De las palabras a los hechos

La Cumbre Iberoamericana de Guadalajara de 1991 fue meramente declarativa. La de Madrid, que empieza el pr¨®ximo jueves, debe intentar plasmar en el terreno de lo concreto las buenas intenciones expresadas el a?o pasado en la ciudad mexicana, sin caer en el exceso de ambici¨®n. Se trata de poner en pr¨¢ctica pro yectos modestos, especialmente en el sector de la educaci¨®n, que permitan dar una imagen m¨¢s operativa de la Commonwealth hisp¨¢nica, pero que tengan a la vez en cuenta la escasez de recursos de los pa¨ªses miembros.

No es casualidad que el sistema' de financiaci¨®n de los proyectos a aprobar en Madrid se haya discutido hasta el final. El problema no es s¨®lo econ¨®mico, sino que tiene delicadas connotaciones pol¨ªticas. Las cantidades en juego pueden parecer irrisorias para Espa?a, pero considerables para las econom¨ªas exang¨¹es de varios pa¨ªses latinoamericanos.Poner generosamente de su bolsillo puede ser tentador para el Gobierno de Madrid, pero acarrea el riesgo de caer en un esquema paternalista que la cumbre pretende evitar, sobre todo en un a?o tan especial como 1992. "Nuestra idea es que todos los pa¨ªses participen en la medida de lo posible en todos los proyectos, aunque sea a veces con aportaciones simb¨®licas" , afirma un diplom¨¢tico espa?ol. "Una vez que se encuentren implicados en proyectos concretos, con efectos tangibles, los Gobiernos seguir¨¢n adelante. Los recursos que hay que poner en juego ahora en Madrid sirven para que los programas alcancen su velocidad de crucero".

Cultura y educaci¨®n

Los proyectos m¨¢s importantes que se pretende aprobar en la capital espa?ola ata?en a lo que une a sus miembros: el idioma, es decir, la cultura y la educaci¨®n. Uno se refiere a becas para posgraduados universitarios -unas 350 a 400 para el a?o que viene- que permitan aprovechar las sinergias entre los sistemas educativos de los pa¨ªses participantes. Se trata de evitar una fuga de cerebros hacia el exterior, al ofrecer a los mejores estudiantes de cualquier pa¨ªs del mundo hisp¨¢nico una posibilidad de estudiar en las mejores universidades de este ¨¢mbito geogr¨¢fico.

Otro proyecto se refiere a la lucha contra el analfabetismo. La idea es la de un esfuerzo intensivo, concentrado en una zona determinada de dos o tres pa¨ªses (Bolivia y varios Estados centroamericanos aparecen como los blancos ideales) durante unos cinco a?os, un m¨¦todo ya experimentado en. Am¨¦rica Central y que suele dar resultados muy tangibles. Un tercer proyecto del mismo campo es la puesta en marcha -al ser posible a partir del 1 de enero de 1993- de un programa educativo com¨²n, que se difundir¨ªa difundir en todos los pa¨ªses participantes a trav¨¦s del sat¨¦lite Hispasat.

El reparto del coste de los tres proyectos entre los pa¨ªses miembros sigue siendo objeto de discusiones. Se estima que la aportaci¨®n espa?ola rondar¨¢ los 2.000 millones de pesetas. Los pa¨ªses iberoamericanos con el sistema universitario m¨¢s avanzado (como M¨¦xico o Argentina) ser¨¢n los que m¨¢s aporten.

Los dem¨¢s proyectos cuya aprobaci¨®n se espera en Madrid se refieren a la ciencia, la salud y las culturas ind¨ªgenas. Paralelamente al objetivo prioritario del espacio educativo com¨²n, los pa¨ªses miembros pretenden, de manera m¨¢s progresiva, implementar entre ellos un mercado com¨²n del conocimiento. La cumbre utilizar¨¢ para ello un instrumento ya existente pero adormecido, la organizaci¨®n Conocimiento y Tecnolog¨ªa para el Desarollo (CYTED), creada a principios de los a?os ochenta por Espa?a y los pa¨ªses latinoamericanos.

Contra la enfermedad

La salud constituye otro campo que se pretende abarcar en Madrid. Los promotores de la idea pretenden conseguir de los pa¨ªses latinoamericanos que pongan en com¨²n sus esfuerzos en este sector, especialmente en la lucha contra enfermedades cuyo radio de acci¨®n se extiende a veces a todo el subcontinente. M¨¢s que aumentar los presupuestos dedicados a la salud, se trata, por tanto, de acrecentar su rentabilidad aunando esfuerzos. Diplom¨¢ticos espa?oles estiman por tanto que un fondo de preinversi¨®n de 20 millones de d¨®lares (1.880 millones de pesetas) ser¨¢ suficiente para lanzar este programa.

Queda un ¨²ltimo. proyecto, ya muy avanzado: el lanzado por Bolivia de creaci¨®n de un

EFE londo internacional para la defensa de la identidad cultural de los pueblos ind¨ªgenas, cuyo coste se evaluaba, en v¨ªsperas de la cumbre, a unos 20 millones de d¨®lares.

Aparte de las contribuciones de los pa¨ªses participantes en la cumbre latinoamericana, varios Gobiernos escandinavos y algunos organismos internacionales se han comprometido tambi¨¦n a hacer aportaciones. La puesta en marcha de este proyecto precisamente en el a?o 1992 tendr¨ªa un evidente valor simb¨®lico.