De la hero¨ªna a la coca¨ªna
El consumo de drogas cambia de h¨¢bitos y ya pr¨¢cticamente ha dejado de existir el toxic¨®mano de una sola sustancia
En las ventanillas del metro de Madrid hay unas pegatinas que rezan: "Eng¨¢nchate a la vida", junto a una jeringuilla tachada. Muy cerca unos j¨®venes juguetean con un papel de plata sobre el que corre una burbuja ennegrecida. Han hecho un tubito con un billete y fuman hero¨ªna -chino-, pasta de coca¨ªna -crack- o una mezcla de ambas para que el subid¨®n de la segunda se compense con el baj¨®n de la primera. Es uno de los nuevos h¨¢bitos de consumo.
El perfil del adicto a las drogas que acude a rehabilitaci¨®n tiene varias caras. "La persona marginal, de clase baja, inadaptado socialmente, ya no es caracter¨ªstica del perfil del drogadicto", explica Emiliano Mart¨ªn, jefe del Plan Municipal de Madrid contra las Drogas. "A este grupo se ha sumado una poblaci¨®n integrada en la sociedad, que estudia o trabaja y a la vez consume todo tipo de sustancias. Casi el 90% de los atendidos en Madrid en 1991 vive con sus padres o tiene familia propia".Este grupo, el m¨¢s novedoso y problem¨¢tico, lo forman j¨®venes de clase media o media alta que se inician en la droga los fines de semana a trav¨¦s del alcohol, antes de pasar al cannabis y los psicof¨¢rmacos. La edad media de inicio en la hero¨ªna y la coca¨ªna est¨¢ retras¨¢ndose (20 a?os), y, sin embargo, los j¨®venes acceden a las drogas legales cada vez m¨¢s temprano.
"Ya no existe el toxic¨®mano de una sola sustancia", dice Mart¨ªn. De acuerdo con el Sistema Estatal de Informaci¨®n sobre Toxicoman¨ªas, la mitad de los que, entraron en tratamiento por hero¨ªna hab¨ªa tomado cannabis y coca¨ªna. Por abuso de coca¨ªna, el 50% hab¨ªa fumado cannabis, y casi la mitad hab¨ªa tomado hero¨ªna.
Silencio cl¨ªnico
"La coca¨ªna a¨²n no ha empezado a pasar la factura", advierte Carlos Chana, monitor de uno de los centros de la Cruz Roja de atenci¨®n a drogadictos reincidentes.
"Los consumidores juguetean con ella mucho tiempo sin sentirse adictos", dice Miguel ?ngel de Ram¨®n, psiquiatra con experiencia en el tratamiento de cocain¨®manos. "El s¨ªndrome de abstinencia no es groseramente f¨ªsico, como el de la hero¨ªna, sino que produce depresiones, man¨ªas persecutorias y abulias. El silencio cl¨ªnico de la coca¨ªna es de unos tres a?os, tras los que el sistema cardiocirculatorio empieza a agotarse. Su abuso acaba causando infartos, hemorragias cerebrales y suicidios".
"Los consumidores no creen tener un problema, y es raro que pidan ayuda", dice Mart¨ªn, "hasta que entran en contacto con la hero¨ªna, que utilizan para compensar los efectos de la coca¨ªna. Estas personas necesitan un cuidado especial, pues suelen pedir un tratamiento a la carta. Quieren deseng¨¢ncharse de la hero¨ªna, pero no de la coca¨ªna y los estimulantes", a?ade.
Para conocer la situaci¨®n actual de la droga es necesario recurrir a indicadores indirectos, como las aprehensiones de alijos (con respecto a 1990, el a?o pasado aumentaron un 47% las de cannabis, un 40% las de coca¨ªna y descendieron un 12% las de hero¨ªna), los admitidos a rehabilitaci¨®n (en 1991, un 24% m¨¢s que en el a?o anterior) o las muertes.
El envejecimiento. y el deterioro f¨ªsico de los consumidores de hero¨ªna y coca¨ªna han hecho aumentar las muertes causadas por la droga. La polic¨ªa registr¨® el a?o pasado 813 por sobredosis, un 22% m¨¢s con respecto a 1990. Conocer el n¨²mero real de muertos a causa de la coca¨ªna es pr¨¢cticamente imposible.
El miedo al sida, que en 1991 fue contra¨ªdo por v¨ªa intravenosa por 1.800 personas, ha motivado un cambio de h¨¢bitos en el consumo de drogas. Cada vez le extiende m¨¢s la pr¨¢ctica de inhalar la hero¨ªna, lo que resulta una precauci¨®n peligrosa. Fumar hero¨ªna puede parecer algo m¨¢s cercano a fumarse un porro de hach¨ªs que a administrarse el opi¨¢ceo por la vena, pero es mucho m¨¢s adictivo, ya que requiere de mayores cantidades para fabricar una dosis. "El s¨ªndrome de abstinencia de la hero¨ªna es igual si se inhala que si se inyecta", dice Carlos Chana. "Los que fuman chinos ya no vienen con sida; ahora traen edemas broncopulmonares".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.