bop
Dizzy Gillespie 75o Anniversary Orchestra. Alto summit: Phil Woods Jackie Mclean, James Moody, Hanck Jones, Ray Brown y Idris Muhamad. Jam session: Wynton Marsalis, Johnny Griffin, Hutcherson, Tete Montoliv, NHOP y Muhamad. Batalla de trompetas: Roditti, Sandoval, Jones, Brown, Lewei Nash. Auditorio Expo 92. Sevilla, 3.000 personas, 1.250 pesetas.
En la Expo sevillana todo es grande, muy grande. Si se ha de homenajear a alguien, tambi¨¦n se hace a lo grande: se llena el -escenario de colegas, m¨¢s o menos cercanos, hasta que no quede sitio; una vez todos juntos, s¨®lo cabe esperar que algo suceda.Se trataba de a?adir un homenaje al be-bop con Bird y Dizzy, e inicialmente se contaba con el mismo Dizzy celebrando su 750 aniversario al frente de un todo estrellas de longitud apabullante. Hace un par de meses el trompetista cay¨® gravemente enfermo, incluso se habl¨® de su imposible recuperaci¨®n. Las ¨²ltimas noticias son que Dizzy ya ha pedido su trompeta y la toca en la cama del sanatorio. En Sevilla, su lugar estuvo muy bien ocupado: tres horas y cuarto de m¨²sica ininterrumpida en su recuerdo con 20 nombres de relumbr¨®n en el escenario.
En estas sesiones maratonianas de las que ning¨²n m¨²sico es, responsable pueden suceder dos cosas: o que, los unos por los otros, todo quede en rutina, o que el pique por quedar mejor eleve la sesi¨®n a lo m¨¢s alto. Lo habitual es lo primero, pero en Sevilla estall¨® la chispa gracias a la presencia impagable de Wynton Marsalis.
En primera persona
La noche la abri¨® la orquesta del 750 aniversario de Dizzy dirigida por Slide Hampton. Un soberbio Blue and boogie sirvi¨® para mostrar las posibilidades de la banda, no en vano algunos de sus componentes pod¨ªan hablar del be-bop en primera persona, pero cuando ya hab¨ªan conseguido calentarse tuvieron que ceder el escenario a un improvisado alto summit.
Seguir¨ªan dos d¨²os de Tete Montoliu, primero con Hanck Jones y despu¨¦s con Bobby Hutcherson, con el que record¨® a Monk en momentos de gran belleza. El d¨²o se convirti¨® en sexteto y Wynton Marsalis sali¨® decidido a dejar claro qui¨¦n mandaba all¨ª soplando como un poseso con la complicidad de una r¨ªtmica de oro. Wynton mirando al be-bop de cara, nada gratuito, nada superfluo; su solo en Blue Monk fue de los que ponen la carne de gallina.
Un duelo de trompetas enfrent¨® al mayor de los Marsalis a un Roditti modesto pero tremendamente eficaz y a un Sandoval dedicado a hundirse en los fuegos artificiales gratuitos. Wynton los barri¨® con una sonrisa. Freddie Hubbard, anunciado, no lleg¨® a tocar; es de suponer que no viaj¨® hasta Sevilla, aunque tras la exhibici¨®n de Marsalis poco pod¨ªa decir all¨ª, y la huida hubiera sido su mejor arma. Wynton ya se hab¨ªa comido la tarta del 75? aniversario de Dizzy.
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